Desde el 6 de septiembre de este año, Verónica Undurraga Valdés, 45 años, es la nueva doctora en derecho del programa respectivo de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, plantel donde también estudió el pregrado. Decidió cambiar su rutina de abogada corporativa en uno de los principales estudios jurídicos de Santiago para volver a estudiar a la universidad y eso marcó un hito en su vida, a la vez que un tremendo desafío familiar, que no duda en calificar como superior al intelectual.
Ya había estudiado un master en la Universidad de Columbia, en NuevaYork, y había vivido tres años en Estados Unidos; ahora casada y con dos hijos todavía pequeños, optó por estudiar en nuestro país.
“Escogí la Universidad de Chile porque me pareció el mejor programa de doctorado en Chile, porque me gusta la forma en que está concebida la enseñanza, sobre la base de seminarios de lectura; porque mis compañeras y compañeros de generación eran profesores universitarios muy destacados, y porque iba a tener acceso a muy buenos docentes”, explica. Su directora de tesis fue Cecilia Medina, ex presidenta de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y ex miembro del Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, a quien considera como la persona que más sabe en Chile sobre el sistema internacional de derechos humanos. “La conocí cuando entré, porque ella formaba parte del comité del doctorado. Se interesó en mi trabajo y me ofreció trabajar con ella en el Centro de Derechos Humanos de la Facultad, donde fui directora del Programa de Mujeres y Derechos Humanos hasta mediados del año 2011”, cuenta.
Durante los primeros años financió sus estudios con una beca Conicyt, y cuando se acabó, volvió a trabajar, el primer año media jornada —en el Centro de Derechos Humanos— y después a tiempo completo, Universidad Adolfo Ibáñez: “Fue muy complejo; en realidad realidad es un logro que haya podido hacer todo”. El título de su tesis es "Propuesta interpretativa del mandato de protección del que está por nacer bajo la constitución chilena en el contexto de la regulación jurídica del aborto", materia que le interesó porque cree que en Chile la discusión sobre qué puede y qué debe hacer el legislador para cumplir con el mandato constitucional de proteger la vida prenatal no está en absoluto clara.
“Quise meterme a fondo a esa discusión, tomando en consideración seriamente todos los intereses jurídicos involucrados en una situación de aborto, siendo los más importantes, por supuesto, la vida del que está por nacer y los derechos fundamentales de la mujer embarazada”, afirma. Y prevé que la discusión sobre el aborto va a ser una de las más importantes que vamos a tener como sociedad en los próximos años.
En este momento se declara “muy feliz” trabajando en la Universidad Adolfo Ibáñez, y preparando los cursos nuevos de la malla general que enseña. Además, cuenta, está escribiendo un capítulo de un libro que se va a publicar en Canadá. “Este año participé junto con profesores de la facultad y con médicos en un curso sobre reproducción y derecho; para el próximo año estamos preparando un curso sobre el trabajo jurídico pro bono, que es otro de los temas que me apasionan”.
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