María Elena Swett y Jorge Zabaleta vuelven a lo que bien saben hacer. Ella interpreta a una empresaria exitosa, seria y trabajólica; él, a un chileno popular que busca disfrutar de la vida y que no sabe de formalidades. Son la pareja protagónica de la teleserie vespertina que debutó ayer en TVN: Victoria Duque, heredera de una empresa de confites, y Marcos Guerrero, su nuevo chofer.
Apretando las mismas teclas, esta dupla se convirtió en éxito de audiencia con "Aquí mando yo" hace dos años. Entonces fueron una pareja separada con hijas en común, y ahora son jefa y empleado. Pero el tipo de relación es muy parecido. El personaje de Zabaleta es gracioso y el de Swett le hace un buen contrapunto. La dupla tiene química y su interacción entretiene, aunque da la sensación de que es algo que ya hemos visto.
Mayor novedad ofrece la relación que se produce entre los personajes de Diego Muñoz y María Gracia Omegna. Él es el mejor amigo del protagonista y también se convierte en un improvisado conductor. Ella es la hermana de Victoria Duque, desenfadada aspirante a actriz y que no tiene problema en quedar flechada por su nuevo chofer.
En clave de comedia, esta teleserie se apoya principalmente en el contraste entre clases sociales, la misma fórmula que TVN ha usado en sus tres últimas teleseries vespertinas. También se vislumbra un enfrentamiento entre el poder de las inmobiliarias y la tradición de los barrios. Pero las diferencias socioculturales y los personajes de comedia son los puntales de la trama. TVN ha encontrado en esta fórmula la manera de hacerse de la audiencia de las 20:00 horas. Ayer, el capítulo debut obtuvo un promedio de 28 puntos, mientras Canal 13 marcó 12; Mega, 6; y Chilevisión, 5 puntos, en ese horario.