Colo Colo vs. River: Así cambiaron los rivales en 852 días
Desde la Copa Libertadores 2022, cuando se enfrentaron albos y millonarios en la fase de grupos, el club argentino vendió jugadores por 140 millones de dólares, intentó —sin mucha suerte— reconstruirse después del ciclo técnico más exitoso de su historia y agrandó su estadio, mientras los albos conservan la base y sueñan con la gloria en la víspera de su centenario.
Colo Colo y River Plate volverán a cruzarse en el marco de la Copa Libertadores. Serán exactamente 852 jornadas entre el último cruce, en 2022, y el duelo de este martes en Macul. Un tiempo que, en el caso de los equipos grandes, parece ser una vorágine. El “Cacique” en ese lapso ganó el campeonato nacional 2022 y la Copa Chile 2023, mientras el “Millonario” abonó la Liga 2023 y dos coronas de un partido: el Trofeo de Campeones (venció a Rosario Central) y la Supercopa trasandina (a Estudiantes). Nada rutilante, considerando la bitácora más reciente del club de Núñez.
Gustavo Quinteros y Marcelo Gallardo eran los estrategas enfrentados en 2022, año en que River ganó las dos batallas (2-1 en Santiago y 4-0 en Buenos Aires). El santafesino hoy está en Vélez Sarsfield, mientras el “Muñeco” regresó hace un mes al club después de meses sábaticos y de dirigir a Al-Ittihad en Arabia Saudiata.
“Del equipo titular que ganó 2-1 en Chile se mantiene Franco Armani, Paulo Díaz y (Milton) Casco, que hoy es suplente. También jugó Santiago Simón. El resto ya no está, fueron vendidos. Incluso de los 12 suplentes de aquella vez, solo sigue (Leandro) González Pírez, hoy alternativa. Gallardo en el 2022 ya estaba con la cabeza quemada, él se va a finales de ese año después de ocho años y medio en el club. El 2022 fue su peor temporada, no ganó nada, Vélez lo elimina en octavos de la Libertadores. Ahora está de regreso con muchas ganas, renovado y con la sangre en el ojo por la final perdida con Flamengo en Lima (2019)”, contextualiza Diego Borinsky, autor de una trilogía de libros que retratan la obra del “Muñeco”.
En rigor, en los últimos dos años River exportó futbolistas por casi 140 millones de dólares. La operación más acaudalada fue la salida de Enzo Fernández (ahora en Chelsea) a Benfica en 44 millones de euros. Julián Álvarez (Manchester City), Nicolás De la Cruz (Flamengo), Lucas Beltrán (Fiorentina), Esequiel Barco (Spartak) y la venta de Claudio Echeverri, que todavía está en el plantel, al City Group, completan el oneroso trampolín de la banda sangre.
Del Colo Colo 2022 ya no están Gabriel Suazo, Gabriel Costa, Pablo Solari y Juan Martín Lucero, mientras que César Fuentes sigue al margen por una lesión de rodilla.
Gustavo Lombardi, exlateral que ganó la Copa Libertadores 1996 con River, analiza: “En en papel puede que River asome mejor que Colo Colo, pero estas series de la Copa son muy cerradas, el jugador se predispone de otra manera, la tensión es otra, porque hay una eliminación en juego. Volvió Gallardo, pero le está costando más de lo pensado hacer jugar al equipo como él quiere, porque es necesario elevar varios niveles individuales. Lo mejor que tiene él es cómo le llega al jugador, por un lado es duro, muy exigente, pero al mismo tiempo saca lo mejor del futbolista. El equipo con Demichelis (antecesor al 'Muñeco') no tenía tanto vértigo, era de una tenencia más pausada, Gallardo quiere otra cosa. Defensivamente el equipo mejoró de inmediato con los refuerzos, y en ataque (Miguel) Borja, aunque le ha costado en los últimos partidos, te asegura una cuota de gol importante. El déficit está en el medio, nunca se encontraron los reemplazos al nivel de Enzo Pérez y De la Cruz, eso no es fácil, porque necesitas jugadores con personalidad, capacidad, juego”.
Maxi alcón en la refriega con Julián Álvarez, hoy en el Atlético de Madrid después de jugar en el Manchester City. César Fuentes completa la escena. Foto: EFE
“El estilo de Almirón se notó de inmediato en Colo Colo, un equipo de toque, asociación, sabe manejar los egos, sabe cómo jugar la Copa”, añade Lombardi.
Jorge Luis Ghiso, entrenador que jugó y dirigió en Chile, es un parroquiano permanente en la tribuna de River, club donde se formó. “Voy siempre, vi todo el primer ciclo de Gallardo, su equipo jugaba a un toque y te liquidaba, eso todavía no lo logró en su vuelta. Pasa que De la Cruz y Barco eran fundamentales y el equipo tuvo que rearmarse, ahora depende de los pibes: (Franco) Mastantuono o Echeverri, que debe estar porque le da juego al equipo. La defensa está bien y de seguro en Chile pone dos de contención, (Matías) Kranevitter y uno más que puede ser (Rodrigo) Villagra. Gallardo es un tipo duro, tiene claro lo que quiere y no se casa con nadie, genera una competencia interna fuerte, por ahí Borja era medio vago y ahora corre", recalca.
Los partidos de la Copa son otra cosa, todos protestan todo, simulan, piden el VAR, a veces más que partidos son peleas, de jugar a jugar River tiene ventaja, pero como es la Copa, cualquiera puede ganarJorge Luis Ghisoexjugador de River
“Los partidos de la Copa son otra cosa, todos protestan todo, simulan, piden el VAR, la Copa es cerrada, a veces más que partidos son peleas, de jugar a jugar River tiene ventaja, pero como es la Libertadores, cualquiera pueda ganar. Almirón conoce bien a River y tonto no es”, suma “Vitrola”.
HERRADURAS Y PASTO HÍBRIDO
El estadio de River desde el año pasado alberga hasta 84.567 personas y su nueva denominación es Mas Monumental. Un fortín que visitará Colo Colo el 24 de septiembre.
Borinsky narra el nuevo escenario: “El estadio cambió mucho y genera mucha convocatoria, van casi 68 partidos consecutivos de entradas agotadas, antes se decía que el Monumental era frío por la pista atletismo y empezaron esta obra por pedido de Gallardo para mejorar la cancha. Durante la pandemia excavaron cuatro metros para abajo, encontraron cosas insólitas, hasta unas herraduras porque hubo en el pasado un hipódromo ahí. La cancha quedó un metro y medio más abajo de lo que estaba, hicieron cuatro tribunas nuevas y ahora las populares (galerías), que antes estaban arriba, quedaron abajo atrás del arco, entonces saltan todos y se mete más presión. Es una cancha híbrida, y por la velocidad del campo la pelota corre muy rápido, te meten un rimo infernal, Almirón sabe todo eso”.
Claudio Herrera De La Fuente
es redactor de Deportes El Mercurio, especializado en fútbol y en atletismo de fondo, especialmente en maratón y pruebas de ultradistancia, con más de 20 años de experiencia en periodismo escrito.