Aunque estamos habituados a ella gracias a las bandas sonoras de cine de ficción, documentales y teatro, es poco frecuente en Chile asistir a conciertos enteramente dedicados a la música electroacústica o acusmática. Esta forma de creación, nacida a finales de los 40 en Europa, toma sonidos grabados o los produce electrónicamente y los transforma, con procedimientos que hoy están concentrados en complejas aplicaciones computacionales. Los conciertos acusmáticos, por lo general, prescinden de cualquier referente visual; la música sale de un conjunto de parlantes y se escucha con la sala en penumbra, como lo pudieron comprobar los asistentes que repletaron el auditorio del Instituto de Música de la Universidad Católica, el sábado, en el segundo de los tres conciertos con los que se inauguró el I Festival de Música Electroacústica de la UC.
De las ocho piezas presentadas, todas de chilenos y en registros muy diversos, destacó "Homenaje a Félix Maruenda" (2014), de Marcelo Espíndola, música compuesta para el documental "Escape de gas", sobre la obra de ese escultor para el edificio de la Unctad III, hoy Centro Cultural Gabriela Mistral. La escultura, una pequeña chimenea que funcionaba como shaft de ventilación, hoy está guardada en una bodega del Ministerio de Defensa; Espíndola registró la variedad de sonidos que produce cuando se la percute, y con ese material creó una obra contundente, coherente en su estructura de motivos recurrentes presentados en distintos timbres, y un atractivo entramado rítmico que revela que su compositor es un dotado percusionista. La musicalidad y elocuencia de este homenaje se sostienen solas, y dan ganas de escucharlo de nuevo inmediatamente.
El concierto se había iniciado con "Primeros encuentros con la vida y con la muerte (Leopoldo Muñoz)" (2013), de José Miguel Candela, que recoge y apenas comenta el espeluznante testimonio del profesor que intentó impedir el secuestro y posterior degollamiento de su colega Manuel Guerrero en 1985; "Spiegelung" (2013), de Daniel Osorio, que usa voces humanas declamando un texto dramático y las procesa junto a otros materiales sonoros; la descriptiva "Sutil, pacífica, transparente" (2014), de Fernando Matus; "Vri" (2013), de Antonio Carvallo, una muy fina elaboración, en tiempo real, a partir de ruido blanco; "Un no tan distante viaje" (2014), de Francisco Guzmán, que repite una escala aparentemente banal; "No tenemos cuerpo, sino somos un cuerpo" (2014), de Renzo Filinich, con voz femenina y acordes tonales.
Para el final, "Klingeln der Änderungen" (2012), de Andrián Pertout, compuesta para el arreglo de 39 campanas del Federation Bell Installation en Melbourne, Australia, y que explora los distintos armónicos que hacen que percibamos una sola nota y con arpegios superpuestos rítmicamente que resultan en un mantra. Muy buena.