Fue un exterminio. Si bien el amenazante campo del Winged Foot neoyorquino había mostrado su mejor cara en las tres primeras rondas del US Open, este domingo hizo pesar su currículo y destrozó la mayoría de las tarjetas en el día decisivo.

Entre los “caídos” asomó Joaquín Niemann, quien vivió sus únicos dos doble bogeys del torneo (en la banderas 1 y 5), pero que igualmente pudo aguantar la inclemencia de un campo difícil y timbrar la mejor actuación histórica de un golfista chileno en un major. Terminó 23º, con un saldo de 290 palos (+10), tarjeta que se vería muy mal en cualquier torneo del circuito, pero no en el US Open.

“Es bueno jugar en canchas que ponen a prueba a los mejores del mundo, es un campo distinto al que estamos acostumbrados en el tour, en los que puedes hacer birdies casi en todos los hoyos. Acá es mucho más difícil, tienes que jugar a la defensiva y si pegas mal, te esfuerzas por salvar el bogey. Me gusta el estilo”, confiesa el chileno a “El Mercurio” tras su extenuante semana.

“Muy complicada, más que en los días anteriores. No venía pegándole muy bien en los últimos dos días, pero hoy (este domingo) estaba doblemente difícil. Los greens estaban más duros y más rápidos. No sé cómo lo hicieron para hacerlos aún más rápidos que antes, pero enfin, me voy contento y ahora podré tener unos días libres porque un campo así te cansa bastante”.

En la jornada final, Niemann bajó su porcentaje de aciertos con el tiro de salida y también en la llegada al green, pero fue uno de los de mejor rendimiento con el putter (solo pegó 27, su mejor performance de la semana), lo que le corrigió la tarjeta sobre la marcha.

El chileno valoró su posición en un escenario como el que vivió en Nueva York, donde muchos ilustres sucumbieron. Para muestra, un par de botones: Tiger Woods, Phil Mickelson y Jordan Spieth, entre otros.

“En Chile aún no se dan cuenta del nivel que hay en el golf. Del número 1 al 300 del mundo tienen chances de ganar un torneo, todos son muy parejos y uno debe tener la paciencia de esperar que sea tu semana. El público chileno no entiende eso todavía. Este deporte es demasiado competitivo”, explica.

“Seguro. El chileno siempre está muy pendiente de cuando alguien del país consigue buenos resultados y empieza a seguirlo, a interesarse por ese deporte. Lo siento muy a menudo y agradezco el apoyo. Claro que son secos para criticar cuando uno juega mal, jajaja, y celebran cuando me va bien, pero ya me acostumbré a eso”, dice Niemann

Niemann tendrá ahora dos semanas de descanso. Permanecerá en Estados Unidos para luego reiniciar su campaña en Las Vegas, en el Shriners Hospitals Open, desde el 8 de octubre.