David Reyes

La que pasó fue una semana tensa para Universidad de Chile. En la cancha, el equipo había igualado con Ñublense por el campeonato local y después volvió a empatar ante Independiente del Valle por la Copa Sudamericana. Los pobres resultados, además, vinieron acompañados de polémicas públicas que involucraron a Marco Antonio Figueroa, las que provocaron la reprimenda del directorio azul al DT.

Frente a Antofagasta la U tenía la obligación de disipar las dudas que la han acompañado esta temporada, y también levantar la moral para la revancha del jueves en Ecuador con Independiente del Valle por la Sudamericana, que los azules necesitan ganar o empatar por dos goles o más.

Y lo que se vio ayer fue un show que le devolvió el aire al cuestionado "Fantasma", con una actuación consagratoria del mayor precio del fútbol chileno: Patricio Rubio, autor de cuatro goles en la fría tarde de Santa Laura.

El ex delantero de Unión Española disipó, de paso, los cuestionamientos directivos por el alto costo de su pase: US$ 1,65 millones. Asimismo, Rubio eclipsó la actuación de otros jugadores que levantaron su nivel a costa de la irreconocible presentación del visitante, que no tuvo respuestas ante el incesante asedio azul del primer tiempo.

Roberto Cereceda y Sebastián Ubilla -quien aprovechó la sociedad con Rubio- también destacaron en la tarde que hace rato esperaban los hinchas de la Universidad de Chile, impacientes por la irregularidad del equipo. Falta saber, eso sí, si la goleada sobre los nortinos fue el embalaje hacia el despegue definitivo o si fue un oasis en el desierto por el que ha transitado la U en el último tiempo.