Tres alternativas para enfrentar el cracking en cerezas
La partidura es uno de los problemas que genera mayores daños económicos a la producción de cerezas del país. Conozca las principales medidas para enfrentarla a continuación.
Daniela San Martín.
Cerezas con partiduras o cracking luego de una lluvia intensa.
Crédito: El Mercurio.
A medida que se acerca la fecha de cosecha, aumenta el temor de los productores de que caiga alguna lluvia inesperada que pueda producir algún daño en la fruta como partiduras o cracking.
En ese contexto, es importante que sean capaces de enfrentar esta problemática, con el fin de mantener a salvo su fruta. Para ello existen una serie de posibilidades que, si bien no solucionan el problema de forma definitiva, pueden ayudar a atenuar los efectos negativos.
Ilusión partida
El cracking o partidura se caracteriza por agrietar la piel del fruto, tanto en la zona peduncular como en la ecuatorial y calicinal, es decir, en su parte superior, lateral e inferior.
Este fenómeno se produce durante la lluvia, por medio de un proceso de difusión del agua llamado osmosis. En palabras simple, esto significa que el fruto en su interior posee una alta concentración de sólidos, donde destacan los azúcares, a diferencia de lo que ocurre con el agua que cae sobre él, cuyo fin es ingresar al interior de la fruta para igualar las concentraciones. Esta situación genera un aumento de presión o turgencia al interior de las células, similar al que ocurre cuando a un globo se le inyecta aire. Cuando este aumento de presión supera la capacidad de la piel para extenderse, el fruto se raja.
La única forma que tiene la fruta madura de eliminar este exceso de agua es a través de la transpiración, por lo que factores como la alta humedad o el escaso movimiento de aire dentro de la copa del árbol, podrían aumentar la posibilidad de incidencia de la partidura en el fruto luego de una lluvia, según indican estudios realizados por el INTA de Argentina.
Otro factor que puede incidir en esta situación es realizar un riego irregular durante la última etapa del desarrollo del fruto. Para los expertos, un riego inesperado, luego de un periodo prolongado de sequía, puede generar que el fruto crezca de forma abrupta, lo que favorecerá la aparición de partiduras.
La concentración de sólidos solubles al interior del fruto también puede resultar relevante a la hora de hablar de partiduras en cerezos. Según estudios del Centro de Pomáceas de la Universidad de Talca, la fruta con baja concentración de azúcar no muestra partidura luego de una lluvia. Los daños recién se comenzarían a apreciar cuando las concentraciones se encuentren cercanas a los 16° Brix.
¿Qué hacer?
En la actualidad existen tres alternativas para disminuir la incidencia de la partidura en las cerezas, las cuales actúan de forma preventiva a este fenómeno.
-Cloruro de calcio
Una de las más económicas es el cloruro de calcio, cuyo uso se restringe a una aplicación, en concentraciones cercanas al 3%, es decir, entre 500 y 600 gramos de producto por 100 litros de agua.
Daniel Vieira, consultor y especialista en frutales, indica que esta aplicación debe realizarse justo antes de que termine la lluvia, utilizando dos nebulizadores: el primero removerá el agua de lluvia; y el segundo aplicará el cloruro de calcio disuelto en agua. “Intercambiamos el agua de lluvia por esta mezcla, y así equiparamos las concentraciones de sólidos dentro y fuera para que disminuya el potencial osmótico”, afirma.
El especialista asegura que para que este producto tenga el efecto esperado es clave aplicarlo justo antes de que la lluvia pare por completo. “No se debe esperar a que el agua de la lluvia se seque”, agrega.
Sí bien es cierto que es el método más económico, los expertos recomiendan su uso en cultivos ubicados en zonas de menor riesgo de lluvias tardías.
-Esteres de sacarosa
Otra alternativa para enfrentar esta problemática son los esteres de sacarosa, productos químicos, basados en ácidos grasos naturales, que generan una película transparente en la fruta que actúa como barrera física, evitando el contacto directo del agua con la superficie del fruto.
Este tratamiento, a diferencia del primero, debe realizarse antes de que la fruta se vea expuesta a la lluvia y consta de dos o tres aplicaciones. La idea es darle tiempo a la capa de ácidos grasos para que se forme, por lo que la primera aplicación debería realizarse, idealmente, justo cuando la fruta comienza a tomar color.
La cantidad y método de aplicación de este producto, dependerá del laboratorio fabricante y de las especificaciones técnicas que se indiquen en la etiqueta.
-Coberturas
El método más efectivo para prevenir la partidura de frutos es, sin duda, la cobertura plástica. Si se extiende desde la pinta en adelante, esta herramienta es la única que entrega el beneficio de adelantar la cosecha en alrededor de 10 días. Esto debido a que la cobertura genera un efecto parecido al del invernadero, que permite el desarrollo de brotes más vigorosos.
Esta tecnología permite, además, contrarrestar los efectos de una helada, ya que impide que el calor se escape.
“El uso de plástico es lo ideal. Ojalá todos pudieran utilizar este método, ya que se ha demostrado que es lo más efectivo para evitar cracking de huerto”, asegura Daniel Vieira.
Por ello el especialista recomienda considerar esta inversión como un seguro a largo plazo, ya que a pesar de involucrar una alta cifra de dinero, equivalente a cultivar una hectárea de cerezos, su vida útil puede superar los cinco años. Además, puede marcar la diferencia entre una temporada buena y una mala. “Basta que la producción se vea salvada sólo un año para que esta inversión se pague por completo”, asegura el experto.
Existen dos tipos de estructuras para cubrir los cultivos: el techo y el macrotúnel. La elección de la alternativa correcta dependerá de la geografía y el clima del huerto, sus características y la variedad plantada.
El techo está diseñado para cubrir la parte alta de los árboles. Su estructura es de forma piramidal y se encuentra dispuesta en hileras independientes. El espacio entre hileras se deja libre de cobertura con el fin de beneficiar el movimiento del aire.
En cuanto al tipo de plástico que se utilizará, se debe considerar la transmisión de luz. Una intensidad lumínica inferior a la requerida por la variedad puede generar que la planta disminuya su producción o incluso que entre en estado vegetativo.
Por lo general, durante la temporada, los plásticos utilizados quedan expuestos a agentes externos que pueden maltratarlos, como la radiación solar, vientos e incluso pájaros, por lo que dependiendo del manejo y cuidado que se tenga con el material, éste puede durar al menos cinco temporadas, según explica Vieira. Este método en la actualidad es utilizado desde la Región de O´Higgins al sur. Su valor fluctúa entre los 15 mil y 20 mil dólares por hectárea. Por ello se recomienda cubrir, en primera instancia, las variedades más valiosas, es decir, aquellas más tempranas o las más tardías en la zona sur.
El macrotúnel o túnel alto, en tanto, es una estructura construida con arcos de tubos de PVC o hierro galvanizado y cubierta por una o más capas de plástico. Existen diversos tipos de macrotúneles: móviles, retráctiles, mecanizados, con ventilación automática e incluso con sistemas de enfriamiento o calefacción, por lo que su costo puede superar los 50 mil dólares por hectárea.
En nuestro país, por lo general, se utilizan versiones más básicas, es decir, fijas o móviles, con aperturas manuales, donde un operario debe abrir o cerrar las cubiertas de cada sección. Su costo bordea los 20 mil o 30 mil dólares por hectárea.
Métodos para combatir el cracking
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Cloruro de calcio |
Esteres de sacarosa |
Cubiertas de plástico |
Valor ($)* |
$ |
$$ |
$$$ |
Durabilidad |
1 temporada |
1 temporada |
Al menos 5 temporadas* |
3 meses |
1 |
2 a 3*** |
1 |
* Valores no proporcionales.
** Dependerá de la durabilidad del plástico utilizado.
*** Dependerá de las especificaciones del fabricante. |
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Fuente: El Mercurio
Excepción a la regla
Ninguno de estos métodos es 100% efectivo cuando las lluvias son superiores a los 15 mm. Esto se debe a que con este rango de precipitaciones se genera una saturación de agua en el suelo, por lo que el árbol además tomará agua por las raíces. Esto generará una diferencia en el potencial osmótico y una absorción de agua de manera brusca por parte del fruto, lo que terminará en una partidura.