“No vi tan bien a Uruguay, pero tuvimos la suerte del campeón”, dice al teléfono Rubén Sosa, mundialista uruguayo en Italia 1990.

“Ehhh, puede pasar el grupo y después luchar alguna ronda. Hasta ahora no se ha visto el gran equipo, Argentina era el candidato y perdió. Me gustaron Francia e Inglaterra, pero no aparece ningún cuco todavía”.

El “Principito” trata de masticar el empate sin goles con que Uruguay inició Qatar 2022 frente a Corea del Sur. “No vi tan bien al equipo, pero tampoco tan mal. Tuvimos dos tiros en los palos, el primer partido del Mundial siempre es el más complicado y no lo tienes que perder por ningún motivo. Lo importante es cómo terminas el torneo, pero los mundiales son jodidos siempre. El equipo pudo ganar 1-0, 2-0 también, pero se quedó en el empate. ¿Sabe que me gustó? La última acción de (Federico) Valverde, cuando va al piso, esa jugada nos representa a nosotros, cómo somos, el no aflojar, es la garra charrúa. El futbolista uruguayo es capaz de trancar con la cabeza. El técnico (Diego Alonso) no le mostrará al equipo el video de los dos tiros a los palos, para jugar ante Portugal le mostrará la imagen de Valverde para motivarlo, así hay que jugar el Mundial”, profundiza.

La jugada en cuestión llegó en el segundo minuto de descuento y el volante del Real Madrid, que estaba al borde de la fatiga, persiguió al coreano Kangin Lee varios metros para interrumpir su avance con un tackle, esfuerzo que el propio jugador uruguayo celebró con efusividad.

“Uruguay no dejó una sensación con gusto a poco”, opina Claudio Arbiza, que ganó la Copa América 1995 con la celeste. Explica el exarquero: “No repitió lo que venía haciendo en la eliminatoria. Salvo el cabezazo de (Diego) Godín y el tiro de Valverde, ambos a los postes, el equipo no remató al arco. Faltó filtrar pelotas desde el medio, (Giorgian) De Arrascaeta puede aportar eso. Valverde siempre responde, se echa la selección al hombro. Me gustó el ingreso de (Edinson) Cavani también. Contra Corea nunca es fácil, es un estilo de juego que no nos acomoda, recuerdo el gol sobre la hora de (Daniel) Fonseca ante ellos en el 90 (1-0). El partido del lunes con Portugal va a quebrar el tabla, nos puede lanzar hacia arriba o bien nos pondrá a jugar a muerte el cierre (con Ghana)”.

“Nos costó distribuir en la mitad de la cancha para poder encontrar juego entrelíneas y más uno contra uno por bandas, pero sabemos todos lo que es un partido de un Mundial: apretado, complejo, complicado. Queríamos ganar, pero debemos aprovechar el punto para lo que viene”, reconoció el técnico Alonso, sucesor del “Maestro” Oscar Tabárez.

“En un torneo corto no hay tiempo para lamentos ni mucho menos. Uruguay tiene calidad y jugadores para dar bastante más”, avisó Godín (36 años), tras un trámite en que Corea del Sur incomodó con su trajín y una circulación rápida de la pelota. Pero salvo dos disparos (elevó Uijo Hwang a los 34’ y sobre el final el enmascarado Heung-min Son desvió un zurdazo), Uruguay tampoco pasó apremios, sostenido en mediocampistas que juegan y raspan, y rompen el paradigma de los volantes orientales “pesados” en el desplazamiento.

En el último cuarto de hora, con los equipos estirados, Alonso probó con dos “9” (ingresó Cavani y Darwin Núñez dejó la banda) y dejó señales de amenaza. No mucho más. Con fama de equipo petrolero, el apuro no cuenta para Uruguay.