¿Jeff Bridges como Gandalf? Bueno, eso básicamente muestra este intento de transformar un best seller literario juvenil en una saga rentable del cine. Fantasía heroica que no toma mucho cuerpo, esta es la historia de caballeros y brujas que tiene a Bridges como un caballero mata demonios, Gregory. Barba canosa, aguda mirada que guarda secretos y la voz pastosa de Ian McKellen son parte de la personificación, y su principal rival es Julianne Moore como una Reina-Bruja-Malvada. Hay sobredosis de efectos especiales promedio que funcionan, sí, pero falta la cuota de mafia para convertir a este título en algo distinto al promedio: Bridges, Juliane Moore, la joven y talentosa Alicia Vikander ("The Royal affair") y Olivia Williams, de este modo, hacen lo que pueden, actúan, se esfuerzan, pero el material, el guión y contenido es tan predecible y simple como que de noche va a oscurecer. No hay sorpresas ni talento para innovar en un, contradictoriamente, género -la fantasía heroica- que ofrece tantas posibilidades para la creatividad. "El séptimo hijo" es una película hija de las miles de películas ya vistas en esta fiebre por hacer una saga juvenil rentable. Es verdad que hay mayor solidez en la primera parte, en la presentación de personajes, con el joven héroe a cargo de Ben Barnes enfrentando su destino de "the chosen one", pero sucesivos quiebres muy rápidos y falta de ritmo afectan contra el estatus de la cinta de ser, al menos, solo buena entretención.
"Seventh son". Aventuras. EE.UU/Inglaterra/Canadá. 104 minutos. T.E.