Señor Director:
El editorial del 12 de abril, titulado "Legislación y cultura", señala que antes del 21 de mayo se enviará al Parlamento un proyecto que crea el Ministerio de Cultura y Patrimonio, cuyo articulado se desconoce, y anticipa una larga discusión que podría extenderse más allá de 2018. Agrega que la reforma a la institucionalidad cultural, que data de la administración del Presidente Lagos, "requiere un amplio debate no solo legislativo, sino también uno en el que participen la ciudadanía y las instituciones públicas y privadas que intervienen en la actividad cultural chilena. Sería, desde luego, un error legislar con apresuramiento".
Comparto tales juicios y agrego que, en ese escenario, no es aconsejable presentar un proyecto cuando un gobierno termina su mandato sino dejarlo, por su relevancia, para el inicio del siguiente, cualquiera este sea.
Recuerdo que el gobierno del Presidente Eduardo Frei presentó en su último año un proyecto de institucionalidad que creaba una Dirección Nacional de Cultura, que su sucesor debió reemplazar completamente, a muy poco de iniciar su período, mediante una indicación sustitutiva que proponía la creación del actual Consejo Nacional de la Cultura.
Un gesto republicano del Presidente Piñera sería someter su propuesta hasta hoy desconocida a los diferentes comandos presidenciales para que sea el próximo gobernante quien encabece, con la fuerza del inicio de período, un eventual perfeccionamiento de la actual institucionalidad cultural.
Arturo Navarro
Director Ejecutivo Centro Cultural Estación Mapocho