Lo intentó. De verdad que lo intentó.

Pero no hubo caso. Christian Garín (82º) fue víctima de una clínica de tenis de parte de Novak Djokovic (7º), quien apenas en 62 minutos le propinó un durísimo 6-1 y 6-1 en la primera ronda del ATP de Astana, en Kazajistán.

Jugando como número uno del mundo, el serbio dominó por completo el partido. De entrada logró un quiebre en el primer game del set inicial, ruptura que repitió dos veces para llevarse la manga con demasiada comodidad. En el segundo set, Garín intentó una reacción, logró ganar su primer juego de saque (salvando un punto de quiebre), pero desde allí Djokovic ganó cinco games seguidos para timbrar su victoria.

En el estreno de Andrés Schneiter como entrenador del ariqueño, se vieron gotitas de lo que pretende exhibir en su nueva sociedad. El chileno jugó algo más metido en la cancha, intentó ser agresivo con su saque y su derecha, pero cada vez que intentaba un ángulo forzado o un tiro profundo, el europeo devolvía algo mejor.

Y ahí no fue capaz de hacer nada.

“Jugar un nuevo torneo, en condiciones diferentes, nunca es fácil. Sin embargo, me adapté perfectamente, jugué tan bien como soy capaz y aproveché cada oportunidad que se me presentó”, valoró Djokovic, que venía de imponerse en el ATP de Tel Aviv.

“Ganar un torneo, a diferencia de perder en la final o semifinal, hace una diferencia desde el punto de vista mental. Cuando venía a este certamen me sentía emocionado, confiado, motivado, todo lo que ayuda a adaptarse rápidamente”, añadió “Nole”.

Garín ahora viajará a Florencia, para disputar el ATP de la ciudad italiana. Por ahora, está cinco puestos afuera del cuadro principal, por lo que debería disputar las clasificaciones, aunque la lista puede seguir corriendo.