Cuatro años demoró "The voice" en debutar en la televisión local. Primero fue CHV el que quiso producir el espacio, pero pronto tuvo que abandonar la idea por su elevado costo de producción. Canal 13 aprovechó entonces la oportunidad y se quedó con el formato que nació en Holanda y que debutó en la franja estelar del día domingo, intentando posicionarse como una nueva alternativa a las teleseries turcas.
En 1 hora y 50 minutos el primer capítulo de "The voice Chile" demuestra por qué este talent show es uno de los más ambiciosos de la televisión. Al igual que en la versión de la NBC -la más exitosa de las que se han realizado hasta ahora-, el programa muestra una escenografía imponente, con luces y cámaras en cada rincón del estudio -incluso hay una ubicada sobre la cabeza de los participantes-, con graderías luminosas y las estratégicas sillas que los coaches hacen girar cada vez que se sienten atraídos por una voz.
La estructura del formato es lo que lo diferencia de otros programas del género que también han debutado en el país, como "Talento chileno" o "Mi nombre es", donde los participantes son evaluados por un severo jurado. Acá no hay jurado ni duras sentencias, sino que coaches que contribuyen al show derrochando simpatía con los concursantes y el público. Franco Simone, Nicole, Álvaro López y Luis Fonsi muestran fiato y lucen entretenidos en su propia competencia, sobre todo Fonsi, quien parece en su salsa poniendo caritas, parándose arriba de su silla y jugando constantemente al galán.
El casting es, por ahora, el único aspecto donde "The voice Chile" debe demostrar por qué es una copia digna de la franquicia internacional. En el primer capítulo, al menos, desfilaron siete participantes con historias humanas potentes y voces afinadas, pero no necesariamente deslumbrantes como para convertirse en la gran voz de Chile: está el caso de Vanessa, una mujer de 32 años a la que le detectaron cáncer de mama; el de Ximena Sancho, estudiante de publicidad discapacitada, que se planta en el escenario para cantar una cueca, o el de Luis Layseca, quien viaja con su guitarra desde el norte para interpretar "Staying alive". La búsqueda puede traer varias sorpresas ya que todavía quedan más de 80 voces que debieran unirse a la competencia.