Atención a suscriptores
Santiago de Chile.   Mié 24-04-2024
13:39
En primera persona
Novedades y proyectos de escritores contados por ellos mismos
Hernán Rivera Letelier
18 de Noviembre del 2021

Caso único en la literatura chilena, Hernán Rivera Letelier (Talca, 1950) saltó a la fama en 1994, con la publicación de su primera novela, La reina Isabel cantaba rancheras. Hasta entonces trabajaba como operario en la oficina salitrera Pedro de Valdivia; había escrito poemas y cuentos, y ganado algunos concursos locales en ambos géneros. En adelante, publicaría quince novelas ambientadas en la pampa salitrera, entre las que se cuentan Himno del ángel parado en una pata, El fantasista, Santa María de las flores negras y La contadora de películas, y cuatro novelas policiales con el Tira Gutiérrez y la hermana Tegualda como la pareja de investigadores. Distinguido por el ministerio de Cultura de Francia como Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, su obra ha sido premiada, traducida a varios idiomas y adaptada al teatro y al cine.
En los días de cuarentena decretadas por el bicho, teníamos dos opciones si queríamos escapar del encierro: cavar un túnel o trepar al tragaluz. El túnel llevaba a viaductos oscuros y depresivos, y muchas veces desembocaban en el suicidio (a mí se me ahorcaron dos amigos poetas), y por el tragaluz se volaba directo a la creación.

Yo vi desde el comienzo de mi encierro que la literatura sería mi escalera para llegar al tragaluz. Y diariamente subía y me echaba a volar de madrugada, y no volvía al encierro sino hasta la noche, y a puro dormir.

En el año y medio que me tuvieron más encerrado que el Chapo Guzmán -no me dejaban ni sacar la basura- le di la última pulida a El secuestro de la hermana Tegualda y se lo entregué a la editorial. Y me embaracé de nuevo. Y no fue una sola historia la que fecundó el óvulo de la creación, pues resultaron trillizas. Tres novelas cortas. Como nacieron antes de tiempo, las tengo a las tres en incubadora. Mientras tanto he comenzado a trabajar en otra.  

Si alguno me pregunta de donde me llegan tantas historias, si soy sincero debo decir, como decía un amigo que se las daba de educado: no tengo la más ramera idea.

Ahora mismo estoy revisando el guion de La contadora de películas, que al fin comenzarán a filmar en marzo del año próximo. Es una producción franco-española-chilena que me da mucha confianza. Soy un convencido de que saldrá una hermosa película. Por lo pronto, el guion, escrito por Rafa Russo y Walter Salles, está maravilloso. La dirección está a cargo de la danesa Lone Scherfig.

Por otra parte, la película que hicieron los brasileños con mi novela El Fantasista, titulada para el film como "El ultimo juego" y dirigida por Roberto Studart, estuvo exhibiéndose en Santiago en el Festigol, a principios de noviembre.

En tanto, Alfaguara, mi casa editora, está haciendo reediciones de mis novelas y con nuevas portadas. El artista a cargo de las ilustraciones de las nuevas cubiertas, que están quedando fantásticas, es Julio Valdés B. En cuanto a la fotografía de solapa del autor, sigue perteneciendo al ojo mágico del fotógrafo antofagastino Glenn Arcos.

Ah, y después de más de dos años, he comenzado a viajar para dar charlas en distintas ciudades. Ahora último estuve en Puerto Montt, una de mis ciudades favoritas.

Esas serían las últimas novedades de un sobreviviente a dos infartos y a más de dos años de pandemia (por no decir nada de la presencia del paracaidista, el cabrón inglés, míster Parkinson).
Anteriores