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Roberto Nahum, director de Azul Azul designado por Sartor: “Clark debe dar las explicaciones”

El exdecano de Derecho de la Universidad de Chile dice que es momento para que el presidente aclare las “interrogantes que flotan” sobre la propiedad del club y también sobre la conducción de Sartor, en donde, admite, ejerce un “poder total”. Aborda la carta de la Casa de Estudios, la denuncia ante la CMF y la contratación de Etcheverry, exmano derecha de Jadue. Si el presidente de la U no sale a afrontar los temas, la delicada situación actual puede empeorar, advierte el abogado.
Antonio Valencia17 de agosto, 2022
Roberto Nahum está “inquieto”, “preocupado” e “incómodo”, advierte el propio directivo durante la conversación en que aborda el complejo momento por el que atraviesa el club controlado por Sartor. “Por eso estoy dando esta entrevista”, precisa.

“No me he sentido cómodo, porque también soy hincha”, señala. “Eso por los resultados deportivos, que a mi juicio es el principal problema hoy. No he tenido inconveniente con la administración ni la conducción, pero obvio que no es agradable sentirse cuestionado por ser directivo de una institución que está siendo cuestionada. Si yo tuviera la mínima sospecha de una ilegalidad, no estaría en el directorio”.

—¿Por qué sigue?

“Porque siento que puedo aportar”.

—Pudo haberse aburrido por no tener respuestas ni explicaciones.

“Pero tengo esperanza de que se salga adelante. Ahora tengo menos, y por eso estoy dando esta entrevista. No es grato, pero tampoco sería responsable mandarse cambiar”.

El ex decano de la Universidad de Chile y ex director por diez años de la Casa de Estudios desde el desembarco de Azul Azul en 2007, volvió a la mesa de la concesionaria en 2021 y hace un abierto llamado a Michael Clark para que enfrente los cuestionamientos.

“Flotan muchas interrogantes. Hay muchos comentarios y frente a ellos es necesario fijar posición”, plantea.

—¿Qué tipo de crisis observa en el club?

“No sé si es una crisis, pero estamos en una situación compleja en lo deportivo”.

—¿Solo en lo deportivo?

“Fundamentalmente, porque lo deportivo es más difícil de resolver. Los temas legales se solucionan de acuerdo a las normas”.

—Usted estuvo en la génesis de Azul Azul, 10 años como director nombrado por la universidad y ahora por Sartor, ¿cómo ve el funcionamiento corporativo?

“Lo he visto hace tiempo bastante complejo, no solo de ahora. En el origen (de la SADP) hubo acuerdos tácitos que se pactaron porque el sistema legal no permitía dejar por escrito”.

—¿A qué se refiere?

“Esos acuerdos eran dos. El primero era que ninguna de las partes se haría cargo de un porcentaje que le permitiera tener el control total del club, y para eso la universidad tenía dos representantes que podían dar la mayoría a alguna posición y dar equilibrio.”

—Eso hoy no se cumple.

“No solo hoy. Hace muchos años. Ninguna de las anteriores administraciones se encuentra libre de pecado”.

—¿Y el segundo acuerdo tácito?

“Que ninguna administración hiciera una ‘pasada’. Los que se dedican al mercado financiero saber bien qué es hacer una ‘pasada’: comprar barato y en corto tiempo lograr que la acción subiera y vender. Eso tampoco se pudo dejar por escrito. Pero ninguno de los grupos que controló el club cumplió esos dos requisitos”.

—¿Sartor no está para “”hacer una pasada”?

“Tengo la convicción de que la primera y la segunda administración incurrieron en esa práctica y la tercera salió perdiendo plata. En esta están perdiendo bastante más de lo que invirtieron, así que no están incurriendo en eso”.

—Sí en el poder total.

“Ese poder lo adquirieron porque antes otro lo tenía y lo vendió. No se hizo valer el reclamo de no transferirlo en su totalidad a una misma administración”.

—Dice que no sabe si esta es una crisis, ¿ hubo peores?

“No sé si usted se acuerda de cómo estaba el club cuando la universidad me pidió adoptar medidas para que el club volviere a…”.

—¿Eso es un consuelo?

“No, no es un consuelo. Hoy lo que tenemos es un problema deportivo”.

—Pero el directorio está quebrado.

“No lo tengo tan claro”.

—Pero hubo señales evidentes. La universidad hasta levantó una candidatura alternativa a Clark, la semana pasada envió carta reiterando diferencias sustanciales y…

“Sí, pero eso no significa que el directorio esté quebrado”.

—¿Y qué significa?

“Interprételo usted”.

—Usted está adentro.

“Pero hablo del directorio cuando funciona como tal, no cuando las partes salen a hacer declaraciones. Muchas de las circunstancias que se debaten son en su mayoría de las veces privadas. Tampoco es una buena forma de funcionar como directorio que se estén vociferando las cosas. No he visto emplazamientos dentro del directorio. Hay diferentes opiniones. A mí nadie me ha emplazado ni preguntado dentro del directorio”.

—Por algo la universidad salió a reclamar.

“Soy abogado. Esto sería lo mismo que ventilar un proceso judicial por la prensa”.

—Pero la U no es un club cualquiera: tiene una universidad detrás.

“¿Me lo dice a mí, que fui el encargado de que esto se legalizara y funcionare bien? En 2017 el prorrector de la época me pidió la renuncia. Mientras yo estuve, el sistema funcionó.”

Roberto Nahum sostiene que el principal problema de la U no es institucional, sino que deportivo. “Es más difícil de resolver eso que los temas legales”, afirma.

—Hace un año usted declaró lo mismo que hoy: que la situación es compleja, pero entonces lo atribuía a la administración de Heller. ¿Qué opinión tiene de la conducción de Clark?

“Las cosas no han resultado. Pero por mucho que se hable afuera, los directorios funcionan normalmente. Mire, estamos en un punto delicado, y lo atribuyo, no es que yo lo culpe, a cosas que he leído en la prensa. He leído situaciones que llevan a una preocupación y estoy esperando de parte de la administración la clarificación de esta situación. Por eso acepté hablar”.

—¿Le parece normal que Clark no hable? Lo emplazó la universidad hace una semana y luego un director que denunció a Clark ante la Comisión de Mercado Financiero.

“La universidad tiene sus autoridades, y yo no he escuchado a la rectora. Vi una nota no firmada, pero con pie de firma de los representantes de la universidad en el directorio”.

—¿Y eso lo hace menos legítimo?

“Yo como abogado no le atribuyo valor a una nota no firmada”.

—Pero Weintraub y Coppo salieron hablando después de la carta que enviaron.

“Yo le digo mi posición”.

—Le reitero, ¿le parece normal que Clark no hable antes esos emplazamientos?

“Hay distintas actitudes que asumen las personas. Acepté hablar con usted porque creo que tengo que manifestar mi opinión”.

—Usted representa a Sartor en el directorio. ¿Por qué habla usted y no Clark?

“Yo no conocía a Michael Clark, me invitaron (Cristián Aubert) a formar parte del directorio sabiendo mi trayectoria y mi vinculación con la Universidad de Chile, como una muestra de mayor cercanía del Grupo Sartor con la universidad. Acepté la invitación como ahora acepté esta entrevista, porque mi objetivo es hacer saber que yo espero alguna explicación. Fui designado por Sartor, pero no pertenezco a Sartor. Y no soy la única persona en el directorio que está en esa condición. Hoy, hasta este momento, no he visto nada que contraríe los principios de la universidad, pero como estoy escuchando y viendo publicaciones de prensa que manifiestan aprensiones y aparentes vínculos de ciertas personas...”.

—Dueños de otros clubes y un representante de futbolistas.

“Aprensiones y aparentes vínculos, porque hay apariencia de ciertos vínculos. Por eso le digo que estoy esperando explicaciones de Clark. Si uno no recibe explicaciones, pues obviamente tendré que pedírselas. Todavía no las he pedido, porque espero que con la misma actitud, invocando el deseo de que forme parte del club por tener mayor cercanía con la universidad, espero que se explique qué es lo que está pasando”.

—¿Qué quiere que explique Clark?

“Verificar que estas cosas… estoy preocupado por las publicaciones de prensa, pero usted tiene que entender que, como abogado, en Chile existe la presunción de inocencia. Pueden existir muchas situaciones aparentemente incorrectas por las que uno espera escuchar a la otra persona. No he visto ilegalidad, pero se publican que hay ilegalidades. Por eso espero explicaciones satisfactorias, y si no las hay las pediré perentoriamente. Tengo que respetar que una persona sin cometer irregularidades es estoica y prefiere mantenerse silente. Solo no lo respetaré si se incurre en ilegalidades”.

Michael Clark, presidente de Azul Azul, dirige el club en medio de un ambiente interno dividido y pobres resultados en la cancha.

—¿Y qué pasa si Clark no sale a explicar como usted solicita?

“Se complicará más la situación del club. Creo que su carácter es más bien reservado, pero en estas circunstancias sería muy positivo que explicara”.

—¿Qué ocurre cuando ve que Clark ejerce el poder total?

“De eso no es responsable esta administración”.

—Pero lo ejerce igual.

“Sí, pero la autoridad debió actuar en su momento, y si no se actuó, ahí está.”

—De acuerdo, pero hay una denuncia en la CMF porque el directorio no está siendo consultado en muchas decisiones.

“Leí que el señor (José Joaquín) Laso había presentado esa reclamación a la CMF en mayo y no ha habido respuesta. No sabía que la había presentado, pero no ha habido pronunciamiento de la CMF.”

—¿Concuerda en algo con lo que plantea Laso sobre decisiones no consultadas en el directorio?

“La verdad, yo creo que no se ha infringido la ley. Si así hubiese sido, yo no lo habría aceptado. No he visto situaciones ilegales o irregulares, he visto malos resultados deportivos, y sería una falta de responsabilidad de mi parte retirarme solo porque hay malos resultados deportivos”.

—¿Qué le pareció que una exministra, Cecilia Pérez, ocupe un asiento en la mesa designada por Sartor?

“Me sorprendió que haya llegado, pero no es ilegal ni nada que se le parezca”.

—¿Y que aparezca como asesor Mauricio Etcheverry, exmano derecha de Jadue en la ANFP?

“No lo conocía ni lo conozco. Sí sé que la administración del señor Jadue fue ilegal e irregular. Y claro que me llama la atención y por eso estoy también dando esta entrevista. Se nos informó que este señor ejercerá su función sujetándose a la ley del Lobby, porque el club ha tenido muchos problemas para contar con un estadio para ejercer la localía. Será una función externa. Le llaman asesoría, pero es más que una asesoría, es una actividad de lobby para conseguir facilidades para conseguir estadio y se aduce que este señor tiene muy buenos contactos”.

—Pero usted no se enteró de su contratación en el directorio. ¿Le parece bien?

“No es el ideal, pero atendida la función que cumpliría, no es motivo de designación de directorio ni de acordar en directorio contratar a honorarios a una persona”.

—¿Le parece bien que se mantenga?

“No se si mantiene o si se ha dejado sin efecto”.

—¿Le parecería bien que siga o prefiere que se corte?

“No es la mejor imagen. Yo no lo habría contratado”.

—¿Usted sabe quiénes están, directa e indirectamente, detrás de la propiedad de Azul Azul?

“La verdad es que no sé quiénes son todos los propietarios de la U, pero eso tampoco lo sabemos de otros clubes. Hay una obsesión con la U”.

—Será porque hay una universidad púbica detrás poniendo el nombre y los símbolos, ¿no? ¿No le parece natural que se exija saber quiénes son todos los que concurren a ese fondo de inversión privado (FIP)?

“¿Pero es ilegal? No. Lo que está demostrado es que ha sido un pésimo negocio. La administración anterior compró a mil y vendió en 380, y esta…”.

—¿Ve viable que la Universidad retire nombre y emblemas?

“Hay un contrato que rige la relación y mientras ese contrato no se infrinja… y una de las cosas que dice es que mientras se pague un royalty a la universidad…”.

—La universidad reclama transparencia y reclama por cómo se conduce.

“Si se hubieran infringido normas, ¿usted cree que la universidad permanecería impávida?”.

—Pero hay un tema en la transparencia en la propiedad.

“¿Cuál es la infracción? ¿Se ha demostrado?”.

—La ley protege el anonimato de los socios inversionistas que así lo requieran.

“Mientras no se demuestre ilegalidad…”.

—¿Cómo se resuelve el problema del poder total?

“Ese pacto de caballeros de cuando se inició la relación (entre la universidad y la SADP) ya se infringió. Ahora no es ilegal que este fondo de inversión privado esté en la propiedad”.

—¿Cómo sale de ese pozo institucional?

“Es que esto es una sociedad anónima, el colega Laso hizo denuncia a la CMF, él espera una respuesta, y si no la ha habido, imagino que no hay infracción. Lo que pasa, y no se lo discuto, es que en el fútbol hay pasiones y sentimientos, y las personas, los hinchas, están sumamente molestos porque no se han cumplido sus expectativas deportivas y porque en dos, tres o cuatro años en que no ha habido buenas adquisiciones, buen funcionamiento ni buenas contrataciones. Las personas sienten afectadas sus pasiones”.

—Está diciendo que si hubiese buenos resultados en la cancha, no se hablaría ni de la propiedad, ni del FIP, ni del directorio quebrado ni de silencio de Clark ni de vínculos con dueños de clubes ni representantes ni nada.

“Usted mismo lo está diciendo. ¿Usted cree que yo, con más de 50 años vinculado a la universidad, voy a estar impávido si veo que se quiebran los valores de la universidad? ¿Usted cree que a mí se me compró? Yo no estoy en el mercado. Aquí no se han infringido normas, los resultados deportivos no se han dado y como tampoco los resultados económicos de los propietarios. Luego, si no se consultaran las decisiones en el directorio, la institución no podría funcionar. Veamos esto desapasionadamente”.

—¿Cómo se resuelve el quiebre si está instalado el poder total de Clark? ¿Cómo se da un giro al gobierno corporativo?

“Los dos representes de la universidad también participaron en el directorio anterior, ¿y ahora están manifestando molestias? Soy un convencido de que si los resultados se hubieran dado, no se estaría cuestionando la administración”.

—¿Clark lo ha hecho bien?

“Los resultados hablan por sí solos. No lo ha hecho bien, no le han resultado las cosas”.

—¿Tiene que cambiar la toma de decisiones? ¿Cómo se destraba?

“Se destraba con los resultados y con que las cosas empiecen a ir mejor. ¿Usted podría obligar o presionar a alguien que compró legalmente un porcentaje alto a vender? ¿Puede obligar a vender perdiendo?”.

—¿Ve viable un cambio de dueño como salida a la crisis?

“Si se calman las cosas… esta presión fuerte que existe sobre Sartor complica más todo. Si es un FIP, se parte de la base que persigue utilidades que no han obtenido, entonces el mismo sistema va a llegar a un momento en que no estén dispuestos o que tengan que asumir la pérdida para no seguir perdiendo más”.

—¿Habla con Clark?

“En reuniones de directorio. Fuera, pregunto y pido opinión cuando hay situaciones complejas. No la he pedido. Pero ya que se va a publicar en el diario, va a saber que yo estoy preocupado, como le manifesté el viernes a Clark. Por su propia imagen es conveniente que él hable y explique. No creo que nadie se sienta grato siendo atacado y no dando una explicación”.

CASAS DE APUESTAS


— A propósito de lo legal: la Superintendencia de Casinos y el Mindep han calificado de ilegales las casas de apuestas on line, y la U tiene una como su principal sponsor.

“Eso se acordó en el directorio y nadie hizo objeción. Nadie. Ni yo. No creo que haya sido irregular en ese momento, recién ahora se están discutiendo normas sobre eso. No tenía conocimiento de que fuera ilegal y pienso que no lo es”.

—No pagan impuestos, no está regulada por la Superintendencia, la casa matriz está en un paraíso fiscal, el origen de los fondos se cuestiona...

“Si fuera ilegal tendría que deshacerse. Mire: antes pasó con el alcohol y con el tabaco, y cuando salga la ley va a tener que dejarse sin efecto, pero los contratos son por períodos fijos e ingresos convenidos. Las arcas del club no son florecientes y el directorio lo aprobó”.

—¿No le llama la atención que este sponsor haya pagado más del doble que el anterior?

“¿Pero es la U el único club que tiene esa propaganda?”.

—Pero lo mismo: a diferencia de otros clubes, detrás de la U hay una universidad.

“¿Estamos todos en una sociedad tan puritana?”.

—¿Da lo mismo de dónde sale la plata mientras el equipo gane?

“Estamos hablando de normas legales, y no se están infringiendo. Si acepté dar esta entrevista es porque tengo preocupación, pero tampoco podemos ser una inquisición. Sí se debe hacer cumplir la ley, y eso se está cumpliendo. Una norma está en trámite y en lo otro, la CMF aún no se pronuncia”.
Antonio Valencia

es redactor de Deportes El Mercurio.

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