Señor Director:

Coincidiendo con el llamado del colega Arturo Prado Puga para incentivar la afiliación al Colegio de Abogados, considero que las nuevas condiciones del ejercicio de la abogacía superan lo puramente cuantitativo, representado por el alto número de abogados que anualmente se incorporan a nuestra profesión y que no se adscriben al gremio.

Cada vez son menos quienes ejercen individualmente, de forma tradicional y casi artesanal, como se hacía algunas décadas atrás, y no están en condiciones de competir con los estudios jurídicos, que, sobre la base de grandes inversiones y medios, agrupan a decenas de colegas. Tampoco pueden hacerlo con las defensorías públicas que cuentan con aportes estatales. Ante esa situación, muchos abogados se contratan asalariadamente y muchos otros no tienen otra alternativa que laborar precariamente con ingresos inestables, sin seguridad social y con menores medios materiales para un adecuado desempeño profesional, lo que deriva en una asistencia legal de menor efectividad.

El Colegio de Abogados no se ha hecho cargo de esta realidad que explica, en gran medida, el escaso interés en incorporarse a él. Muchos colegas jóvenes prefieren organizarse laboralmente, en sindicatos y asociaciones de funcionarios públicos en defensa de sus derechos laborales, sin que los directivos del Colegio tengan la menor expresión de solidaridad al respecto. La gestión directiva se ha ido reduciendo a una élite de abogados de altos ingresos y de dilatada trayectoria.

Mientras, aumenta el interés de la población para que se reconozcan sus derechos sociales e individuales, a través de acciones judiciales como recursos de protección por los costos de las isapres o en defensa del medio ambiente. La asistencia de un profesional del derecho ha dejado de ser un privilegio de unos pocos, se ha transformado en una necesidad pública. Estas nuevas condiciones desafían al Colegio de Abogados a asumir los actuales problemas del ejercicio de la profesión y que afectan a la mayoría de nuestros colegas, ya que si persiste en ignorarlos, su extinción como organización natural de estos será cosa de tiempo, lamentablemente.

Pedro Aravena Rivera
Abogado