El Mercurio - Legal
Versión para imprimir El Mercurio.com
.
Legal | Noticias y reportajes | Noticias y Reportajes | Artículo 2 de 2
Abogados chilenos podrán habilitarse en Inglaterra y Gales
En octubre nuestro país fue incluido en la lista de naciones reconocidas por la Solicitors Regulation Authority, que regula la práctica legal en esos países.
Jueves, 12 de diciembre de 2013 a las 12:40 | Actualizado 12:40
Alejandra Zúñiga C.
“Veía que muchos latinoamericanos contaban con la doble titulación y tenían mejores posibilidades laborales que yo, que había estudiado en Londres, tenía un título parecido al de ellos, pero no provenía de un país con este convenio”, así explica Leyla Nur —quien lleva viviendo ocho años en Reino Unido y desde hace poco más de tres trabaja en un banco de inversiones en la capital británica— su interés porque Chile fuera reconocido como jurisdicción extranjera por la Solicitors Regulation Authority (SRA), lo que se traduce en que abogados internacionales puedan trabajar como tales en Inglaterra y Gales.

“Cuando noté que en la lista estaban Argentina, Perú, Brasil, México y Colombia, por ejemplo, no entendía por qué no estaba Chile y así empecé el trámite con el Colegio de Abogados”, agrega. El resultado fue que en octubre pasado nuestro país pasó a formar parte de la lista de 80 jurisdicciones acreditadas por la SRA, donde la calidad de los profesionales locales y la manera en que son regulados aparecen como requisitos fundamentales para ser incluidos, según explica Charlotte Ford, asesora de política internacional del organismo para las Américas y el Caribe.

Pero esto es sólo el comienzo. Porque una vez que el país en cuestión es parte de la lista, el interesado debe postular para recibir un certificado de elegibilidad. Para ello debe solicitar un certificado del Colegio de Abogados de su país, donde se acrediten sus antecedentes y “buena conducta” laboral, y presentarlo a la SRA con el formulario correspondiente. Una vez aceptado, tendrá cinco años y tres oportunidades para dar los dos exámenes requeridos que, de pasarlos, lo dejarán en igualdad de condiciones con cualquier “solicitor” británico.

Se trata de una situación que mejora las condiciones de los abogados internacionales, quienes antes, como le sucedió a Nur, sólo podían aspirar a un puesto como “paralegal” o procurador, aunque desde hace un tiempo se puede optar también a la figura de especialista extranjero.

Según comenta Iván Harasic, consejero del Colegio de Abogados, este proceso se traduce en que “cualquier chileno, resida o no en Inglaterra, porque también puede ser de interés para personas de acá, pueda postular a ser un abogado con título reconocido en esa jurisdicción”.

Un avance al considerar que antes de este reconocimiento, según comenta Ford, un abogado extranjero que quisiera contar con esta habilitación debía pasar por el proceso completo y oficial que incluye tres años de un programa de derecho a tiempo completo, o un título en otra área más un año de cursos de convalidación, a lo que se suma además un año de un curso de práctica legal y dos años de entrenamiento en una oficina de abogados.

¿Puedo litigar?

Esa es la pregunta que todos se hacen ante la posibilidad de ser reconocido en otra jurisdicción, más aun en una tan distinta a la nuestra como es el common law. Pero en este caso la tradición inglesa les juega una buena pasada a los abogados provenientes formados en el derecho continental, ya que en Reino Unido todavía se mantiene la estricta separación entre el “solicitor” y el “barrister”, donde el primero es algo así como un abogado general, mientras que el segundo es aquel especialista que litiga en tribunales.

Una distinción que aunque en otros países anglosajones, como Estados Unidos, Canadá y algunos estados de Australia, se ha tendido a eliminar, permitiendo que un mismo profesional pueda cumplir ambos roles, se ha mantenido intacta en territorio británico, donde cualquier caso que termine en tribunales debe ser atendido por dos profesionales distintos. “Por eso es mejor no tener un litigio o un pleito aquí, porque es doblemente caro”, señala Nur.

Y ahí es precisamente donde aparece la figura del abogado extranjero, el que al ser habilitado como “solicitor” queda en igualdad de condiciones con el resto de quienes cuentan con el mismo título, provengan del mismo país o de una jurisdicción extranjera. Se trata de un proceso que se fue abriendo con el ingreso del país a la Unión Europea (UE), donde el concepto de libre movilidad e igualdad para todos los ciudadanos comunitarios en tránsito hizo que el estatus del abogado extranjero se flexibilizara y que, por extensión, sucediera lo mismo con el resto de las nacionalidades.

A juicio de la abogada, la SRA detectó el alto número de extranjeros trabajando en Londres y “prefirió regularlos a todos con estos exámenes que aunque antes eran sólo para abogados del common law, luego se ampliaron a los de la UE y ahora se extendieron a muchos otros países que cumplan con los requisitos necesarios”.

Y aunque agrega que lo bueno en estos países es que "valoran mucho tu experiencia antes que tu curriculum académico", en la actualidad —dice— la perspectiva laboral para un extranjero ya no sólo depende del título y la doble habilitación, sino de otros factores como el cambio en las políticas de inmigración, que se ha vuelto más estricta al existir hoy un sistema de cuotas, a lo que se suman los efectos de la crisis económica. Sin embargo, Nur cree que la situación se ve mejor aspectada para los próximos años y que esta posibilidad es ciertamente "una buena inversión" para cualquier abogado.    
.
La evaluación
Para obtener la calidad de abogado es necesario que los postulantes aprueben un examen denominado QLTS, formado por una serie de evaluaciones que miden el conocimiento de la legislación británica. Aunque actualmente son tres las pruebas solicitadas, a partir de enero de 2014 serán sólo dos evaluaciones, ya que se acaba de eliminar aquella que medía las habilidades técnicas legales.

Así, el examen consta de un Test de Opción Múltiple, que consta de 180 preguntas donde se incluyen materias de derecho corporativo, tributario y conductas profesionales, y otro llamado Examen Clínico Estructurado en Objetivos, que incluye juegos de rol sobre la entrevista a un cliente y una presentación oral sobre temas legales.

Ambas evaluaciones se realizan dos veces al año en Londres y aunque no es obligatoria la preparación para ellas, existen una serie de empresas que ofrecen clases presenciales y a distancia para prepararse.

Una vez pasadas con éxito ambas etapas, desde la SRA comentan que “una vez admitido como ‘solicitor’, el abogado extranjero tiene los mismos derechos y responsabilidades que alguien que logró esta calificación siguiendo el proceso completo en Inglaterra o Gales”.

¿Y los costos? Si se aprueban los exámenes al primer intento, el valor es de 3 mil 730 libras para abogados titulados fuera de la Unión Europea.
.
El Mercurio
Términos y condiciones de la Información © 2002 El Mercurio Online