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Santiago de Chile.   Mar 23-04-2024
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Novela
Largo pétalo de mar
Autor: Isabel Allende
Editorial: Sudamericana
Año de publicación: 2019
Número de páginas: 378
Valor de referencia: $22.000
ESPAÑA EN EL CORAZÓN
Crítica publicada el 2 de junio de 2019 en Revista de Libros de Artes y Letras.
 
por Camilo Marks 

Ya en La casa de los espíritus, primera novela de Isabel Allende, la narradora introduce la figura de Pablo Neruda como uno de los caracteres omnipresentes del relato. Con posterioridad, ha recurrido a la vastísima producción del vate mediante numerosas alusiones e incluso ha dicho que tiene a cada uno de los poemarios de Neruda como libros de cabecera. Allende es una gran conocedora de todo cuanto ha publicado Neruda y no puede caber duda de que se sabe incontables versos suyos de memoria. Largo pétalo de mar, su más reciente novela, conforma una cita nerudiana. Sin embargo, hay más: cada capítulo del tomo contiene epígrafes de Neruda y a lo largo de la trama encontraremos transcripciones de textos originales suyos. En cierto modo, Largo pétalo... constituye un saqueo a cuanto escribió el gran bardo, una evocación de su personalidad, un tributo a quien fuera el poeta chileno más conocido del siglo XX. De hecho, en los créditos de este volumen se mencionan unos treinta ejemplares cuyo autor es Neruda. Tal especie de orgía nerudiana debe agradecerse, porque a nadie puede hacerle mal un recordatorio del genial creador; y aunque fuera solo por eso, esta entrega de Allende vale la pena. Por último, aun cuando Neruda no sea el actor principal de Largo pétalo..., aparece como el gestor de la hazaña de haber transportado a Chile a más de dos mil refugiados españoles en el barco Winnipeg.

Los protagonistas de Largo pétalo... son Roser Bruguera y Víctor Dalmau, ambos catalanes y ambos combatientes por la causa republicana. Ellos nos acompañarán desde el comienzo de la crónica hasta su última página. Roser empieza siendo cuidadora de cabras, para luego caer bajo el influjo de los Dalmau y convertirse en eximia pianista; y tal cual ocurre con cualquiera heroína de Allende, desempeñará múltiples oficios, algunos menores y otros tan arrojados que llegan a ser indomables. Víctor ejerce como médico y debe atender a los miles de heridos que llegan del frente de batalla, realizando operaciones de riesgo o bien ayudando a morir a quienes no tienen esperanza de salvación. De nuevo, para ser un digno héroe de Allende, ejercerá tan variados trabajos y estará a la cabeza de tantísimas aventuras, que el solo enumerarlas rebasa la capacidad de esta reseña. Más o menos la mitad de Largo pétalo... transcurre a fines de la guerra civil española, cuando las tropas nacionalistas la estaban ganando y en cada bando se sucedían espantosas atrocidades, ejecuciones en masa, deportaciones y otros horrores, si bien Allende se preocupa de cargar el lado malo al ejército franquista. La Retirada, como se llamó al éxodo masivo de los derrotados, es descrita con truculenta fruición por la escritora, quien, por boca de los partícipes o por cuenta propia, culpa sin atenuantes a los gobiernos europeos, en especial al francés, por el indigno trato proporcionado a los prófugos, quienes fueron despiadadamente repatriados o encerrados en campos de concentración, donde, tras haber vivido tragedias, penurias y privaciones indescriptibles, apenas subsisten.

Los privilegiados que, tras las gestiones de Neruda, pudieron abordar el Winnipeg con seguridad se salvaron de un destino terrible. La travesía estuvo lejísimos de constituir un crucero de lujo y Allende, nuevamente, nos pinta situaciones que implican degradación humana, con la diferencia de que los viajeros vienen con grandes expectativas, con grandes esperanzas de ser bien recibidos en el último rincón de la tierra. Y vaya que sí lo fueron: pese a los pronósticos agoreros de sectores conservadores, aquí hubo multitudes que aplaudieron su ingreso a Chile, desde Valparaíso hasta la estación Mapocho, para luego ser trasladados a lugares decentes en los que pudieron rehacer sus vidas.

Roser y Víctor, junto a Marcel, hijo de Roser y Guillem, hermano de Víctor desaparecido en el caos bélico, son acogidos por la familia Del Solar, entonces una de las más ricas e influyentes del país, por cierto, de pensamiento ultramontano. Felipe, uno de los vástagos del clan Del Solar, de leves ideas progresistas, aprovecha la ausencia de sus padres para suministrar un alojamiento suntuoso a Víctor y Roser, por más que eso duraría muy poco tiempo. En adelante, Largo pétalo... se desarrollará en variadísimas naciones, ciudades, paisajes y escenarios que cubren fundamentalmente el territorio chileno, pero también otros espacios geográficos alejados de nosotros. Y sus personajes representarán papeles de reparto o bien a líderes de tantas epopeyas que resulta imposible pormenorizarlas. La aparición del patriarcal grupo Del Solar, en particular la de la hermosa Ofelia, allana la base para que Allende dé rienda suelta a las melodramáticas y adornadas historias que son seguidas por millones de lectores, a los amores imposibles o incompatibles, al romanticismo desbocado que caracteriza a la mayoría de sus episodios y a la recalcitrante visión que posee acerca de la clase dominante criolla. Quizá en Largo pétalo... todo esto se note demasiado y quizá a Allende se le pase la mano, dependiendo del punto de vista con que se la mire. Ahora bien, ella tiene todo el derecho a mostrar sus inclinaciones cada vez que compone algo, siempre que ello no afecte el valor estilístico de lo que imprime. Y en Largo pétalo... hay un exceso de caricatura, de simplificaciones, de maniqueísmo. ¿Importa mucho si es entretenida y, tal como ella misma lo ha expresado, nos coge del cuello sin soltarnos hasta el desenlace? Por supuesto que no.
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