Mucho se critica el aumento de los diagnósticos de depresión y de déficit atencional en el presente. El argumento suele ser que antes vivíamos mejor con menos remedios y menos enfermedades mentales. "Invento de los psiquiatras", dicen algunos; "puro negocio", dicen otros.
¿Pero no será que en cada cultura aparecen nuevos males, que el cerebro cambió poco en siglos y las costumbres y exigencias cambian más y más rápido?
Dicen los sabios que el gran mal de esta era es el cansancio. El aumento de los estímulos y posibilidades son tales, que por un lado enriquecen la vida de los habitantes de este planeta, pero hacen un uso de las neuronas tal, que el pobre cerebro anticuado que tenemos sencillamente se agota.
Respecto del déficit atencional, no hay duda de que la cantidad de alumnos en las escuelas y la cantidad de contenidos nuevos que debemos absorber para prepararnos para el trabajo o la universidad hacen que un profesor no resista la inquietud de los niños hiperactivos por un lado o que esos niños fracasen ante la velocidad y cantidad de estímulos a los que están sometidos. Entonces hay que medicarlos. Se escandaliza el público porque no es bueno medicar a los niños. ¿Están conscientes los enojados con el mundo moderno de que no tenemos cómo volver al mundo de antes? La historia no vuelve atrás. Antes, la proporción de hombres diagnosticados con déficit atencional era muy superior a la femenina. Hoy es equivalente. ¿Por qué? No es que la inventemos, es que a mayor exigencia y estimulación, también los cerebros femeninos fracasan. Antes, que las mujeres no fuéramos brillantes no importaba... íbamos a ser madres y dueñas de casa. Hoy las mujeres se preparan, como los hombres, para el futuro laboral y empiezan a tener los mismos problemas que los hombres.
¿Y la depresión? La depresión tiene muchas causas, y la genética es importante en marcar tendencia a padecer o no de esta enfermedad. Pero la depresión por estrés es la más corriente hoy. Y de nuevo, las mujeres la padecen más que los hombres porque tienen en la cabeza más preocupaciones. ¿Porque son más débiles? NO: porque tienen más roles que cumplir.
No vamos a cambiar los tiempos en que vivimos. Solo podemos buscar formas de tolerar mejor la velocidad y la cantidad de estímulos a los que estamos sometidos. La medicación es una. Hay otras.
Esto, para que dejen de decir que las mujeres son unas adictas a los remedios. No, son unas sobrevivientes.