Contra todos los agoreros, particularmente de la derecha, la oposición unida avanza. Precisamente de eso se trata las tres p: primarias, parlamentarias y programa. En materia de primarias, se ha logrado la elaboración de un texto que comprometa a sus participantes a concordar un cronograma y una forma de participación en la primaria legal del 30 de junio. Ha habido discrepancias sobre temas procedimentales, pero permanece la voluntad inquebrantable de concurrir a las primarias y reconocer su carácter vinculante.
La segunda p, su objetivo es claro: lista única parlamentaria de la oposición, cuyo objetivo evidente es asegurarle un respaldo legislativo contundente al programa de transformaciones profundas que llevará a cabo el próximo gobierno. Esta es la negociación más compleja, porque el legítimo interés de competencia y de desarrollar fuerza propia por cada una de las fuerzas que integra la oposición se ve constreñida por la camisa de fuerza del sistema electoral binominal. Es mucho más fácil lograr acuerdos en la derecha -con solo dos partidos- que en la oposición unida, que por ahora y esperando ampliarse agrupa a seis fuerzas políticas. Sin embargo, igual que en el acuerdo sobre las primarias, debiera imponerse la voluntad política unitaria que ya mostró su éxito, en la elección de alcaldes como de concejales. Asimismo, se visualiza un promisorio futuro con la presencia -eventual- de nuevas fuerzas, como el movimiento del senador Alejandro Navarro y del PRI, de incorporarse a la convergencia opositora; así como la voluntad expresada por el PRO de ser parte del esfuerzo de unidad parlamentaria para romper el binominal.
Pero es en la tercera P, el programa, y contra todo pronóstico pesimista, la oposición unida avanza sostenidamente. Es así como ya existe un documento unitario en manos de los presidentes de partidos de oposición que contiene tres aspectos. A saber, un objetivo programático estratégico, un método de consulta y diálogo con la ciudadanía y sociedad civil; y la definición de cinco ejes programáticos, que expresan la unidad de la oposición, y la demanda de cambios en la sociedad chilena que interpreta a la mayoría.
El objetivo estratégico plantea que "un nuevo ciclo se inicia en Chile, en el que los esfuerzos deben estar en la construcción de una convivencia plenamente democrática para una sociedad más igualitaria". Este objetivo debe ser conversado con la ciudadanía y por eso la oposición ha establecido un cronograma de diálogos en todo el país, en sus 15 regiones, y con la mayor cantidad de organizaciones de la sociedad civil y de los movimientos sociales, iniciándose este despliegue a partir del mes de marzo. Pero también queremos dialogar con nuestros partidos, la ciudadanía y los movimientos sociales sobre los cinco ejes que debieran marcar la transformación de la sociedad chilena, por ejemplo: el primer eje habla de "los cambios constitucionales y políticos para profundizar la democracia", y su fundamentación es que "Chile necesita una nueva Constitución y un nuevo marco político y constitucional, que supere el origen ilegítimo de la actual Constitución, dotando a las instituciones del país de una nueva normativa que recree y fortalezca el vínculo democrático entre los ciudadanos, el Estado y sus instituciones".
Además, es imprescindible, como segundo eje, la consagración de los derechos sociales y la necesidad de una efectiva reforma tributaria, cuyo fundamento es que "la sociedad chilena ha explicitado su deseo de contar con el resguardo, seguridad y dignidad en la satisfacción de sus derechos fundamentales".
Nuestro tercer eje son las reformas laborales para un Chile más justo e igualitario, cuyo fundamento es que el país necesita un nuevo Código del Trabajo y una revisión profunda de la legislación laboral. "El principal origen de la desigualdad social se encuentra en los bajos salarios y el empleo precario".
El cuarto eje considera un nuevo Estado para un nuevo modelo de desarrollo económico-social, lo que se sostiene en que "la organización del Estado de Chile debe pensarse desde la responsabilidad social y la solidaridad colectiva, buscando la superación del abuso, de la desigualdad, de las injusticias, y por otra parte, buscando un desarrollo productivo con tecnologías avanzadas, valor agregado, productividad y empleo de calidad".
El quinto eje tiene como objetivo políticas para el desarrollo regional, equidad territorial, sustentabilidad y protección medioambiental. Para ello "es necesario que la nueva estrategia de desarrollo para el país sea depositaria de las expectativas ciudadanas de desarrollo colectivo e individual para todas las regiones y comunas del país".
Como se aprecia, la oposición sigue avanzando en las tresp que darán curso a la V de la victoria.