La carrera off-road más dura del planeta no se salva de los estragos de la pandemia. A menos de cuatro meses de la realización del evento, no se ha disputado ninguna competencia oficial preparatoria —el Rally de Andalucía, del 6 al 10 de octubre, sería el único test— y en la organización prevén una disminución de al menos 150 participantes.

“El covid-19 está retrasando las cosas; tendrá un impacto porque hay gente que no podrá encontrar los fondos necesarios para participar”, explicó el director del Rally Dakar, David Castera, al sitio web Palco23. “Todo se ha demorado y los pilotos esperan al último momento para inscribirse porque tienen miedo y no saben si se hará la carrera”, agrega.

A pesar de los problemas, Castera confirma que la competencia se realizará: “El Dakar no peligra, se va a hacer seguro, lo hemos hablado con el gobierno de Arabia Saudí. Tenemos que aprender a vivir con el covid-19, se ha demostrado con el Tour de Francia que se pueden hacer cosas, por lo tanto, no nos podemos quedar en casa encerrados”, dijo en alusión a la vuelta ciclista que es organizada por la empresa gala ASO, al igual que el rally.

Dentro de los nacionales, los únicos que tienen su presencia confirmada son Pablo Quintanilla (Husqvarna) y José Ignacio Cornejo (Honda). Este último, de no mediar cambios de último momento, viajará el domingo a España para competir en suelo andaluz.

El último campeón en quads de la prueba, Ignacio Casale, comenta que aún no ha tomado una decisión sobre participar o no. “No sé todavía. Este año ha sido difícil para todo el mundo. Creo que tendré la respuesta definitiva en los primeros días de octubre”, dice.

El “Perro” tiene la tranquilidad de tener a su staff en óptimas condiciones e incluso contempla la posibilidad de entrenar en Europa o el norte de África. “Mi quad la prepara un equipo grande en Francia y yo puedo decidir hasta último minuto. El problema es que no he podido entrenar ni hacer kilómetros. En un año normal a esta altura llevaba 6 mil kilómetros, incluso un poco más. Y ahora llevo 0. No he podido disputar carreras ni entrenar en el desierto. Mi trabajo físico no ha sido el mejor tampoco”, argumenta.

Otro referente tuerca chileno como Francisco “Chaleco” López, campeón de UTV en 2019 y dos veces tercero en motos (2010 y 2013), tiene la intención de participar, pero le falta una inyección económica. “Estamos intentando ir, estamos en eso. Básicamente estamos bien armados. Me falta como un 30% del presupuesto y estaría adentro. Primero, quiero que obviamente se haga el Dakar y luego tratar de levantar ese porcentaje en las semanas que quedan. Tenemos muchas ganas y estamos trabajando para eso”.

En cuanto a inscripciones, los costos van desde 15.700 euros en motos hasta 39.400 en camiones. De todas maneras, los pilotos con más de 10 carreras tienen acceso al precio “leyenda” (14.800 euros para las dos ruedas, por ejemplo).

“El Mercurio” consultó a habituales “dakarianos” como Hernán Garcés e Ismael Nietto, quienes confirmaron que no asistirán a la próxima edición.

En ese sentido, Castera detalló que están muy pendientes de los pilotos para no perder más competidores. A pesar de que no han aplicado grandes descuentos en la inscripción, ASO ha apostado a entregar más invitaciones y no cobrar por el combustible para las máquinas. “Hemos bajado algunas inscripciones y la gasolina estará incorporada para todos. Participar en los side by side (buggies) es un 10% más barato, para ayudar a los que compiten por primera vez”, detalló el organizador del Dakar.