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Mundial a mitad de temporada: más dinámica, más velocidad y partidos más entretenidos

Pese a las dudas iniciales, los especialistas estiman que ha sido un éxito que Qatar 2022 se dispute entre noviembre y diciembre, cuando los jugadores están a media campaña en sus clubes y no con el desgaste que provoca enfrentar una copa mundial inmediatamente después de finalizar las agotadoras temporadas en sus equipos.
Foto: France Presse
Héctor Opazo M.04 de diciembre, 2022
No fueron pocos los que pusieron el grito en el cielo cuando se confirmó que debido a sus altas temperaturas en el verano, que la Copa de Qatar 2022 se jugaría en el invierno septentrional.

Que el Mundial se disputara en noviembre y diciembre, en el medio de la temporada europea —y no durante las vacaciones de los planteles— asomó como una idea extraña, polémica y muy discutida.

Sin embargo, con el torneo entrando a la recta definitoria, los especialistas han cambiado su postura y destacan el ritmo y la intensidad que se observa en los partidos, superior, creen, a lo que normalmente ofrecen las competencias planetarias a mitad de año, en el fin de las campañas.

“Como los jugadores están con el ritmo de mitad de temporada en sus clubes, los partidos han ganado mucha dinámica y ritmo”, expone Jaime Vera, exseleccionado chileno y otrora ayudante técnico en la Roja.

El dato lo ratifica la estadística pura: en el Mundial de Rusia 2018, el jugador que más distancia recorrió en un partido de 90 minutos (sin contar alargues) fue el ruso Andrei Golovin, quien superó los 12,7 kilómetros en el duelo contra Arabia Saudita.

En Qatar, ese récord ya se quebró y por bastante: el croata Marcelo Brozovic alcanzó un increíble 13,74 km ante Canadá (y 13,44 km contra Bélgica), mientras que el tunecino Ellyes Shkiri apuntó 13,22 en el pleito frente a los galos.

Ante Canadá, Marcelo Brozovic corrió un kilómetro más que el récord de Rusia 2018. Qatar tiene dinámica. Foto: France Presse.

“Me ha gustado el Mundial en cuanto a intensidad y al juego. Hay propuestas muy atractivas, con mucha dinámica, equipos muy agresivos, valientes, sobre todo los africanos”, expone el exfutbolista y analista Cristián Basaure, quien luego profundiza en las herramientas de los países más modestos para igualar la cancha con las potencias. Y justamente una de ellas es el ritmo y la intensidad, notoriamente mayor a la de otras citas planetarias: “Siento que han optimizado los recursos. Le están compitiendo a los grandes desde la intensidad, desde la presión, desde la transición rápida más que elaborada. Siento que es una de los aspectos destacados del Mundial, además de que veo que hay muchos jóvenes, más allá de que las figuras siguen siendo los experimentados, hay varios menores de 25 con responsabilidades y que aportan mucho a sus selecciones”, comenta Basaure.

“En general los equipos de élite tienen una mejor performance física al final de las temporadas, cuando se decide al campeón, cuando clasifican a las copas o se definen los descensos. Ahí es cuando están obligados, por lo menos a nivel de clubes, a rendir mejor y quizás por eso pueden llegar más agotados al Mundial”, teoriza Carlos Sepúlveda, fisiólogo del laboratorio deportivo de Clínica Meds.

Otro dato revelador lo entrega la velocidad máxima. En 2018, el portugués Cristiano Ronaldo y el croata Ante Rebic lograron el récord, con 34 kilómetros por hora. Esa marca ya fue superada varias veces en Qatar. En el partido entre España y Alemania, por ejemplo, se registraron dos de las máximas velocidades en lo que va de Mundial: el español Nico Williams corrió a 35,6 kilómetros por hora, la misma que estableció el canadiense Alphonso Davies, mientras que el germano David Raum apuntó 35,5 km/h.

Y eso que descanso real no existió. El fin de semana anterior al inicio de Qatar 2022 hubo partidos oficiales en casi todas las ligas del mundo, por lo que los jugadores no tuvieron asueto antes de sumarse a sus equipos: la mayoría lo hizo seis días antes del pitazo inicial.

“Sí, en las primeras fechas se vieron equipos muy dinámicos como Brasil, Francia, España, aunque a otros los noté mucho más pesados. Creo que sí hay más ritmo en esta época del año”, coincide el exzaguero Rogelio Delgado, mundialista paraguayo en México 1986.

El guaraní, eso sí, advierte que aún no ha llegado el peak de rendimiento, por lo que se pueden esperar números mucho más contundentes en los próximos días.

“Ha estado muy entretenido y, como dicen los que saben, en octavos empieza el Mundial de verdad, ahora veremos a los equipos que en teoría están por encima del resto haciendo pesar su mayor calidad”, pronostica el también exdefensor de la U.

ESQUEMAS Y MÁS

De cualquier manera, los expertos advierten sobre las diferencias entre los equipos que tiene efecto sobre la forma de juego de cada combinado.

Canadá se fue eliminado pero Alphonso Davies podrá contar que tuvo el pique más rápido del Mundial. Foto: France Presse.

“No hay tanta diferencia en el rendimiento físico entre selecciones europeas y sudamericanas, porque la mayoría de sus jugadores está en ligas competitivas. No pasa lo mismo con México o Costa Rica, cuyos futbolistas no actúan en ligas tan exigentes y eso se nota”, advierte Sepúlveda.

“Cuando hay jugadores que no están en la misma sintonía, que están en ligas menos dinámicas o con menos actividad, se resiente el equipo. Es lo que le ocurrió a Uruguay con (Diego) Godín o (Luis) Suárez. Se nota que no están con el mismo ritmo”, dice el fisiólogo.

Sin embargo, el especialista aporta una opinión relacionada con los diseños tácticos que se han visto en Qatar y que explican, por ejemplo, por qué los laterales están entre los que más han corrido en el Mundial.

“Con el 4-3-3, que se ha asentado bastante, los laterales y los extremos tienen recorridos mucho más largos, se generan más duelos individuales, lo que no se ve en otros esquemas”, cierra.

Es difícil que en el corto plazo se vuelva a disputar una copa en esta época del año —por la enorme presión que ejercen los clubes—, pero nadie podrá decir que el experimento fue fallido o que en Qatar nadie corrió, porque los seleccionados corrieron como nunca se había visto.

Héctor Opazo M.

es coordinador de Deportes El Mercurio. Periodista de la Universidad de Chile, participó en la cobertura de los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 y en los JJ.OO. de Río 2016, entre otros eventos.

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