La entrañable Primera B, cada cierto tiempo, ofrece nombres de alcurnia para acicalar la categoría. La edición 2023 tiene a Humberto Suazo como atracción principal en su regreso a San Luis. “Anotó 39 tantos en 37 partidos en la temporada 2003, cuando el equipo se coronó campeón de Tercera, jugando un año se ubica como el 16° goleador en la historia del club”, enseña Francisco Manzo, autor de variada bibliografía “canaria”.

Con 41 años, “Chupete” vuelve a una división donde tuvo una breve aparición en Santa Cruz 2020, alcanzando a participar en tres jornadas antes de emigrar a La Serena. “Humberto cuando jugó mostró toda su categoría, era más que varios delanteros de Primera. La calidad la va a mantener siempre, lo único complejo que veo es la cancha sintética de Quillota, ahí la recuperación es más lenta para los jugadores de más edad. Estamos frente a un torneo con muchos equipos bien reforzados, buenos nombres, pero la B siempre esconde sorpresas”, vislumbra Osvaldo Hurtado, excoach santacruzano.

El certamen 2023 asoma con una cirugía notoria en los planteles, tras un activo mercado de pases. Casi todos los clubes sobrepasan la decena de incorporaciones y algunos bordean la veintena de caras nuevas (Santiago Morning suma 19), considerando que hasta antes de la 4ª jornada están abiertas las inscripciones. “En la categoría es muy normal que los jugadores tengan contratos por un año, cada final de temporada muchos quedan libres y emigran, se hace difícil sostener un proceso. No es sencillo tomar 16 o 17 jugadores nuevos y en cuatro semanas de preparación y tres amistosos promedio desarrollar una idea de juego, un estilo, por ello quizás al inicio no se vean equipos tan aceitados”, advierte Fabián Marzuca (Santa Cruz), uno de los diez nuevos técnicos del torneo y el más joven en la competencia (31 años).

Los estrenos también comprenden a Juan José Ribera (Temuco), John Armijo (Antofagasta), Francisco Arrué (San Marcos), Miguel Ponce (Iquique), Antonio Martínez (Barnechea), los argentinos Dalcio Giovagnoli (Rangers), Germán Cavalieri (San Felipe) y Juan José Luvera (La Serena) y el uruguayo Francisco Palladino (Wanderers). Mantienen su cargo Emiliano Astorga (Cobreloa), Erwin Durán (Puerto Montt), Felipe Núñez (Recoleta), Francisco Bozán (San Luis), Cristián Muñoz (S. Morning) y Miguel Ramírez (U. de Concepción).

Elegir jugadores para la B se transforma casi en un arte. ¿Nombres rutilantes u obreros que conozcan el rigor de la división? Ahí está el dilema. “Es fundamental armarse con futbolistas que tengan vivencia en la B, ellos son los que sostienen las campañas en un torneo que es muy especial, irregular, donde hay mucho juego directo, imposible dar pronósticos. ¿Quién pensó a inicios de 2022 que subirían Magallanes y Copiapó? En el papel aparecen fuertes Cobreloa, Temuco y Wanderers, que llevó jugadores de buen rendimiento en la categoría, lo mismo San Marcos. Sorpresa puede ser Santa Cruz, que se reforzó bien, o Recoleta, que mantuvo al técnico. Me encanta lo que hizo Miguel Ramírez en la U. de Conce, lo levantó y lo puso en la liguilla, aunque ahora se quedó con un equipo muy joven, veremos si le alcanza. Puerto Montt jugó las últimas cuatro liguillas y tiene a Erwin Durán, que arma equipos confiables”, analiza el exvolante Mauricio Pozo.

“Los equipos que ascendieron el año pasado pueden ser una referencia, tenían una mixtura de jugadores conocedores de la categoría junto con otros con un nivel determinante como César Cortés o Jorge Luna. En San Luis trajimos gente con experiencia en la B, como Juan Méndez (exPuerto Montt) y Juan Araya (exBarnechea), y otros con nivel para jugar en cualquier torneo, como (Facundo) Pereyra, (Néstor) Moiraghi, Humberto (Suazo) y Mathías Vidangossy”, sentencia Bozán, DT quillotano.

Jorge Luis Siviero, excoach caturro, le abre crédito al “Decano”: “Wanderers, lo mismo que Temuco, se reforzó muy bien. Palladino se puede acomodar bien a la identidad y raíces del club, primero meter y después jugar lindo. Este año debería ser un torneo más parejo, no creo que veamos los rendimientos del año pasado de Magallanes (75%) y Cobreloa (71%), que en cualquier otro año subía seguro”. Marzuca, exMorning, complementa la idea: “Fue muy atípico lo del torneo anterior, habla muy bien de esos dos equipos, pero mal de la competencia, porque no fuimos capaces de acortar la brecha. Nadie lo asegura, pero de nuevo el ascenso se debería pelear con un 55% de rendimiento aproximadamente”.

La novedad reglamentaria en 2023 incluye ampliar la liguilla por el segundo ascenso en dos escaños: el minitorneo comprenderá del 3° al 8° clasificado, que conformarán tres parejas a cuyos ganadores se sumará el segundo de la tabla en la ronda de semifinales. El primero del campeonato sube directo. “Es un menoscabo a la competencia, porque puede terminar subiendo el que termine octavo”, concluye Siviero.

La norma requerida del Sub 21 se eleva a 1.890 minutos, aunque con una novedad: la mitad (945) deberá estar cumplida la finalizar la primera rueda, de lo contrario habrá resta de puntos. Además, es posible sumar hasta 120 minutos, con dos futbolistas, por partido.

La categoría tiene nuevos inquilinos con amplio recorrido, donde sobresalen el zurdo Fernando Cordero (Rangers), Sebastián Ubilla (Antofagasta), Paulo Magalhaes (Iquique) y el regreso de Ignacio Jara a Cobreloa, entre otros. Varios de los mejores jugadores de la B 2022 tienen nuevo escudo: los exBarnechea Mikel Arguinarena y Juan Ignacio Duma firmaron en San Marcos y Wanderers, respectivamente, mientras Nicolás Maturana recaló en Santa Cruz, donde convivirá con armadores como Ignacio Lemmo (exPuerto Montt) y Albano Becica, clara señal de un estilo. El atrevido Gonzalo Tapia de Recoleta pasó al “Chago” y Fabián “Zombie” Núñez firmó en Temuco. Kevin Harbottle emigró a Cobreloa, que también agregó a los foráneos Cristian Insaurralde (exAmérica) y al zurdo Nicolás Gauna. Los naranjas agregan a Gustavo Gotti y doblan la apuesta del “9” pívot con David Escalante. Nahuel Luján, el exazul, defenderá a San Felipe. El Morning renovó a Oscar “Buncho” Ortega, jugador diferencial en la división.

Conseguir goles es lo más difícil, pero nadie se quedó en la búsqueda: debutarán los arietes uruguayos Maximiliano Pérez (U. de Conce), Luis Acevedo (Temuco) y Joaquín Zeballos (Wanderers), mientras que del ascenso argentino provienen Juan Martín Amieva (34 años) y Damián de Hoyos (34) a Recoleta y el Morning, respectivamente. Los trasandinos Juan Sánchez Sotelo (La Serena) y Germán Estigarribia (Temuco) y el nacional Óscar Salinas (Temuco) bajan de categoría, lo mismo Mathías Pinto (Iquique), que fue artillero máximo del Ascenso en 2019. Steffan Pino (Iquique) y Milton Alegre (Wanderers) también animaron el mercado. Yashir Pinto es alta en el Campanil, mientras Puerto Montt apostó por goleadores de la Segunda División: Hernán Ramírez (exLimache) y Leandro Ruiz (exReal San Joaquín). En tanto, San Marcos confirmó al promisorio Bairon Monroy, máximo anotador en el ascenso nortino desde la Segunda.