¿Pasó de Moda el Presente?

Sí y no.

Por un lado tenemos la cultura de prevención de futuro para que la vida sea mejor. Debemos ahorrar, ser exitosos, dejar algo de herencia a nuestros hijos, ser emprendedores, tener visión de futuro, mantenernos jóvenes para no ser una vieja patética en el futuro, tener auto y casa propia. Todos los mensajes de la vida moderna nos hablan de preparar el futuro. Y nos asustan con el futuro. Palabras como el destino o, como decía mi mama, "la voluntad de Dios" no están presentes en la vida moderna. Construimos sobre el miedo y la prevención, con más frecuencia de lo que vivimos el presente.

A la vez el mundo global nos trae las culturas orientales como complemento . Es la búsqueda de la vida en el presente lo que nos hace felices y lo que nos sana y la que nos determina. Si me salto el presente me salto la vida. La viví planeando, cumpliendo pendientes, obedeciendo reglas para un futuro que ni siquiera sé si va a existir.

Dicen los expertos que los pueblos que pregonan el presente como la realidad son pueblos pobres. Y que los que se han unido al desarrollo han perdido las tradiciones... entre otras, la de valorar el presente.

Sea como sea, hemos visto en resultados de investigaciones en salud mental que la presencia del futuro se ha convertido en un problema grave. Cada momento de silencio o de ocio es usado por la mente para revisar pendientes, para hacer planes, para enojarse consigo mismo por lo que hizo mal y debe rectificar. Ya cuando cambiamos de actividad el presente se fue, lo vivió apenas el cuerpo, pero la memoria se lo perdió.

El tiempo. El más escaso y preciado de los bienes.

Hay que poner de moda el presente. Es tan corto. Puede ser tan feliz.

Y le hace bien al cuerpo y a la mente estar en el mismo lugar al mismo tiempo.