Si la lógica tuviera algún grado de incidencia en el fútbol, Colo Colo debería inscribir su nombre en los octavos de final de la Copa Libertadores: con un triunfo sobre Pereira en el Monumental y un empate o una derrota de Monagas en La Bombonera, el equipo de Gustavo Quinteros volverá a los cruces directos, instancia a la que no accede desde 2018.

Pero muchas veces la lógica no entra a los campos de juego. Y el Cacique, justamente, es un buen ejemplo: el año pasado debía ganar a Fortaleza en Macul y acabó inclinándose por 4 a 3.

Chao Libertadores.

Hoy, los albos vuelven a estirar la definición hasta el último partido cuestión que —dentro de todo— tampoco es tan espantoso para el fútbol chileno, porque al menos las opciones están. “Por cómo se fue desarrollando el grupo, está bien… Aunque uno recuerda el partido ante Monagas, en Venezuela, y siente que debió ser un triunfo. Con Pereira, en el inicio, también”, se lamenta Patricio Yáñez, campeón continental con los albos.

¿Qué llevó a Colo Colo a este punto? Para Quinteros el tema está claro: se despotenció el plantel y no se reforzó de acuerdo a las necesidades. “A principio de año no pudimos reemplazar a un lateral que se nos fue y hoy necesitamos incorporarlo para tener mas variantes. Se está yendo un volante ofensivo o extremo por un tema personal, necesitamos reemplazarlo para no debilitarnos. Y la idea ahora es, pensando que tuvimos una mitad de año con poca eficacia, un porcentaje bajo de goles, que sería bueno incorporar también un delantero centro para darle al equipo un poco más de variante”, declaró tras la caída ante Boca Juniors.

Alude a Óscar Opazo como el lateral que se fue a Racing de Argentina. Lo hizo por una mejor oferta económica, aunque estará de regreso para el segundo semestre. “Lo que me da rabia es que el puesto se lo farrearon los dos jóvenes, Bruno Gutiérrez y Jeyson Rojas. Ellos pudieron quedarse con la camiseta y no soltarla más. Desperdiciaron una gran posibilidad y ahora tendrán que esperar mucho rato. El puesto estaba ahí, vacío, y ninguno lo hizo bien al punto que el técnico muchas veces improvisó con César Fuentes. Me da lata y rabia, porque cuando dan las oportunidades hay que aprovecharlas”, enseña Gabriel Mendoza.

Respecto al volante que parte, éste es Marcos Rojas, aunque no puede sonar a justificación, porque pudo jugar en Argentina. Pablo Parra será su relevo.

En relación al delantero, Quinteros nunca pudo dar con el reemplazo de Martín Lucero. “Pidió a Leandro Benegas como alternativa número uno. Pagamos US$ 250 mil a Independiente por el pase y le hicimos contrato hasta 2024. Y ahí está, sin jugar”, cuentan en la concesionaria. Darío Lezcano, otro de los arietes cuestionados, fue el tercer nombre de la lista que entregó el DT (el uno era Miguel Merentiel y el dos Javier Correa), y tampoco ha sido protagonista.

“En la posible llegada de otro ‘9’ influyen disponibilidades, recursos, no tapar juveniles, jugadores que pueden mejorar… Complejo como todo lo de Colo Colo. Lo que sí es claro, es que a Damián Pizarro hay que potenciarlo, no taparlo”, agregaron desde Macul.

Las otras incorporaciones que llegaron al Monumental fueron por expresa solicitud de Quinteros: Fernando de Paul, Matías de los Santos (que llegó tras la lesión de Emiliano Amor y pese a que la dirigencía quería privilegiar el desarrollo de los jóvenes), Carlos Palacios, Fabián Castillo y Matías Moya.

De todos, De Paul y Palacios no jugaron en Argentina por suspensión y De los Santos, por lesión. Castillo entró un rato y no aportó; Moya fue suplente en el estadio xeneize.

“En general, de forma histórica, salvo excepciones, faltan proyectos, más intenciones. Hay que analizar en profundidad en qué momento se va a generar en serio una intención de ir más allá, de posicionar a Colo Colo internacionalmente”, analiza Edmundo Valladares, expresidente de ByN.

Y agrega: “Cuando me tocó ser presidente, estábamos en una transición, habíamos evitado el descenso hace poco y teníamos que rearmarnos. Cuando estuvimos, la idea fue generar un trabajo que nos fuera metiendo poco a poco en la arena internacional, porque en el plano nacional somos animadores y la idea es ser siempre campeones… Hay que conversar en serio, trabajar, ver cuál es la forma de que se pueda trabajar para ser animador a nivel internacional”.

“El momento deportivo más difícil ya lo vivimos, que fue evitar el descenso; luego de eso se empezó a generar un grupo que se fue afianzando. Reconozco que es difícil cuando se van varios jugadores titulares y llegan nueve o 10; eso siempre toma tiempo. Hay que apostar a un trabajo a largo plazo, de la mano con mantener un grupo, es decir, que cuando haya salidas, que no sean masivas. El fútbol chileno hace rato que económica y deportivamente no es competitivo; a los jugadores no les resulta atractivo mantenerse por mucho tiempo en nuestro fútbol”.

Mal recuerdo dejaron los barristas de Colo Colo en su paso por Buenos Aires. Los reportes son elocuentes: 56 detenidos por los desórdenes registrados cerca de La Bombonera. Aparte, la pelea con simpatizantes de Boca Juniors dejó un saldo de 17 personas atendidas en el hospital Argerich.

El diario local La Nación informó que a los simpatizantes de Colo Colo “se les secuestraron (requisaron) dos varillas de hierro de construcción, tres palos de madera y cuatro trozos de mampostería, y que el motivo de su detención era por incidentes en la vía pública”.

Se habló, también, de muchos hinchas con entradas falsas. Y otros, acusaban al conocido “Chapulín”, famoso por acompañar al seleccionado de Chile, de haberles vendido paquetes que incluían traslados y entradas, pero que éstas, finalmente, nunca existieron.

El periodista Pablo Gravellone dijo: “Si la Conmebol sanciona por gestos y actos racistas, que me parece muy acertado, debe expulsar a Colo Colo de los torneos internacionales después de los graves incidentes que protagonizaron sus hinchas en Buenos Aires antes, durante y después del partido con Boca”.

El tema no se quedó solo en palabras, porque el Comité de Seguridad de Buenos Aires señaló que “con el objetivo de preservar la integridad física y patrimonial de las personas antes, durante y después de los eventos futbolísticos, así como de establecer las medidas de seguridad necesarias para prevenir acciones violentas durante la realización de eventos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, ha determinado prohibir el ingreso del público simpatizante del Club Sportivo y Social Colo Colo a los estadios de nuestra ciudad en calidad de espectadores, durante el año 2023”.

La medida ya fue oficializada a la Conmebol.

“De los incidentes nos enteramos por las redes sociales, es de esperar que no haya heridos graves. Es lamentable que sucedan este tipo de cosas… Hay que tener en cuenta que estamos en otro país y siempre tenemos que ser respetuosos”, fue la palabra de Aníbal Mosa, máximo accionista de la concesionaria alba.