Las expansiones urbanas son negocios suculentos que de la noche a la mañana pueden transformar un peladero de rulo en un vergel de billetes. Recientes destapes de ollas han dejado en evidencia la vulnerabilidad de las operaciones de suelo ante los intereses particulares y lo relevante que es volver siempre a poner su foco en la planificación del bien común.
Una discutible modificación al Plan Intercomunal de Valparaíso adiciona al taciturno balneario de Los Molles una enorme área urbana para ser poblada por residencias de veraneo. No satisfecha con esto la ambición de desarrollo, se piensa además reducir la superficie del conocido parque del Puquén, definido sitio prioritario de protección ambiental por sus únicas características. La extensión propuesta para la reserva resulta un cachivache, una miniatura que apenas servirá para hacer memoria de lo que alguna vez fue uno de los jardines naturales más bellos de Chile.
Allí, y gracias al milagro de la camanchaca, florecen chaguales, alstroemerias, lúcumos silvestres, patriotas puyas de flor azul y tallo rojo. Sobre las rocas, un microcosmos geométrico tejido por líquenes y suculentas. Como en el Jardín de las Delicias, curiosas criaturas premian el paso del visitante silencioso: lagartos, geckos, codornices, los invisibles cururos o un zorro chilla. Llaman desde el aire los cantos de las tencas, loicas y cometocinos mientras, entre las olas, juguetean pingüinos, lobos marinos y cormoranes. Y, como en un texto de Castaneda, el rugido del Puquén manifiesta de tanto en tanto su sabio acuerdo. Qué sublime paisaje de palabras arcanas y misteriosas; ventana privilegiada a la prehistoria que nos invita a sucumbir en paganas adoraciones.
Todo único e irrepetible, nada de lo que allí pulula es mercancía. Nada se puede reproducir fuera de este lugar y todo es deleite gratuito, como en el paraíso del Bosco. Si lo perdemos una vez, lo perdemos para siempre. Estos valores han sido objetivamente medidos y reconocidos por el mismo Estado. ¿No es lógico exigir entonces que la planificación del suelo no los contradiga?