Hay que mirar a Nicolás Massú, escucharlo, escudriñar en sus gestos. Es casi más revelador que observar el partido, porque el capitán chileno de la Copa Davis es un reflejo limpio de lo que está pasando en la cancha, como ocurrió en la jornada inaugural de la confrontación entre Eslovaquia y Chile en Bratislava, la que terminó en tablas (1-1).

Inicialmente, Massú se vio relajado, observando con calma cómo Christian Garín daba cuenta fácilmente del local Alex Molcan (6-2 y 6-4), entregándole su reconocido apoyo en las pocas ocasiones que su pupilo lo necesitó. Muy disnto a como se dejó ver en el segundo partido, cuando saltaba de la silla, gritaba, y le manifestaba su felicidad a Nicolás Jarry, con su ímpetu único, cada vez que remató una buena jugada contra Norbert Gombos, quien finalmente se quedó con el triunfo tras imponerse por 6-3, 6-7 (5) y 6-3.

Es una llave abierta y sin favorito que se definirá este sábado, cuando se dispute el dobles y los individuales que sean necesarios.

La primera victoria era fundamental. Desde que Garín y Jarry asomaron en el equipo, en 2013, Chile ha vencido en ocho de las 10 veces que ganó el primer punto. Era una oportunidad también para que el "Tanque" igualara su estadística, pues llegó a Eslovaquia con 11 triunfos y 12 derrotas en Copa Davis. Y hubo otro mensaje para la definición sabatina: se enfrentó el 17° del mundo contra el 117° del mundo. Los 100 puestos tienen que pesar. Y eso debería notarse también en el duelo con Norbert Gombos (115°).

Y más importante tal vez, jugar bien y sin errores era clave, por los problemas de actitud y confianza que arrastra Garín en el circuito. “Ver a 'Nico' (Jarry) y Jorge (Aguilar) me sirve muchísimo, me da energía para seguir. Nico (Massú) pasó por lo que yo he pasado. Desde el primer día acá sentí una buena energía con el grupo, me hizo bien esta semana, venía mal anímicamente, han sido días difíciles”, reconoció el ariqueño. “Fue un gusto ver a Christian jugar así, con buena actitud”, agregó Massú.

Nicolás Jarry, en cambio, tenía más peso sobre los hombros. Por varias razones: ser nominarlo como segundo singlista por sobre dos tenistas mejor ranqueados, como Tomás Barrios (159°) y Alejandro Tabilo (183°); porque fue su reestreno en Copa Davis luego de cumplir el castigo por dopaje, y al revés de Garín, porque se medía contra un rival 100 puestos por encima suyo en el ranking mundial.

Para el dobles de este sábado, Massú había anotado a Barrios y Tabilo, pero la decisión final se toma siempre con el resultado del primer día en la mano. El local tiene puestas sus mayores esperanzas en ese punto justamente, porque en sus filas tiene al mejor especialista de la serie: Filip Polasek (10° en duplas).

También persiste la duda sobre si Jarry volverá a ser singlista: “Estoy bien en lo físico, hay que seguir peleándola dentro o fuera de la cancha. Terminé jugando bien, y si me toca jugar este sábado, espero retomar el nivel”, expuso Jarry. “Hay que ser muy inteligentes, ahora se juega el dobles antes de los singles. Voy a hablar con los jugadores, pero tienen que estar preparados para todo”, advirtió Massú.

Este sábado se sabrá qué país clasifica para la repesca de la final mundial de 2022 y el que tendrá que luchar para evitar el descenso a los grupos zonales de la Davis.

Pocas opciones le dio Christian Garín (17°) a Alex Molcan (117°), de 23 años y que está en su mejor momento en el ranking ATP, pero que debutaba en una Copa Davis. El 6-2 y 6-4 fue en apenas 73 minutos, gracias a que el nacional puso en la cancha dura del NTC Arena todo el potencial de un tenista que no es especialista en la superficie, pero que sí viene jugando en el más alto nivel.

El iquiqueño mostró buenos golpes, pero no hizo nada espectacular para ponerse arriba en el primer set. Le quebró el servicio al eslovaco en el tercer juego, logro que repitió en el siguiente saque del local, para ponerse en un cómodo 4-1. Un solo rompimiento fue suficiente para ganar el segundo parcial, que tuvo algo más de tenis, puntos largos y trazos de lucha de parte de Molcan, pero que nunca asustó a Garín.

Las cifras fueron aplastantes en favor de “Gago”. Sólo los aces (2-5) lucieron en favor de Molcan, en especial porque Garín nunca buscó los puntos cortos, no lo necesitaba. El chileno aprovechó tres de las seis opciones que tuvo de quiebre, arrasó en las cifras de saque y en las de recepción ganó más puntos (41% contra 20%).

Primer saque de Nicolás Jarry (214°) en su partido ante Norbert Gombos (115°) y primer rompimiento en favor del eslovaco. El chileno partió cuesta arriba el segundo punto, pero no se fue al suelo, siguió luchando sin inconvenientes en una cancha que se preveía complicada. El 4 de Chile consiguió esa esperanza en el último juego, cuando podía extender la manga, pero no logró colocar bien las devoluciones.

El segundo set fue similar, pero sin el marcador en contra desde el inicio, sino desde el quinto juego. A Gombos se le vino encima Jarry, al menos en los primeros juegos, y una victoria fácil se le empezó a diluir al local. El chileno devolvió la afrenta cuando era más importante, cuando el eslavo sacaba para ganar el partido. Fue el momento en que el eslovaco mostró sus peores servicios y cedió ese juego y el tie break también.

La esperanza estaba abierta, pero Gombos afirmó el primer saque en la tercera manga lo suficiente para no pasar sustos, mientras Jarry se aferró al partido lo que pudo, hasta que en el cuarto match point el local pudo levantar los brazos.

“Me sorprendió lo bien que los chicos se adaptaron a la cancha”, fue el primer punto que destacó el extenista Horacio de la Peña tras el 1-1. “La pelota venía muy rápido, el saque hacía mucho daño, pero ambos tomaron más distancia de la línea de fondo y jugaron desde atrás para tener más tiempo, pero con muy buenos tiros”, agregó el “Pulga”.

Sobre la primera jornada, sacó cálculos positivos: “Estar 1-1 de visitante no es mal resultado. Después de que Garín ganara el primer punto con tanta holgura, y que Jarry ganara el segundo set cuando el contrario sacó por el partido, pensé que quedábamos 2 a 0. La actuación de Garín, como él dijo, fue de las mejores que ha tenido en canchas rápidas. Nicolás empezó un poco nervioso y en el primer set se quiebra medio solo”.

Para Patricio Cornejo, finalista de la Davis en 1976, “el triunfo de Garín estaba dentro de lo pensado; sus posibilidades eran bastante claras. En ningún momento pensé que tendría problemas serios. Lo vi ganoso, contento, muy motivado. Fue muy positivo, más allá de decir que tiene un mejor tenis que su rival. Se sintió muy bien. Cumplió satisfactoriamente y el resultado fue justo. Jarry, en tanto, perdió el servicio, cometió errores y luego el primer set. En el segundo lo vi muy complicado, pensé que perdía. Tuvo un repunte, pero le costó cerrar el set. En la hípica dicen caballo pillado, caballo ganado… Lamentablemente no fue así”.

Respecto a la jornada de este sábado, De la Peña es partidario de que el dobles lo disputen Alejandro Tabilo y Tomás Barrios. “Han jugado mucho juntos y se conocen; y no van a tener el estrés de los que jugaron los dos primeros puntos. A Garín y Jarry los reservaría para cerrar la serie”.

Cornejo piensa parecido. “Si alguno de los singlistas juega el dobles y después los singles le van a tocar dos partidos en muy poco tiempo. El desgaste mental y físico será importante”. Lo mismo cree Belus Prajoux, también finalista de la Davis en 1976: “Eslovaquia tiene en Filip Polasek a un top 10 en el dobles… La serie se definirá en los single y ahí es mejor tener descansado a Garín y a Jarry”, postula.