Santiago de Chile.   Sáb 20-04-2024
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Alimentación, entrenamiento y medicina: los factores que explican por qué el futbolista juega hasta cerca de los 40

En décadas anteriores, cruzar la barrera de los 30 años era sinónimo de veteranía. Hoy, la historia es opuesta y el Mundial de Qatar ofrece ejemplos de sobra, porque Cristiano Ronaldo, Pepe, Messi, Dani Alves, Cavani, Suárez y Modric están cerca de las cuatro décadas y se observan en plenitud de condiciones. Exjugadores, médicos y preparadores físicos explican qué cambió: casi no hay infiltraciones —medicación que acortaba la vida útil— los ejercicios son más personalizados y la nutrición ayuda a recuperar las energías perdidas.
Foto: AP
Raúl Neira06 de diciembre, 2022
—¿Mito o realidad que en su época el jugador pasando la barrera de los 30 años era casi un veterano?

“Realidad”.

Patricio Yáñez, mundialista en España 1982 y campeón de la Copa Libertadores en 1991, no titubea en la respuesta. “Pasados los 30 eras un herido de guerra: tenías el codo vendado, una bala en la oreja… Muy comprometido físicamente. Antes, con esa edad estabas en el último carro del tren”, sitúa.

Y explica: “Las cargas de trabajo han cambiado, se entrena de manera distinta. Las canchas eran malas, las pelotas eran malas, infinitas infiltraciones de por medio. Los técnicos, en su gran mayoría, no influyen en los médicos en el sentido de que los lesionados tienen que jugar. Recuerdo al ‘Guatón’ Santibáñez diciendo ‘tiene que jugar éste, como sea’. Y jugaba. Ahora el futbolista tiene la recuperación adecuada, la tecnología ha mejorado. Hay una tremenda diferencia que tiene que ver con la preparación y la alimentación”.

No sé hasta qué año voy a jugar. Puede ser hasta los 40. Vamos a ver. Tengo que ir poco a poco. Me siento bien física y mentalmente. Estoy trabajando para mantener este nivel lo más allá posible. Entreno fuera del club para ver dónde puedo mejorar el físico Luka Modric volante de Croacia y del Real Madrid

—Hoy, el jugador siente una molestia, sale y tiene semanas para recuperarse. Antes no era así. ¿Es otro factor que explica por qué hoy la carrera es más larga?

“Sin duda. Muchas veces jugué lesionado. Y era tan seguido el tema de las infiltraciones que no tengo el registro. Con un esguince de tobillo te hacían acupuntura, entrenabas suave, picotón el domingo y a jugar. Hoy puedes estar fácilmente un par de semanas fuera. Pasaba lo mismo con los esguinces de rodilla”.

Claudio Borghi, exDT de la Roja, suma detalles al tema: “Nunca infiltré a nadie. Fui futbolista y sé las consecuencias, porque la carrera del jugador se acorta bastante. La infiltración para jugar siempre trae malos resultados, porque se agrava la lesión y después lo pierdes inmediatamente”. Gustavo Canales, centrodelantero de Universidad de Chile en el glorioso año 2011, da fe de la palabra del campeón del mundo en México 1986: “Tenía un problema en el tendón de Aquiles y de tanto meterme anestesia y cosas para jugar en la U, me pasó la cuenta en la selección. Llegó un momento en que no podía infiltrarme más, porque se me podía cortar el tendón. Lo venía haciendo en la U y cuando pedí hacerlo en la selección, el cuerpo técnico de Borghi me lo negó”.

El doctor Cristián Ortiz, traumatólogo especialista en medicina deportiva de Clínica Universidad los Andes, señala. “Sin ninguna duda y con total certeza, las infiltraciones acortan la carrera del jugador. El principal mecanismo de protección es el dolor y si lo ocultas no estás teniendo defensas”, sostiene


Y puntualiza: “La infiltración pretende ser curativa o paliativa. Si infiltras a alguien con artrosis, lo único que puedes conseguir es que bajen los dolores, porque no se va a curar. Si infiltras un tendón de Aquiles uno juega con fuego y lo expone al límite de los riesgos en forma aguda o mediana o a largo plazo. Si infiltras solo para jugar el fin de semana, los mecanismos protectores del dolor no funcionan. Por eso muchos jugadores se retiraban con artrosis en rodillas y tobillos, y recién pasados los 30 años. ¿Cuándo vendría a ser curativa? En una bursitis en el hombro, por ejemplo”.

—Da la impresión que el futbolista de hoy se infiltra menos que el de antes y por eso sus carreras se estiran cerca de los 40 años…

“Sí. Con el paso del tiempo los equipos médicos se han profesionalizado, pero también los mismos deportistas están más educados y se han informado. Los cuerpos médicos de la UC, Colo Colo o la U no dependen del entrenador de turno; se han hecho más estables en el tiempo y eso es bueno. Los jugadores se cuidan mejor; antiguamente fumaban en el entretiempo y eso ya no existe. Además, muchos dicen ‘no puedo jugar, pero tampoco me voy a infiltrar, porque mi vida va más allá del partido del fin de semana’. Se juega menos en el límite, porque claramente no se recomienda infiltrar para jugar”.

El Mundial de Qatar ofrece una realidad que contrasta con la experimentada por Yáñez o por Canales, y de la que da fe el doctor Ortiz, porque los futbolistas están prolongando su vida útil hasta cerca de los 40. Ejemplos hay varios: los portugueses Pepe (39 años) y Cristiano Ronaldo (37), los brasileños Dani Alves (39) y Thiago Silva (38), los japoneses Eiji Kawashima (39) y Yuto Nagamoto (36), los argentinos Franco Armani (36) y Lionel Messi (35), el croata Luka Modric (37), los mexicanos Alfredo Talavera (40) y Guillermo Ochoa (37), los uruguayos Diego Godín (36), Edinson Cavani (35) y Luis Suárez (35), el español Sergio Busquets (34)… Todos, en la élite del fútbol mundial.

LOS CUIDADOS ESPECIALES


El tema médico, sin embargo, no es el único que aclara los motivos y Yáñez ya lo había enunciado: la parte física y alimenticia es otro de los factores. “Las metodologías de entrenamiento son más especificas; los jugadores no desgastan su cuerpo y su mente en asuntos genéricos. Todas las actividades que hacen en el primer mundo, es decir, en el alto nivel, atienden a las necesidades de cada jugador. Se entrena por rol y por puesto; los laterales de laterales, los centrales de centrales y así. Antes había trabajos intermitentes y genéricos para todos. Está todo mucho más personalizado. Cada uno necesita una pauta, una minuta, y eso hace que el cuerpo no se resienta en generalidades”, opina John Armijo, preparador físico que trabajó codo a codo con Luis Bonini cuando Marcelo Bielsa era el DT de la Roja.

—Siguiendo con las comparaciones de ayer y de hoy, antes las pretemporadas eran en arena y casi no había trabajos con balón.

“Sí. No sé si los volúmenes eran inhumanos, pero desgastaban al cuerpo de forma no útil. Hoy los entrenamientos dan resultados inmediatos y desde la primera semana están en partidos amistosos; en la actualidad existen hay herramientas que ayudan a cuantificar el desgaste. Se hacen evaluaciones externas, a través de los GPS, o internas, mediante hormonas. Por otro lado está el tema de la alimentación. Los clubes tienen nutricionistas que entregan pautas a cada jugador para las necesidades energéticas del día y consumen lo que realmente necesitan. Aparte tienen suplementos alimenticios, verdaderas bombas de proteínas, de distintos tipos, para recuperar. Existen los activadores previos que retardan la fatiga y el uso de la creatina que ayuda a movimientos explosivos”.


Está de moda, cada vez más de moda, que los futbolistas entrenen por su cuenta y después de la jornada diaria en sus clubes. Las razones las detalla Pablo Omar, experto en la materia física, y quien ha trabajado con Jaime Valdés, Cristián Álvarez, Mauricio Pinilla, César Fuentes, Diego Rojas y Stefano Magnasco, entre otros. “Pongo énfasis en tener contacto con el preparador físico del club; prácticamente trabajo para él, porque tengo que adaptarme a sus cargas y a pautas. Vemos su planificación y en base a eso, paralelamente, vemos qué hacer en la tarde”, declara, puntualizando que es un método que comenzó a implementarse en norteamérica, España e Inglaterra.

Y suma: “Los jugadores, algunos, tienen una vida social muy activa, porque van a fiestas, eventos, y no descansan muy bien. Resulta que el descanso y la alimentación deben ir de la mano con el trabajo que se realiza en el club o en el gimnasio. Y ojo: no es lo mismo trabajar con una persona que entrena halterofilia a una que trabaja con futbolistas. ¿Qué se gana con todo esto? No lesionarse, estar mejor en el área cardiovascular, muscular, en la flexibilidad… En todo lo que signifique una preparación de primer nivel”.

Cierra Yáñez: “La alimentación es clave, es muy importante para mantener una buena condición física. Cuando comencé, jugaba el domingo, aparecía el martes para masaje, el miércoles hacíamos físico, el jueves fútbol, el viernes algo de estrategia, el sábado no se entrenaba y el domingo jugaba. Nada más; nada de cuidados médicos, de entrenamientos en forma individual, de cuidados en las comidas, de proteínas… Nada de nada”.
Raúl Neira

es redactor de Deportes El Mercurio y especializado en fútbol. Con más de 25 años de carrera, cubrió la Copa Confederaciones de Rusia 2017, la Copa América de Chile 2015, copas Libertadores, sorteos y partidos clasificatorios a la Copa del Mundo.

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