Hace más de diez años, recuerdo haber leído una entrevista a "la Cuca" -conocida dueña de parrilladas, discotecas y moteles- vanagloriándose de los tres colegios de los que era sostenedora. Evidentemente, algo no cuadraba.
Desde esa fecha hasta hoy, son cientos los colegios subvencionados que surgieron. Unos sin fines de lucro en manos de fundaciones, otros "con fines de lucro indirecto" en manos de iglesias (que ayudan a financiar la congregación o permiten hacer proselitismo) y otros con fines de lucro a secas, en manos de buenos y malos empresarios. En paralelo, se desarrollaron universidades privadas serias y otras "universidades callampas" con fines de lucro, que no tenían las condiciones mínimas para existir.
El resultado de todo es lo que estamos viviendo hoy. Y explica la nueva "marcha contra el lucro" de esta semana. También explican las declaraciones de Bachelet al The Clinic: "No se puede lucrar con los recursos públicos", señaló.
¡Qué duda cabe! El lucro cayó en desgracia. Su condena a muerte ya se instaló y es el culpable de todos los males de nuestra sociedad. Hoy las miradas están puestas en la educación. Pero mañana serán otros. Dirán que es vergonzoso pagarles el agua a unos señores españoles. Y qué decir de las carreteras: ¡Pagar por andar y más encima a colombianos! Basta de lucro con nuestros recursos naturales, ¡Vamos por el cobre entonces!
Mientras tanto, ya apareció un nuevo eslogan: "fin de los abusos", que está también relacionado con el lucro. ¿De dónde surgen los abusos? ¡Del lucro! Primero vendrá la salud. Luego las AFP. Después el retail . Y así seguiremos hasta exterminar el cáncer.
De lo que no se dan cuenta quienes utópicamente culpan al lucro de los males es de que muerto el lucro no se llega al paraíso... se llega a Cuba (el mejor ejemplo de una sociedad sin lucro detenida en el tiempo).
El lucro no tiene la culpa. El propio Tomás de Aquino en el siglo XIII se dio cuenta de que "nada impide que ese lucro sea ordenado a un fin necesario o incluso honesto". Los problemas que hemos visto no son del lucro. Son de la excesiva desregulación de algunos mercados. La aparición de las "universidades del Mar" es fruto de eso. Igual cosa con los "colegios Cuca".
La educación -por los altos montos involucrados, la escasez de información y los tiempos implicados- debió haber estado fuertemente regulada desde un inicio, como, por ejemplo, lo está la banca. Esperar que caigan los malos -como la fruta podrida-por su propio peso es demasiado costoso.
En cualquier mercado, una buena regulación puede compatibilizar perfectamente lucro, calidad y beneficio para la sociedad. Por el contrario, la utópica creencia de que sin lucro todo funciona mejor termina casi siempre chocando con un muro. Ejemplos hay miles.
Pero ya es demasiado tarde. La consigna quedó. Y la culpa no es solo de la izquierda o de los movimientos sociales. El exceso de dogmatismo de la derecha y el no darse cuenta de que para defender al mercado no necesariamente hay que defender a los empresarios los hicieron terminar muchas veces amparando lo indefendible y avivando las brasas de la calle.
Hoy, los vientos vuelven a soplar en favor de la Concertación y los motores de la aplanadora ya se han puesto en marcha. Solamente queda por ver hasta dónde llegará. Lo que es seguro, -parafraseando el dicho español "que muerto el perro se acabe la rabia"- es que muerto el lucro no se acabará la rabia. Por el contrario, recién entonces nos daremos cuenta de que no solo no era el verdadero culpable, sino que el remedio será peor que la enfermedad.