¿Cuándo apareció la urgencia por el progreso de los futbolistas juveniles que serán "el recambio"? Parece que la obligatoriedad reglamentaria de tener que alinear en la oncena titular a un juvenil durante una cantidad mínima de horas no es fruto de un interés conceptual por las nuevas camadas. Dado que el evidente déficit de figuras jóvenes amenaza seriamente el futuro del producto estrella, la selección, nuestros directivos están con lo que se puede denominar una repentina preocupación.
La goleada de "la patrulla juvenil" de Colo Colo a Ñublense ha sido el estímulo mediático apropiado para empezar a buscar a los futuros cracks y "ponerse a tono" con la súbita inquietud dirigencial, aunque pocos se detengan en detalles: los de Chillán fueron, por lejos, el peor equipo de la fase inicial de Copa Chile. Sacaron un punto, marcaron dos goles y les anotaron 13.
Sin menoscabar el alto rendimiento colocolino, sería interesante equilibrar la efusividad con un análisis más fino de nuestro "Fútbol Joven". Un campeonato cuyo formato responde a razones económicas y no deportivas, que está dividido en cinco zonas geográficas, en las cuales debieron ser "invitados" algunos clubes amateurs o semi profesionales -Mejillones, Maipo Quilicura, San Antonio, Valdivia- para completar los grupos.
Ahora que se nos viene el Mundial Sub 17 -hoy es el sorteo-, seguramente pasaremos a revisar el comportamiento de nuestras selecciones menores y constataremos que hace rato dejaron de ser promesas para convertirse en decepciones. La conclusión es unívoca: estamos en una crisis profunda, un pozo del que esta Sub 17, a la luz de su historia y resultados (su último apretón internacional fue una derrota por 8-3 ante Ecuador en junio pasado), no nos va a sacar. Posiblemente, lo acentuará.
Quienes de verdad se han preocupado del desarrollo del fútbol menor -Holanda, Francia y España son un ejemplo- coinciden en que el nivel de competitividad desde los 14 años es la clave para generar el círculo virtuoso entre la necesidad de recambio de los clubes y el equilibrio financiero por la alta inversión que se debe realizar. En Chile, el motivo central es organizar torneos que se disfracen de competencias, pero que en realidad son un instrumento para generar dinero, en el caso del "Fútbol Joven", para gastar lo menos posible.
Y lo que se siembra entre los jóvenes se está replicando a nivel adulto. En estas mismas páginas se investigó el desarrollo de las 100 ligas más importantes del fútbol mundial. La conclusión ahorra comentarios: el formato del actual torneo de Apertura es el que menos partidos contempla para adjudicar un título de campeón. Y ni hablar de la Copa Chile, cuya fase inicial terminó ayer. ¿Sabe cuáles son los criterios para definir las parejas en los octavos de final? Según establece el artículo 30 del torneo, "para la determinación de los rivales se utilizarán criterios de infraestructura, geográficos, televisivos y/o comerciales". A buen entendedor, no más palabras...