La autopista de la familia Messi tiene vía libre hacia Estados Unidos, para enrolarse en el Inter Miami y empezar a vivir la aventura de la Major League Soccer (MLS).

“Tomé la decisión que voy a ir a Miami. Todavía no lo tengo cerrado al 100% o falta alguna cosa, pero bueno, decidimos continuar el camino allí. Tras ganar el Mundial y no poder ir al Barça, tocaba ir a la liga de Estados Unidos para vivir el fútbol de otra manera y disfrutar más del día a día. Obviamente con la misma responsabilidad y ganas de querer ganar y de hacer las cosas bien siempre. Pero con más tranquilidad”, dijo el campeón del orbe desde su hogar en París a los diarios catalanes Sport y Mundo Deportivo.

La indefinición del Barcelona para generar el retorno del rosarino, que comprobó el lunes Jorge Messi, padre y agente de Messi, en una breve reunión con el presidente Joan Laporta, y la decisión del zurdo de cerrar a la brevedad su futuro, tras finalizar su vínculo con el PSG, aceleraron la opción del Inter Miami, franquicia que pertenece al mundialista inglés David Beckham y que, según revela The Athletic, le aseguraría al “10” un porcentaje de los ingresos de por la televisación de los partidos y también de las ganancias del sponsor (Adidas) que viste a los clubes de la MLS y también arropa al zurdo. Además, a futuro el clan Messi tendría prioridad para invertir en un club de la liga yanqui.

Todo cierra. O eso es lo que parece. “Atrás (del fichaje) asoma una gran estrategia. Primero, porque la MLS no tiene ingresos para apoyar la llegada de un atleta que cuesta tanto. Los salarios anuales rondan los 30 millones de euros, lo que es mucho para los clubes estadounidenses. Por lo tanto, me parece que existe una ingeniería financiera de patrocinadores que permite tal movimiento. Aparece como un gran negocio, en un mercado con fuerte presencia de audiencias latinas. Ayudará a vender paquetes de transmisión de Apple TV (que tiene los derechos en exclusiva del torneo hasta 2032), atraer más patrocinio e interés de otros atletas. Otro aspecto que no podemos pasar por alto es la geopolítica. Con el movimiento actual de Arabia Saudita hacia atletas estrellas, era natural ver a los estadounidenses moverse para posicionarse como una opción”, aprecia Cesar Grafietti, economista brasileño con varios estudios en deporte.

“Aquí en Estados Unidos se venía hablando, muy en privado, desde hace seis meses que la opción que viniese Messi era real. Ahora está todo acordado y la MLS se dará el gusto de contar con uno de los tres mejores futbolistas de la historia. El impacto de Messi en el soccer se podría comparar al de Pelé en los 70”, asegura Jorge Alvial, veedor chileno de clubes europeos que reside en Atlanta.

“En Estados Unidos se calcula que son 32 millones los niños y niñas que formalmente juegan fútbol en academias y clubes. El soccer es hoy el tercer o cuarto deporte en el país, por detrás del fútbol americano y el básquetbol, pero con el impacto que le puede dar la llegada de Messi crecerá mucho más, considerando que viene la Copa América en 2024 y el Mundial en 2026; él podría llevar el fútbol a pelear el primer puesto entre los deportes predilectos de los estadounidenses”, vislumbra Alvial.

“Un jugador como Messi cae bien en cualquier liga, y la MLS no es una excepción. Aunque será inevitable que este fichaje vuelva a ponerle ese cartel de ‘cementerio de elefantes’, es un fichaje que supone un gran salto de nivel en todos los sentidos para el fútbol en Estados Unidos. Consiguen llevarse al capitán de la selección campeona del mundo en un momento en el que ellos organizarán el próximo Mundial, la exposición mediática de la MLS va a ser muy grande y más fácil de acceder que en el pasado al retransmitirse por streaming en Apple TV, e incluso en el mercado interno va a desatar un gran interés, incluso ya han subido los precios de las entradas de todos los partidos en los que jugará, tanto en casa como fuera”, enseña Agustín Galán, periodista español especialista en el torneo norteamericano.

Las previsiones más optimistas indican que su debut podría ser el 21 de julio ante Cruz Azul, de México, en la Leagues Cup, torneo que agrupa a clubes de la MLS y la Liga MX. Y el “efecto Messi” comenzó a sentirse de inmediato: la entrada más barata disponible para ese partido ya supera los 500 dólares, superando el costo, por ejemplo, del boleto más económica para el duelo de este miércoles entre Miami Heat y Denver Nuggets por la final de la NBA (US$ 416).

En tanto, Charlotte FC dispuso tickets de hasta mil dólares para el último juego de la etapa regular, en octubre, cuando reciba a Inter Miami, actual colista de la Conferencia Este, que acaba de despedir al técnico Phil Neville y que cuenta en sus filas con el fugaz seleccionado chileno Robbie Robinson. Forbes estima que en las horas posteriores al anuncio de la operación los boletos se dispararon en un 1.000 % para ver al futuro conjunto del trasandino, que juega en Fort Lauderdale, en un estadio con capacidad para 19.100 espectadores. La cuenta de Instagram del club arrancó el día con menos de un millón de seguidores y al cierre de esta nota el conteo ya iba en 2,8 millones.

“En el pasado ya ha habido jugadores de gran nivel como David Villa, Didier Drogba o Zlatan Ibrahimovic, unos con mejor fortuna que otros —profundiza Galán—. En cuanto a organización e infraestructuras, la MLS no tiene nada que envidiar a los grandes torneos europeos. Dicho esto, su éxito o fracaso dependerá por completo de Messi, de la seriedad con la que se tome la liga, de su compromiso con los compañeros, etc. Llega para ser el rey, pero también tiene que ejercer como tal. Ha habido fracasos bastante sonados, como Andrea Pirlo o Steven Gerrard, que no han dado la talla”.

El histórico exfutbolista estadounidense Alexi Lalas resume así los desafíos que encontrará el argentino: “Messi está llegando a una liga construida con paridad entre sus clubes, a un equipo que no es el mejor del campeonato y a un país al que esas realidades no le preocupan, todas situaciones que nunca ha vivido en su carrera”, afirmó.

“No es una liga fácil y los jugadores como Messi necesitan desafíos de nivel. El juego aquí es muy físico, con un gran desarrollo táctico y técnico. No olvide que Estados Unidos tiene casi 16 jugadores en clubes relevantes de Europa. Para ninguna figura fue fácil rendir aquí, conocí de primera mano la experiencia de Beckham, Zlatan y Guillermo Barros Schelotto”, completa Alvial.