Santiago de Chile.   Sáb 20-04-2024
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Esta es la cancha que espera a Niemann y Pereira en los JJ.OO. de Tokio

El Kasumigaseki Country Club, rediseñado en 2016, será el campo que desafiará a los 120 golfistas que intentarán pelear por una medalla en Japón. Ondulado, con un par de fairways larguísimos y con greens “juguetones”, seguramente pondrá en aprietos a quienes decidan arriesgar más de la cuenta.
Foto: AP
Héctor Opazo M.26 de julio, 2021
Inaugurado en 1929 pero reformulado en 2016 por Fazio Design, de los más reputados arquitectos de canchas en el mundo (46 de sus diseños están entre los 200 mejores campos según Golf Digest), el Kasumigaseki Country Club dispone de dos campos completos (ambos de par 71) para el disfrute de sus socios, quienes tienen permitido llevar un acompañante en días de semana a pegar palos en la cancha.

Pese a la cantidad de canchas públicas que existen en Japón, finalmente será este club privado, situado en la localidad de Kawagoe, en Saitama, el que se utilizará en los Juegos Olímpicos. El East Course, de 7.466 yardas, será la sede de competencia, mientras que el West Course se dispondrá para prácticas y otras actividades paralelas.

Sede de varios Abiertos Japoneses, el torneo tuvo como campeonato más reputado el Campeonato Asiático Amateur de 2010, que ganó el local Hideki Matsuyama (logró un saldo de -15), quien estará entre los 60 postulantes al oro en Tokio 2021.

La cancha está en un entorno idílico, a los pies de la colina Musashimo, con lagos artificiales adaptados al entorno con flora y fauna nativa. El hoyo 10 es, quizás, el más lindo de todos, con un espejo de agua que sirve tanto de ornamento como de peligro para golpes desviados.

Hideki Matsuyama ganó el Campeonato Asiático Amateur en la misma cancha olímpica, pero antes de su renovación. Foto: Reuters.

Si bien no es un campo tan largo (hay siete canchas más largas en el circuito PGA, incluyendo la del Masters de Augusta), sí tiene un par de desafiantes fairways: el hoyo 5 mide 640 yardas mientras que el 14 se empina en las 632, ideal para que pegadores largos, entre los que está Joaquín Niemann, saquen cierta ventaja.

Los campos son relativamente rectos, aunque tienen muchas ondulaciones y caídas que obligan a ser muy precisos con el tiro de salida para evitar que la pelota ruede a lugares indeseados. Tampoco son tan anchos, por lo que un error desde el tee puede ser fatal en instancias decisivas.

“Seguramente los asiáticos conocen el campo mejor que los demás por lo nuevo que es, pero no significa mucho. Hay jugadores que se adaptan mejor dependiendo del tipo de pasto, a canchas más largas o cortas, entonces eso también influirá”, cree Felipe Aguilar, con experiencia en canchas asiáticas durante su período en el European Tour.

Los greens son amplios pero con muchos desniveles, lo que también le añade dificultad a quienes gustan de tomar riesgos. Para los expertos, se verán muchos más hierros en las salidas que maderas y, aunque el rough castigará menos que en otras canchas, los búnkers grandes y profundos asustan, pues no será tan fácil salir de ellos.

Un desafío con premio en metal.

Héctor Opazo M.

es coordinador de Deportes El Mercurio. Periodista de la Universidad de Chile, participó en la cobertura de los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 y en los JJ.OO. de Río 2016, entre otros eventos.

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