José Miguel Viñuela estrenó su primer estelar de conversación en TVN, el lunes a las 23:00 horas. La naturalidad y la soltura que había desplegado años atrás en "Sábado por la noche", en Mega, aquí no se dejaron ver. Una escenografía fría y un inicio con luces y fanfarria en un escenario bastante despojado no contribuyeron al clima de intimidad.
Viñuela presentó a su primera invitada, la animadora Fernanda Hansen, que venía a "romper el silencio" (no había aparecido en TV desde la muerte de Felipe Camiroaga). Ambos ya habían pasado un día completo juntos, jornada de la que se mostraron momentos: ambos comiendo con ganas un nutrido desayuno; Viñuela asistiendo a la clase de baile de Hansen, vestido con atuendo que pretendía sacar risas; conversando en el pasto de un parque. En ninguna de esas situaciones se vio real intimidad.
La conversación continuó en el estudio. Mientras Viñuela insistía en preguntar "¿por qué has decidido hablar ahora?" o "¿qué sientes frente a lo que se ha dicho de ti?", citando textualmente a los más ácidos comentaristas de farándula, ella sacaba un arsenal de frases como "necesitaba el retiro", "yo hablo cuando tengo algo que decir" o "no se puede luchar con molinos de viento". De ese diálogo salieron algunas certezas: que hoy a Fernanda Hansen "le brillan los ojos", como dijo Viñuela -aunque ella dice que le brillaban desde antes-, que tiene una nueva pareja y que en su vida está todo bien salvo por "las etiquetas" que le pone la prensa.
Tras la entrevista vino un sketch de personajes que representaban a conserjes del canal (Gustavo Becerra, Rodrigo Meza y Katherina Contreras), con mucho doble sentido y poco gusto. Poco antes de medianoche, apareció la coanimadora María Luisa Mayol y el segundo entrevistado, DJ Méndez, cuya sinceridad y sencillez aportaron más verdad y calidez. El cierre fue con los protagonistas de la nueva teleserie "El regreso". Alejandra Fosalba, Felipe Contreras y Teresita Reyes iniciaron una conversación fluida con los animadores, pero que se vio interrumpida por la sección "El mojón de Viñuela": quien saca la carta más alta puede vaciar un vaso de agua sobre el otro.
En "Vitamina V" -que cosechó 11 puntos de rating , tras C13 (19,3) y CHV (13,3)- se nota demasiado el esfuerzo por ser entretenidos, divertidos, osados y reveladores. Pero esa ansiedad y recursos demasiado externos no llevan a buenos resultados. Es como la carcajada de Viñuela, símbolo del programa: estentórea, pero no necesariamente espontánea.