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RenovarViaje al interior de las almas DC
"Las candidaturas de Ximena Rincón y Claudio Orrego las analizan como un dato testimonial. Es como si los acontecimientos hubieran corrido más rápido y hubieran pasado un poco por encima de las campañas de la senadora y el ex alcalde, que deben medirse el 19 de enero..."
¿Cómo le explicaría usted a un camarada de Cachiyuyo la encrucijada en que ve hoy a la DC, enredada en discusiones sobre cómo abordar un "acuerdo de vida en común" con el Partido Comunista?
La misma pregunta le hice a un importante líder de la directiva de Ignacio Walker y a un dirigente de la disidencia.
(A ambos les aseguré reserva de sus nombres, en un intento por aproximarme al alma DC en momentos en que discuten aspectos clave de su identidad).
Antes de entrar al fondo del asunto, me dijo el dirigente oficialista:
-La Democracia Cristiana es experta en controversias y siempre ha estado en el ojo del huracán en materia de políticas de alianzas. Hay que acordarse de la frase de Narciso Irureta: él decía que para la derecha siempre seremos la otra cara de la izquierda; y para la izquierda, la nueva cara de la derecha. Ésa es nuestra historia, es el sino de la DC. Nada nuevo bajo el sol, le diría al camarada, y él va a entender.
Y del otro lado de la vereda, mi chascón interlocutor:
-Éste es un debate que no se debiera haber planteado, porque la verdad es que llevamos más de 20 años trabajando con el Partido Comunista. Fuimos nosotros los que encabezamos la derogación del artículo 8° de la Constitución que prohibía el pensamiento marxista. Y en las segundas vueltas, tanto de Lagos como de Bachelet, esos 250 o 300 mil votos que hacen la diferencia en las elecciones actuales, fueron aporte comunista al triunfo. Ahora fuimos más allá y llevamos candidatos únicos a alcalde.
Lo real es que ya van 15 días de discusión sobre cuánto avanzar y cuánto no, en alianzas con el Partido Comunista. En el fuego se cruzan las tendencias internas, y los concertacionistas toman posiciones. Esto, mientras se van cumpliendo fechas que para la DC son claves.
Lo conversé con personalidades democratacristianas de diversas sensibilidades y lo que me quedó claro es que la oportunidad en que se levantó el tema no fue una casualidad, sino que la dio el momento de fortaleza con que Walker y su gente quedaron después del buen resultado municipal. Lo que también me quedó claro es que estas definiciones apuntan muy directamente a la performance que esperan tener en un eventual nuevo tiempo de Bachelet. Y, siempre dentro del trasfondo, la entrada de Gutenberg Martínez al ruedo le dio a la discusión un peso específico.
El pronunciamiento de la directiva de Ignacio Walker no va a cambiar aunque haya agendado reunión "bipartita" con Guillermo Teillier el jueves próximo, por primera vez después de que se tiraran los peores platos por la cabeza.
Lo suyo es un SÍ a las alianzas electorales con el PC como la que hicieron para los alcaldes; un NO a constituir una alianza política, es decir, una nueva Concertación o como se llame; un NO que puede convertirse en SÍ en cuanto a construir una coalición de gobierno. "Convergencia", es el nombre que prefieren darle. Con las condiciones clásicas de valorar Derechos Humanos y Democracia; de rechazar toda forma de dictadura y de violencia política.
"El PC es un partido respetable, que cumple cien años y honra sus compromisos, me argumenta un líder de los gobernantes príncipes. Pero las diferencias que tenemos con ellos son muy de fondo. Jamás han tenido un asomo de autocrítica respecto de la URSS; este mismo mes de noviembre le dieron su apoyo al régimen de Siria que ha asesinado a 60 mil personas desde el año pasado; además de sus relaciones con Corea del Norte y el régimen cubano. Eso nos obliga a sincerar las cosas. No podemos mirar al techo y hacernos los lesos".
Desde el lado chascon aun no comprenden "la estupidez" de que la directiva de Teillier haya apoyado a Siria. Y no le dan importancia. Su posición la precisan así:
Una cosa es un pacto político electoral y también uno de gobierno, para darle gobernabilidad al país. Otra cosa es una alianza política. Ideológicamente tenemos una distancia insalvable con el PC. Nosotros somos comunitaristas, y ellos, marxistas estatistas.
El relato explica mejor la diferencia con la postura oficial.
"El pacto que hicimos con el PC para la elección de alcaldes hizo que les entregáramos los votos y la confianza para que administren comunas que son la primera relación de la gente con el poder del Estado. Entonces, por favor, un poquito de coherencia. No se les puede decir a los comunistas, ustedes llegan hasta aquí, no más. Eso no es democracia. Lo mismo puede decirse de su participación -por primera vez desde 2009- en la Cámara de Diputados".
La irrupción de Gutenberg Martínez es uno de los "hitos" de la actual polémica, porque el "gran influyente" no se juega en cualquier batalla, sino en las muy escogidas.
El comentario es que Gutenberg es el encargado de proteger las relaciones internacionales de la DC, que son importantes y también vitales para muchos proyectos. Y para los democratacristianos del mundo, la sola existencia de un Partido Comunista como el chileno es una excentricidad.
Gutenberg ha apuntado a la defensa de la identidad decé con una mirada larga, cosa que dejó en claro en sus declaraciones. Es un tema en el cual ha estado trabajando hace tiempo desde su reducto académico. Su empeño consiste en rescatar ese espíritu democratacristiano que los hacía ser influyentes en todos los ámbitos de la vida del país, en muchos de los cuales está ausente hace un rato. Él quisiera verlos en el mundo privado de los emprendedores, también en el de las instituciones sociales, papel que en los momentos de más gloria desempeñaron. En la visión de Martínez está la idea de que los 20 años de Concertación estatizaron de alguna manera el espíritu democratacristiano y que eso los ha hecho sentirse huérfanos desde que la Concertación perdió el gobierno y ansiosos por recuperarlo. Lo que este "gurú" quisiera, es verlos pararse en sus propios pies, privatizados e influyendo.
Las candidaturas de Ximena Rincón y Claudio Orrego las analizan como un dato testimonial. Es como si los acontecimientos hubieran corrido más rápido y hubieran pasado un poco por encima de las campañas de la senadora y el ex alcalde, que deben medirse el 19 de enero. Lo esperable y el mejor de los mundos es que unos 25 mil camaradas lleguen a votar.
"No es imaginable una primaria el 30 de junio sin presencia DC", sostiene la gran mayoría. Sobre todo en un país tan presidencialista. "Los mejores momentos de la DC en la historia son cuando da peleas cuesta arriba," es otro de los comentarios que recogí. "Vale la pena el esfuerzo de las candidaturas, sobre todo porque esperamos que a la primaria presidencial de la oposición vayan todos, también Velasco y el MEO".
Debo decir, sin embargo, que también me encontré con quienes habrían visto un camino interesante, ahorrándose la primaria partidaria y apoyando a Andrés Velasco, con quien trabaja, por lo demás, una serie de connotados decé.
En la apuesta parlamentaria es donde vi más pasión.
Están de cabeza en el trabajo del acuerdo opositor, una vez decidido en la Junta, que en este terreno no ha lugar a primarias. Dándole una plataforma programática para combatir lo más que se pueda los arranques díscolos y reclutando a buena gente que se tiente, sobre todo por el Senado.
"Somos la bancada más numerosa de senadores y eso hay que mantenerlo."
De ahí los fichajes de René Cortázar para el que aún no está definido el lugar por el que competiría; de Alberto Undurraga y su opción de dar la pelea a Guido Girardi en Santiago Poniente; de Carolina Goic, a quien quieren ver en el sur. Con los socialistas quieren hablar del futuro de Frei y de Escalona en primerísimo lugar.
Las definiciones parlamentarias están, en todo caso, muy sujetas a los eventos que vienen: la elección de directiva en marzo y... a la evolución del caso Bachelet.
Para mi sorpresa, aún no dan por desechada la posibilidad de avanzar durante este gobierno en el tema de la derogación del sistema binominal, "una verdadera jaula en la que estamos todos encerrados y que nos obliga a las alianzas y pactos".
Algunos argumentos con los que mantienen viva la esperanza de reanudar las conversaciones que se iniciaron con Renovación Nacional son:
-"El Presidente Piñera ha expresado interés en esa reforma política para la que convidó a conversar incluso a los ex presidentes; puede que, al finalizar el gobierno, quiera insistir".
-"RN tiene aquí un bastión importante para diferenciar a Allamand de Golborne".
-"Por primera vez con este ministro del Interior, después de dos años y medio, fuimos invitados a La Moneda como directiva DC; eso puede dar pie a conversaciones y animar posibilidades de acuerdos".
Cómo se miden las fuerzas hoy en la decé , lo veremos en marzo cuando compitan Aldo Cornejo y, lo más probable, Ignacio o Patricio Walker.