¿Y ahora qué?

Terminado el Sudamericano de Colombia y de regreso a sus clubes para competir en el Torneo Nacional, una nueva crónica comenzarán a escribir los 23 futbolistas convocados por Patricio Ormazábal, entrenador que a propósito de los malos resultados y de un peor fondo de juego fue obligado a dejar el cargo.

El asunto es con qué tinta, porque el fracaso fue rotundo.

“Salvo algunos, el resto no tienen ninguna posibilidad de jugar en Primera”, reflexiona, lapidario, Héctor Pinto, técnico que clasificó a la Roja Sub 23 a los Juegos Olímpicos de Sydney.

Y explica: “Acá, lo primero es que los clubes vuelvan a invertir en cadetes. Los dueños son empresarios que manejan técnicos y jugadores, solo quieren hacer negocio. Quieren hacer caja a temprana edad, sin pensar en el desarrollo emocional de los jugadores. No los esperan, se saltan etapas. Ahí está el gran tema: que los empresarios, los dueños de los clubes, están haciendo su negocio: vender jugadores lo más pronto posible”.

“Tal cual. Necesitamos que nuestro fútbol tenga un Torneo de Reservas donde puedan competir y sumar roce. De la Sub 20 creo que dos podrían jugar de inmediato, Lucas Assadi y Darío Osorio, pero el resto no. El resto no participa, no compite. Y el futbolista crece compitiendo. Hace rato que venimos pidiendo un Torneo de Reservas; no sé por qué no se hace. En Argentina es súper competitivo, los jugadores se desarrollan, enfrentan a gente mayor, se acostumbran a la presión. No ocurre y qué pasa: juegan 5’, 10’ en Primera, y el torneo chileno tampoco es tan exigente. Cada día más depreciado, me aburre verlo. No hay un progreso para el futbolista chileno. Hay que cambiar la competencia para lograr un desarrollo a los 18 o 19 años”.

Como dice Pinto, Assadi y Osorio son candidatos a una camiseta de estelar en la U, aunque la posible llegada de Felipe Gutiérrez podría taparles un poco el camino. El lateral izquierdo Marcelo Morales, en tanto, es otro: lo más probable, confidencian en el Centro Deportivo Azul, es que termine por desbancar a José Castro.

¿Y en el resto de los clubes? Cristóbal Castillo pinta para ser uno de los volantes defensivos de O’Higgins, en tanto el meta Vicente Reyes debería mantenerse en el arco del Atlanta United. “Matías Vásquez está considerado como nuestro jugador para sumar los minutos Sub 21”, apunta Nicolás Núñez, estratega de Magallanes. Manuel Lolas, delantero de Rangers, tiene experiencia en el profesionalismo y este 2023 deberá confirmarlo.

A partir de ahí, mucha incertidumbre. “Viene lo que se llama regulación de los objetivos”, apunta el psicólogo Rodrigo Cauas. “Muchos pensaban que con el proceso de la selección iban a tener mayor experiencia, más habilidades, más ‘derechos’ para estar en sus clubes de mejor manera. Cuando esto no se logra, hay que readecuarlos. Cada uno, a partir de lo que sucedió en Colombia, tendrá que fijarse metas y objetivos distintos. Planificar de manera distinta: algunos pensarán en ser titulares, otros en debutar, algunos en jugar cierta cantidad de minutos. Funciona muy bien poner el foco en el siguiente objetivo. Pero no basta con solo imaginarlo; debe existir un plan de acción”, profundiza el también especialista en coaching deportivo.

Las palabras de Cauas apuntan a la mayoría de los jugadores que integraron el seleccionado.

Será muy difícil, por ejemplo, que los arqueros Thomas Gillier y Eduardo Villanueva puedan jugar en la UC y Colo Colo respectivamente, considerando que antes están Matías Dituro y Nicolás Peranic, y Brayan Cortés y Fernando de Paul.

Darko Fiamengo, defensa de los albos, tendrá que superar varios obstáculos antes de ser citado. Lo mismo corre para Tomás Avilés (Racing Club) o Sebastián Pino, que sin debutar con la camiseta franjeada fue reclutado por el Alavés de España para que juegue en la Cuarta División de España. Bryan González, de la UC, ya hizo su estreno en la categoría de honor, pero ante la insistencia de Ariel Holan de sumar nuevos volantes, su protagonismo no será tan grande.

Paolo Guajardo, de Santiago Wanderers, tiene una competencia difícil. Si bien la dirigencia quiere que sume varios minutos, porque es una de las cartas exportables, debería pelear el puesto con Matías Plaza. “El técnico Francisco Palladino juega con dos hombres en punta, que hasta ahora son Carlos Muñoz y Juan Ignacio Duma, y dos volantes abiertos: Lucas Cepeda por la izquierda y Plaza por la derecha. Con este último debería ser la disputa”, indica Luis Cabrera, periodista de El Mercurio de Valparaíso.

Yahir Salazar, de 18 años, tenía pocas chances en la U y por eso emigró a Huachipato. Su futuro en el sur es incierto, aunque Manuel Mayo, gerente deportivo azul, augura que “sumará experiencia, le hará bien estar fuera del club. Podemos decir que es nuestro primer refuerzo para 2024”. Por su parte, Gabriel Norambuena y Vicente Conelli se sumaron de inmediato a las prácticas de Unión Española. Ambos constituyen buenas ofertas ofensivas para el técnico Ronald Fuentes, sin embargo, el arribo de Thomas Rodríguez podría lentificar su andar.

Diego Ossa tiene una dura pelea en San Carlos: Fernando Zampedri, Franco di Santo y Gonzalo Tapia están antes que él. Joan Cruz pudo llegar con un mejor status al Monumental, pero aprovechó un despiste de Blanco y Negro, que consideraba que el jugador seguía perteneciendo al club, y se fue como propietario del pase: firmó contrato con el Grupo Pachuca para ser parte del Real Oviedo por los próximos cuatro años. El zurdo es el único seleccionado que pasó al extranjero tras el Sudamericano, pero empezará bien desde abajo su aventura por Europa.