Todos los candidatos a la Presidencia aceptaron la invitación de Don Francisco: ser entrevistados sobre su vida personal en “Las caras de La Moneda”. Unos cantaron, otros bailaron, algunos tocaron instrumentos. Ninguno lloró, aunque el animador harto empeño le puso. El programa, que duró tres ediciones entre el lunes y el miércoles, fue de menos a más. Tuvo un promedio de 15 puntos de rating, lo que es más que bueno, considerando que partía a las 23:30 y se prolongaba hasta pasada la 1 de la madrugada.
El primero capítulo partió con un Don Francisco que no logró una comunicación fluida con el periodista Álvaro Paci y el recurso de hacer participar al público a través de Twitter, situación que fue mejorando en las ediciones posteriores. La primera entrevista, a Michelle Bachelet, fue la menos reveladora de todas. Salvo por un video antiguo en que ella personificaba a una adivina, junto al actor Óscar Castro, no hubo mayor novedad. Las clásicas preguntas de si ha sido una buena madre, si espera encontrar el amor o los recuerdos de cuando estuvo presa con su madre, entre otras, no aportaron algo nuevo; tampoco, verla bailar “El galeón español” junto al animador.
Luego fue el turno de Tomás Jocelyn-Holt, que apareció en bicicleta, con todas sus mañas de dandy, y que aceptó sin molestarse la majadería de un Don Francisco empeñado en que le dijera algo emotivo a su hermano historiador con el que no se habla desde hace 30 años. Alfredo Sfeir, por poco conocido, provocó interés. Aparecieron sus tres hijos grandes y entre todos contaron la historia de la separación de sus padres y el cambio de país cuando eran niños. Conclusión: Sfeir es un padre abnegado.
En los capítulos siguientes, fue apareciendo cada vez más el Don Francisco que maneja la situación y que es capaz de reírse de y con los entrevistados. En el segundo capítulo —el que tuvo más rating: 18 puntos promedio— hubo momentos notables con Karen Doggenweiler, en la entrevista a su marido Marco Enríquez-Ominami, mostrando que cuando dos “animales televisivos” se juntan (ella y Kreutzberger), todo fluye y la magia de la TV saca chispas. En la entrevista a Franco Parisi apareció un Don Francisco asertivo que lo criticó por escudarse en su hermano Antonino en la polémica de las previsiones impagas a profesores de colegios de los Parisi. El animador logró que los aguerridos Marcel Claude y Roxana Miranda parecieran simpáticos y relajados; Evelyn Matthei, dulce, tocando el piano, adorada por hijos y marido, y emocionada por una foto en la que aparecía de niña junto a Claudio Arrau.
Y entre lo sorprendente, al final, el propio Don Francisco hizo algo inédito en él: llamó a los chilenos a votar en estas elecciones por ser “cruciales” para el país.