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Max Verstappen sube otro escalón en el olimpo del motor con su cuarto título de la Fórmula Uno

El neerlandés alcanzó la línea de Sebastian Vettel y Alain Prost con su cuarta corona, dejando atrás las polémicas que sacudieron a Red Bull durante el año. McLaren, Ferrari y la propia escudería austriaca competirán por el premio de consuelo, el campeonato de constructores.
AFP
Matías García24 de noviembre, 2024

Aunque ya tenía tres títulos en su bitácora, el tortuoso 2024 definido a su favor instala a Max Verstappen en un lugar de privilegio entre los grandes campeones de la Fórmula Uno.

El neerlandés alcanzó una nueva corona en la máxima categoría del automovilismo, luego de un comienzo de temporada arrollador y un cierre que lo obligó a defender cada punto en las pistas, sorteando obstáculos también fuera de ellas.

Un calculado quinto puesto en el Gran Premio de Las Vegas le bastó para asegurar su cuarto título del mundo consecutivo a falta de dos carreras. “Súper Max” se mantiene como líder de la clasificación de pilotos desde el 22 de mayo de 2022, la racha más larga en la historia de la F-1, y el mérito es todo suyo.

“Creo que es una mezcla de mente y talento. Al principio era rápido y ahora también sabe usar su cabeza. Es un maestro de la lectura de los neumáticos. Es un piloto perfecto”, elogió Helmut Marko, asesor de Red Bull y hombre de extrema confianza para Verstappen.

El expiloto austríaco fue clave para retener a la figura del equipo cuando a comienzos de la temporada estalló el escándalo por la denuncia de una trabajadora del equipo, que acusó al director deportivo Christian Horner de acoso sexual.

La situación se resolvió con una investigación interna y la suspensión de la denunciante, pero el bullado proceso aceleró la salida de Adrian Newey, ingeniero estrella del mundo motor que recientemente firmó contrato con Aston Martin.

Una vez que Newey abandonó el desarrollo del RB20 empezó el contraste con 2023, cuando Verstappen ganó 19 de 22 Grandes Premios. Además, surgió la sospecha por el uso de un sofisticado sistema de frenaje asimétrica, para evitar el subviraje, que la Federación Internacional del Automóvil prohibió a mitad de la temporada, otro factor que habría influido en el declive del rendimiento de Red Bull.

“Por supuesto sigo prefiriendo la temporada pasada, pero creo que esta me enseñó muchas lecciones, estoy orgulloso de cómo lo manejamos como equipo, eso lo hace muy especial, fue una temporada hermosa”, reconoce el tetracampeón.

Tras festejar siete victorias en las diez primeras fechas del calendario, el neerlandés se hundió en una seguidilla de diez carreras sin triunfos que estrecharon la batalla por el campeonato de pilotos. La racha negativa se cortó con una notable recuperación en el Gran Premio de Sao Paulo, donde a partir de una magistral conducción bajo la lluvia consiguió la victoria arrancando desde el 17º puesto, dejando prácticamente sentenciada su lucha con Lando Norris (McLaren).

Superado en desarrollo por McLaren y Ferrari, que dejaron a Red Bull tercero en el Mundial de constructores, el vigente monarca tuvo que acelerar a fondo para ganar cada posición y forzar acciones al límite del reglamento, con polémicas maniobras que llegaron a costarle penalizaciones de hasta 20 segundos.

“Pasamos por mucho como equipo y lo que conseguimos es muy especial, presionamos a fondo. Tener cuatro veces el título es muy especial”, festejó el piloto de 27 años.

Norris fue su rival más cercano en los puntos, llegando a amenazar con una lucha por el título que se diluyó en varios duelos mano a mano en que no pudo superar a Verstappen pese a tener un mejor auto y se remató con los sextos lugares obtenidos en Brasil y Las Vegas. “Max no tiene una debilidad, no se le puede reprochar nada. Cuando tiene el mejor auto domina, y cuando no lo tiene, sigue ahí siempre para hacerte la vida dura y difícil, hizo una mejor temporada que yo”, elogió el británico.

También ayudó la irregularidad del resto. Ya sea por cuestionables decisiones de órdenes de equipo, paridad en el rendimiento o errores conductivos, ningún otro piloto pudo conseguir dos victorias consecutivas en el año. Norris y Charles Leclerc (Ferrari) festejaron en tres ocasiones, y dos veces lo hicieron Oscar Piastri (McLaren), Carlos Sainz (Ferrari), Lewis Hamilton (Mercedes) y George Russell (Mercedes), la última de ellas en Las Vegas. Nadie estuvo a la altura de la constancia lograda por Verstappen, capaz de maximizar el rendimiento de su monoplaza y llevarlo a lugares que no merecía. Basta con ver el opaco año de su coequipo Sergio Pérez como comparación.

“Ha sido una temporada larga, empezamos de forma increíble, tuvimos momentos difíciles y como equipo nos mantuvimos unidos, trabajamos en las mejoras y lo logramos. Estoy orgulloso de todos, de lo que han hecho por mí. No creí que fuera posible, antes estaba feliz por lograr algún podio, las cosas normalmente son muy difíciles de lograr”, resumió el tetracampeón.

Helmut Marko repasó además su historia con el piloto estrella de la categoría: “Lo conozco desde que tiene 14 años. Cuando lo fichamos y lo subimos con 15 años a un Fórmula 1 le dije a mi jefe que era un fuera de serie, un gran talento. Arriesgamos, sí, pero sabía que iba a ser rápido. Lo que él nos ha brindado ha sido brillante. Tiene 27 años y ya es uno de los más grandes”, asegura el austríaco.

Con los cuatro títulos junto a Red Bull, Verstappen igualó la línea de Sebastián Vettel y de Alain Prost. El reconocido conductor alemán también conquistó todos sus títulos con la escudería de las energéticas (entre 2010 y 2013), mientras que el legendario piloto francés fue tres veces campeón con McLaren (1985, 1986, 1989) y otra con Williams (1993). “Creo que todavía hay más por venir”, apuesta Horner, aunque para ello deberán resolver la merma provocada por la partida de Newey.

Según reportes de Forbes, Verstappen ingresó 81 millones de euros entre premios y bonificaciones de la FIA y del propio Red Bull al conquistar el tricampeonato, mientras el monto otorgado por este título, con menos victorias acumuladas, rondaría los 67 millones, aún con dos carreras por disputar. El gran problema para la escudería será su disminuida ubicación en el Mundial de constructores, lo que también le significará una merma en sus ganancias de cara a la temporada 2025.

MERCEDES IMPUSO EL RITMO EN LA FIESTA DE VERSTAPPEN


El Gran Premio de Las Vegas brindó una competitiva carrera desde las luces hasta la bandera a cuadros. No hubo autos de seguridad ni accidentes pese a la suciedad del circuito, reflejada en incontables bolsas de plástico y papeles que volaban entorpeciendo la conducción en las calles de Nevada.

Desde la pole position, George Russell firmó un fin de semana soñado para alcanzar su segundo triunfo del año. “No hay mejor lugar para celebrar que acá. Tener el 1-2 con Lewis (Hamilton) es perfecto, me sentí con confianza durante todo el fin de semana”, celebró el británico, mientras que su coequipo reconoció que “no sabemos por qué fuimos tan rápidos”, apuntando al frío como el clima ideal para el desempeño de la escudería alemana.

Con sus pilotos en el tercer y cuarto puesto, Ferrari le descontó puntos a McLaren en la tabla de constructores, mientras que los británicos se ubicaron en el sexto y séptimo lugar con Lando Norris y Oscar Piastri, respectivamente.

Eso sí, el resultado para los autos italianos no fue del todo perfecto, pues las previsiones lo situaban como candidato al triunfo, y nuevamente tuvieron problemas en el desarrollo de la carrera. “No teníamos para pelear una victoria, no es suficiente, pero estamos en una buena posición. Hay que enfocarse en el futuro”, comentó Carlos Sainz al cerrar el podio. Distinto piensa su compañero Charles Leclerc, quien acusó que “ser amable me fastidia todo el tiempo”, reclamando por la estrategia colectiva que lo relegó al cuarto puesto.

Detrás de los monoplazas del “Cavallino Rampante”, sin sobresaltos, un quinto puesto en Las Vegas le bastó a Max Verstappen para conquistar su cuarta corona. La siguiente temporada irá por el registro de Juan Manuel Fangio (cinco títulos) para golpear las puertas del Olimpo motor: los siete campeonatos de Michael Schumacher y Lewis Hamilton.

“No pienso en ello, pero si ocurre, mejor. Ya estoy muy orgulloso con mis cuatro títulos. 2025 va a ser una gran batalla entre muchos autos, volveré por más, pero aún quedan dos carreras y lo quiero hacer bien. ¿Qué hora es? Tengo sed”, cerró Verstappen antes de iniciar los festejos en la iluminada madrugada de Las Vegas.

Norris también anticipa que el próximo Mundial “será emocionante y estresante, con nosotros, Ferrari, Mercedes y Red Bull, nadie sabe quién estará en la cima el próximo fin de semana, o el siguiente”.

Los anaranjados lideran en la lucha por el campeonato de equipo con 608 puntos, apenas 24 por encima de Ferrari y a 53 unidades de distancia de Red Bull. En los circuitos de Qatar, con carrera sprint incluida, y Abu Dhabi, se definirá al ganador del premio de consuelo, tras otra temporada en los espejos retrovisores de Verstappen.

Matías García

es colaborador en Deportes El Mercurio. Periodista de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, con experiencia en coberturas y transmisiones deportivas.

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