El sexo vende, el sexo sube el rating , el sexo aumenta los clicks . Esto no es misterio para nadie; sin embargo, el que haya un programa dedicado a este tema en la TV abierta chilena resulta una novedad. Será porque somos una sociedad a la que le ha costado fluir en este terreno o porque se le teme a las distintas sensibilidades, pero lo cierto es que los programas de sexo en nuestra pantalla se cuentan con los dedos de una mano.
El primero se emitió hace más de 20 años: "Hablemos de sexo", de Chilevisión, basado en el espacio español homónimo que animaba la psiquiatra Elena Ochoa. En la versión chilena, conducida por Carolina Jiménez, abundaban los especialistas que intentaban imprimir seriedad al tema. Pero a los pocos meses recibió una amonestación del Consejo Nacional de Televisión después de que la sexóloga Renata Ortega explicara por qué no es peligroso tragar semen. Después de eso tuvieron que pasar cinco años para que, en ese mismo canal, se atrevieran a retomar el tema con Tati Penna en "Nada personal".
Esta semana debutó "La cultura del sexo" en TVN, con un rating promedio de 6,4 puntos, que no es malo hoy en día para el canal estatal. Aun así, se ubicó en el cuarto lugar dentro de la competencia de la TV abierta en ese horario. Sus conductores son el sexólogo Rodrigo Jarpa y la comediante Nathalie Nicloux, quienes viajan por el mundo buscando distintas manifestaciones de la sexualidad humana.
En la primera edición el escenario fue Las Vegas (EE.UU.), conocida como "la ciudad del pecado". Los animadores se adentraron en pool-parties , shows de desnudistas y citas conseguidas a través de aplicaciones de internet, haciendo hincapié en que ahora es la mujer la que va a divertirse con sus propios recursos. El problema es que todo esto ya existe hace rato en Chile. Así que nada resultó sorprendente ni rompió tabúes. Los chilenos llevamos décadas intentando parecernos a la sociedad estadounidense, por lo que quizás este no era el mejor punto del planeta para comenzar.
Hubo algunos diálogos interesantes de los conductores con un par de señoras gurúes de la sexología. Una de ellas, Leonore Tiefer, es intensamente admirada por Rodrigo Jarpa, quien explicó que ella había cambiado su forma de entender la sexualidad. En ese momento, no quedó claro por qué, pero cuando finalizaba el programa, ella hizo una analogía entre tener sexo y hacer música. "Cuando pensemos que el sexo es más como la música y el baile que como comer y respirar, estaremos mucho mejor", sentenció la experta. La otra especialista era una artista que, a la sazón, hacía talleres de masturbación para mujeres. Se la vio a ella y a sus alumnas en completa desnudez, antes de empezar la clase, y esa fue la imagen más fuerte de todo el programa. Pero esas conversaciones, que apuntaban a la necesidad del autoconocimiento de cada persona en esta materia, no tenían nada que ver con la algarabía ni la diversión histérica que los conductores se esforzaron en mostrar en Las Vegas.