El resultado puede ser una anécdota, pero lo que se vivió en el estadio Santa Laura fue una fiesta para el rugby chileno. Los “Cóndores”, en lo meramente deportivo, no pudieron ante Escocia A y cayeron por 45-5, pero la experiencia de recibir a un equipo del primer mundo de la ovalada, medir sus condiciones ante un rival de alto nivel y proyectarse para el repechaje mundialista de julio es lo más rescatable de la jornada para el elenco nacional.

Es cierto que este no era el quince titular de los británicos; la Escocia A que se presentó en Plaza Chacabuco es un cuadro de proyección. Sus titulares no superaban las 25 presencias internacionales (su capitán, Luke Crosbie, apenas tenía un partido de este tipo en el cuerpo) y la escuadra no participaba competitivamente desde 2014. Sin embargo, el estímulo de pelear por un puesto en un Mundial era suficiente para que el equipo del cardo lo diera todo en la cancha de Unión Española.

Desde el inicio, Escocia comenzó con la presión y encajonó al quince nacional, que puso a prueba rápidamente la defensa, su lado más fuerte. Sin embargo, el poderío europeo pudo más y en menos de media hora ya estaban abajo 21-0, gracias a un try de Damien Hoyland y dos de George Horne.

Ahí se frenó el ímpetu escocés. Chile pudo controlar la ansiedad del inicio, pero no tenía formas de inquietar a un elenco europeo que, luego de esto, golpeó dos veces más: al final del primer tiempo y al inicio del complemento, con nuevos tries de Hoyland, la figura del duelo.

Con la victoria asegurada, Escocia le dio minutos a su banca y Chile renovó a su plantel pensando en dosificar para la ida del repechaje ante Estados Unidos del próximo sábado 9 de julio en Santiago. Esto ayudó a los “Cóndores”, que sumaron un nuevo aire y desplegaron sus mejores intentos en los últimos diez minutos.

A Chile le costó tres opciones llegar al ansiado in-goal escocés. En los dos primeros fue protagonista el hooker Diego Escobar, pero fue parado a centímetros de la línea en el primero y perdió el control de la ovalada en el segundo. En el tercero, a los 77 minutos, Santiago Videla se escapó por la banda izquierda y fue detenido; el rebote quedó en manos del tercera línea Santiago Edwards, que logró apoyar y desatar, además, la algarabía de las 8.213 personas que llegaron a Santa Laura. Luego, Francisco Urroz no pudo convertir.

Escocia acusó el golpe y metió dos tries más en ese resto de partido, para dejar cifras definitivas y cerrar así un partido histórico para el rugby chileno. Desde 1954 que los “Cóndores” no jugaban contra un elenco del Seis Naciones y pudieron medir sus capacidades ante un equipo de mayor jerarquía pensando en Estados Unidos.

“Hubo un gran aprendizaje entre un tiempo y otro. Se puede revertir una actitud y corregir errores en poco tiempo, es algo de lo que buscábamos. Por eso elegimos jugar contra Escocia, que tiene cosas similares a Estados Unidos. Creímos que teníamos una determinada forma para afrontar este partido, pero nos dimos cuenta que debíamos ajustar cosas. Luego pudimos dominar áreas para marcar puntos”, analizó el head coach nacional, el uruguayo Pablo Lemoine.

Ahora, queda dejar superar la resaca de esta fiesta y pensar en lo netamente competitivo: en dos semanas más, Estados Unidos espera para pelear por un pasaje al Mundial de Francia 2023. También será fiesta en Independencia, pero ahora en serio.