Champions League: nuevo formato, pero el mismo favorito
La nueva era de la Liga de Campeones acrecienta los bonos del Real Madrid, que sale a escena con Kylian Mbappé. “Trajimos al mejor jugador del mundo”, avisó Carlo Ancelotti. El nuevo diseño de la competencia obliga a acelerar desde el inicio. “La exigencia será del primer partido y no solo de octavos”, dicen los analistas.
Equipo Deportes16 de septiembre, 2024
La Champions irrumpe con nuevo envase. Hasta la letra del icónico himno ofrece algunos retoques, imperceptibles para la mayoría. La modalidad de la competencia sí aterriza con cambios relevantes (fin de la fase de grupos, ahora reemplazadas por una tabla larga de 36 clubes), pero el candidato de siempre sigue siendo el mismo y lo distingue el traje blanco.
Real Madrid, el más ganador del certamen con 15 títulos, asoma con su fanfarria habitual, reforzada ahora con el repertorio del francés Kylian Mbappé. “Pienso que tenemos mejor plantilla que el año pasado. Perdimos a Nacho y Kroos, luego a Joselu. A cambio, han sido reemplazados por el mejor jugador del mundo”, meditó el DT Carlo Ancelotti.
Las casas de apuestas también refuerzan el favoritismo del equipo “merengue”, aunque con un matiz: está segundo en el listado, pagando 4,5 veces cada peso invertido, solo superado por Manchester City, con un dividendo de tres veces lo arriesgado por lograr el título que se dirimirá en Munich.
La fiesta contempla más partidos: la primera ronda subió de seis a ocho jornadas y se añade una fase eliminatoria extra antes de los octavos (la disputarán los ubicados del 9° al 24°). Y eso no agrada a todos. “Si los organismos que mandan no empiezan a pensar que los jugadores se lesionan porque juegan demasiado, tenemos un problema”, refunfuñó Ancelotti, cuya plantilla ya sufre con la enfermería justo antes de una seguidilla de seis cotejos en 19 días.
El analista Álex Delmas enseña algunas tareas que demandará la nueva escena: “Me gusta el formato, era necesario hacer un pequeño cambio, se verán mejores partidos en la fase de grupos. Es verdad que los candidatos son el Madrid y el City, eso no varía, pero el nuevo sistema premiará al que sea más constante en el año, porque sucedía que en los grupos los del bombo 1 tendían a jugarse la clasificación con los del bombo 2, y salvo alguna sorpresa mayúscula, los del 3 y 4 quedaban fuera; esta vez, como enfrentas a rivales de mayor peso, te obliga a ser más constante. El Madrid muchos años en fase de grupos iba a mínimos, clasificaba sin grandes actuaciones y a partir de octavos se enchufaba y sacaba su mentalidad ganadora, ahora deberá estar fino desde un inicio, porque corre el riesgo de quedarse fuera o añadir una eliminatoria más. Te obliga a una fase de grupos de buena para arriba, antes con una fase inicial correcta alcanzaba”.
Los sitios especializados en métricas se esmeran en acertar sus pronósticos. Por ejemplo, Football Meets Data a partir de 10 mil simulaciones de resultados fija en 15 o 16 puntos el requisito para clasificar entre los ocho primeros y ubica a Manchester City, Bayern, Inter, Real Madrid, Arsenal, Barcelona, Borussia Dortmund y Bayer Leverkusen con mayor porcentaje de posibilidades de ocupar esos escaños. El límite para entrar al playoff lo trazan en nueve unidades.
El diario The Guardian inglés estima que si el afán de la UEFA fuera netamente deportivo, para encontrar al mejor equipo se debería jugar todos contra todos y si la idea fuese maximizar el riesgo, a la mano está la eliminación directa desde la génesis como sucedía hasta 1992. “Pero la UEFA no desea ninguna de estas dos cosas (…) Los mejores equipos jugando entre sí desde el principio, pero no hasta el punto de empezar a eliminarse entre sí, porque todavía quieres que jueguen entre ellos la final”, se lee.
La Champions es más acaudalada: ahora repartirá 2.467 millones de euros (la última versión entregó 2.032) y para ello el volumen de partidos lo vale todo: si hasta el año pasado se disputaban 96 juegos en la etapa grupal para eliminar 16 clubes, ahora serán 144 jornadas para dejar 12 en el camino.
Todo cambia, menos el gran candidato.