Mientras Portugal está enfocado en el compromiso de octavos de final ante Suiza, Cristiano Ronaldo tiene su mente en otro tipo de futuro, el personal: dónde ir a jugar, luego de su caótica salida del Manchester United en medio del mismo mundial.

La duda trajo una respuesta sorpresiva: el nuevo destino de “CR7” sería Arabia Saudita.

El Al Nassr, uno de los clubes más importantes de la liga saudí, habría asegurado los servicios del astro portugués por dos años y medio, con un contrato que rompe los récords en cuanto a los montos. Desde el 1 de enero próximo, Cristiano recibiría nada menos que 530 millones de dólares por su permanencia en la península.

Es decir, US$ 212 millones por año de juego en la liga de ese país, lo que convierte al luso en el deportista mejor pagado del mundo, superando a Lionel Messi, quien lideró ese listado cuando renovó en Barcelona en 2017, a cambio de 168,5 millones de dólares.

El Al Nassr (“La victoria”, en árabe) es uno de los cuadros más tradicionales del fútbol saudí. Poseedor de nueve títulos de liga, seis copas y un trofeo internacional (la Recopa 1997-98), el equipo dirigido por el francés Rudi García tiene en sus filas al argentino Gonzalo “Pity” Martínez, al colombiano David Ospina y al capitán de Camerún en el mundial Vincent Aboubakar, entre otros. Además, dijo presente en Qatar con otros seis jugadores, todos ellos de Arabia Saudita.

Así se resuelve un problema para Cristiano, luego de la caótica salida del Manchester United, donde acusó de “traición” al manager de los “Diablos Rojos” Erik ten Haag. “No lo respeto porque él no ha mostrado respeto por mí”, dijo en esa ocasión el portugués, apurando el fin del contrato con el club.

A falta de la confirmación oficial de su nuevo destino, Cristiano debe afrontar el presente de la “Seleção” y el panorama para el cruce con Suiza de este martes se ve complejo. Mientras el 70 por ciento de los encuestados en el diario A Bola no quiere verlo como titular en el cotejo ante los helvéticos, el entrenador Fernando Santos reconoció que no quedó contento con la reacción del capitán cuando fue reemplazado en el partido del viernes ante Corea del Sur y se enfrascó en una discusión con un rival.

“En la cancha, no oí nada. Estaba lejos y solo lo vi discutir, nada más. ¿Vi las imágenes después? Sí, y no me gustó. No me gustó nada su reacción. Esas cosas se solucionan internamente y ahora pensamos en el partido de mañana (hoy)”, indicó el técnico.