La fastuosidad de la Champions League afloró en cada detalle. El sorteo en los salones del Foro Grimaldi en Mónaco, con Giorgio Marchetti —vicepresidente de la UEFA—, Gianluigi Buffon y Cristiano Ronaldo como animadores, develó la ruta del nuevo formato del torneo más importante de clubes europeos.

El cambio es sustancial, con el aumento de 32 a 36 equipos en la etapa inicial, que ahora se tratará de una fase de liga que reemplazará a los tradicionales grupos, incrementando el volumen de partidos: de 96 se pasa a 144 juegos, repartidos en ocho fechas entre septiembre de 2024 y enero de 2025, porque ahora cada club enfrentará a ocho rivales (cuatro de local y cuatro de visita), que salieron equitativamente de los cuatro bombos (dos de cada uno) fijados a partir del coeficiente UEFA en el último lustro de competencia.

Y el resultado es un fixture colosal, con muchos cruces entre equipos pesados, casi con un tufillo de Superliga, el proyecto que hasta hace poco lideró Florentino Pérez, regente del Real Madrid, que intentaba una competencia paralela únicamente entre los clubes europeos de primera línea. Sin embargo, en todos los tonos la UEFA marcó distancia de aquel intento. “Te lo dije, eso nunca sucederá”, espeta el Aleksander Ceferin, timonel de la orgánica, a Zlatan Ibrahimovic en un desopilante video de presentación, donde aparecieron además Luis Figo, Rodri y Alessandro del Piero, entre otros.

Para graficar el tono subido de la nueva Liga de Campeones, en la fase de liga se reeditan cuatro de las últimas cinco finales: Real Madrid-Borussia Dortmund, Manchester City-Inter, Real Madrid-Liverpool y Bayern-Paris Saint-Germain.

Los analistas estiman que el PSG fue el gran perjudicado con el sorteo que operaba un software que entregará el orden de los partidos recién mañana. Los parisinos recibirán a Manchester City, Atlético de Madrid, PSV y al debutante Girona, y visitarán a Bayern, Arsenal, Salzburgo y Stuttgart. “Con el nuevo formato, la Champions es aún más fuerte y eso es lo que nos gusta”, se envalentonó el regente Nasser al-Khelaïfi.

Francisco Toledo, ingeniero y master en Big Data, desgrana la “nueva era” del certamen. “En general, es un mucho mejor formato. Le agrega mucha justicia al torneo. Ahora todos enfrentan la misma cantidad de equipos de cada bolillero, mientras que en el formato anterior había una clara ventaja para los mejores bolilleros. Por ejemplo, los del 1 solo enfrentaban equipos ‘peores’ en el papel. En segundo lugar, se agregaron partidos de mucho más nivel en la fase de liga. Antes había solo 16 partidos entre equipos de los primeros 2 bolilleros, mientras que ahora serán 36 con el agregado de los 9 partidos entre equipos del bolillero 1. En tercer lugar, los partidos finales van a ser sumamente emocionantes, a diferencia del formato anterior donde había muchos que eran meros trámites. El máximo de puntos que se puede conseguir es 24 y son 36 equipos, por lo que habrá muchos empates en puntos y cada gol contará”, observa.

Los cupos a octavos de final dependerán de una tabla larga, donde del 1° al 8° accederán directo, mientras que los ubicados del 9° al 24° jugarán un playoff (fase que debuta esta temporada) para decantar los ocho restantes. Los 12 últimos quedan eliminados. “Algunos lucharán por meterse entre los ocho mejores, otros por meterse entre los 24 o conseguir un mejor lugar (que va a contar en el emparejamiento previo a octavos). La UEFA estima que el lugar 24 estará en torno a los 8 puntos, por lo que habrá muchos equipos con posibilidades hasta el final”, añade Toledo.