No cabe duda de que CHV es un canal transversal y con una programación variada, pero el hecho no siempre suma. La misma señal que hace un mes y en horario estelar programó “Chile: las imágenes prohibidas” y la miniserie “Ecos del desierto” —dos joyas televisivas de un año en que los canales se volcaron a revisitar el golpe militar—, la noche del jueves estrenó “Killer Karaoke”, uno de los programas de concursos más sádicos y extremos que ha pasado por nuestra pantalla.
El formato de la productora Zodiak viene precedido del revuelo que generó en Estados Unidos, donde TruTV lo programó con el actor Steve-O, el mismo que se hizo famoso televisando sus locuras en la serie “Jackass” (MTV), presentando las pruebas con participantes que debían tocar arañas, culebras o ratones sin dejar de cantar. La versión local es, prácticamente, calcada de la estadounidense, con la única variante de que acá existe una dupla de anfitriones que integran Cristián Sánchez y Sergio Freire, quien pone la nota de humor.
En el capítulo de estreno, seis famosillos —entre ellos, Pilar Ruiz, Nicolás Yunge y Claudio Reyes— se sometieron a las pruebas. La primera fue sumergida en una piscina con sapos y culebras; al segundo le tiraron arañas y ratones de laboratorio, y al tercero lo hicieron sufrir con choques de electricidad. Todo mientras Sánchez y Freire se mataban de la risa y el resto de los compañeros y el público eran testigos de esta especie de circo romano televisado. Los televidentes, en todo caso, no fueron convencidos por este show: el programa marcó 13,1 puntos y quedó tercero en su horario tras “Vértigo” (19 puntos), “Socias” y “Medianoche” (16,1puntos).
¿Quién ganó, entonces, con el bullado debut de “Killer Karoke”? CHV claramente no, ni en marca ni en rating. Tampoco Cristián Sánchez, un soldado disciplinado que ha sorteado todos los desafíos que el canal le ha puesto enfrente: hizo farándula (“SQP”), un estelar de talento (“Talento chileno”), el Festival de Olmué y hasta un reality show (“Amazonas”), una lista tan disímil que deja en evidencia que el canal debiera preocuparse más de perfilar a uno de sus rostros fuertes. ¿Y el público? El público fue el más damnificado con este programa que intenta apelar al morbo y la provocación, pero que no hace ningún aporte en contenido.