A pesar de enseñar un buen nivel, Christian Garín (45º) no pudo seguir avanzando en el Foro Itálico. En los cuartos de final del Masters 1000 de Roma cedió ante Alexander Zverev (3º) por 7-5 y 6-2 en una hora y 51 minutos de partido.

El chileno mostró un sostenido nivel durante el primet set. Bien parado en el fondo y con mucha confianza —estuvo acompañado por su familia— pudo complicar al germano alternando tiros profundos y cortos.

Uno de los sellos del trabajo de “Pepe” Vendrell se ha reflejado en cómo el chileno agregó variantes a su táctica. "Gago" dejó de jugar tan directo y lentamente ha empezado a agregar slice, arma para bajarle un cambuio al juego y que no ocupaba con la frecuencia requerida. Además, se mostró cómodo tirando drops en momentos clave.

Zverev quebró primero en el séptimo juego (3-3), pero el chileno devolvió el break de inmediato. Garín alcanzó a estar 5-4 y 0-30 mientras servía el germano, pero el 3 del mundo pudo salir adelante metiendo varios primeros servicios. Y en el undécimo juego, “Sascha” aprovechó el despite del nacional para quebrar nuevamente y luego amarrar la primera manga.

En el segundo set, Zverev quebró en el primer y quinto juego para encaminar su primer triunfo ante el nacional, quien bajó su efectividad con el servicio —apenas ganó el 25% de los puntos con el segundo envío— y perdió fineza.

El próximo desafío del chileno será en la arcilla parisina de Roland Garros. Garín defiende cuarta ronda en el Bois de Bolougne (180 unidades), pero a diferencia de otros años, por primera vez desde el Abierto de Australia 2020 no será cabeza de serie en un major.

La situación no es menor considerando los puntos que defiende. La ventaja principal de ser cabeza de serie es que los tenistas evitan enfrentarse a otro sembrado hasta al menos la tercera ronda del campeonato. En ese sentido, no ser favorito expone a Garín a la posibilidad de encontrarse con jugadores como Novak Djokovic (1º) o Carlos Alcaraz (6º) en el estreno.