Ya empezó la locura de fin de año. Y está en la cabeza más que en los hechos. Son tantas las variables que dan vuelta en este pobre cerebro nuestro, que la irritación va aumentando por falta de descanso. El cerebro necesita descanso y cuando estamos muy "enchufados" tampoco dormimos bien (aunque durmamos lo suficiente). ¿Cómo silenciar esta cabeza que hace listas de regalos, piensa en recetas, planifica las últimas reuniones de evaluación del año, trata de imaginar las vacaciones, revisa clósets para ver qué les falta a los hijos o mira ternas para elegir al mejor trabajador del año?
No basta la voluntad de parar, hay que además hacer cambios.
Por ejemplo, cantar en el auto ayuda. En vez de las radios llenas de tragedias y música desconocida, llevemos los discos con las canciones de la juventud o la niñez que conocemos y cantemos.
Parece que si cantamos, el cerebro pone en acción el hemisferio derecho y silencia esa cancioncita agobiante que contiene la lista de pendientes.
Respirar también ayuda, concentradamente, tres veces inspirando profundo y soltando el aire despacito.
Lo que más ayuda es parar y mirarnos. Esos que no somos pero estamos siendo. Y hacernos algunas preguntas. ¿Será importante tanto regalo?; ¿habrá que ser tan inteligente en las reuniones de cierre? ¿Importará tanto el precio del dólar y los cálculos y recálculos que debo hacer para pagar? ¿Será que me gusta estar apurado porque me siento vivo/a, vigente, ocupado/a? ¿Será que de tanto secretar adrenalina me he hecho adicto y no puedo parar? Y luego algo de fondo:
¿Qué quiero para este fin de año? En una palabra, sin aspavientos, ¿qué quiero? Y entonces despacito surgirán palabras como paz, armonía, sencillez, conversación, amistad.
Quedémonos con un solo concepto y repitámoslo hasta la saciedad cada vez que surjan la ansiedad y el apuro. Solo para centrarnos, solo para darle al pobre cerebro una sola orden.
PD: pido disculpas a mis lectores por esta columna que parece manual de autoayuda de kiosco, pero no nos da la cabeza para más. Ni a mí ni a ustedes.