Días agitados para el núcleo de la selección chilena femenina, que el domingo se embarcará a la 9ª edición de la Copa América de Colombia, donde buscará plazas al Mundial 2023 de Australia y Nueva Zelandia (tres cupos directos y dos repescas) y boletos a los Juegos Olímpicos de París 2024 (uno y uno). Dos ensayos preocupantes ante Venezuela (dos derrotas: 0-1 y 1-3) y la publicación de listado definitivo de 23 jugadores matizaron el homenaje brindado a la arquera Christiane Endler en Quilín, donde recibió la estrella del “Paseo de la Fama”.

La meta del Lyon, elegida la mejor del mundo en el puesto, expresó las dificultades del certamen sudamericano: “Va a ser difícil pasar de ronda, llegar a los puestos que quizás antes era un poco más obvio y un poco más fácil, porque había mucha diferencia con algunos rivales. Espero que estemos a buen nivel y logremos los objetivos”, apuntó.

El estreno de la Roja será el 11 de julio en Cali ante Paraguay, que tiene en el mando técnico al ítalo-brasileño Marcello Frigerio, con larga trayectoria en el fútbol femenino de Brasil, China y África. “Hace mucho tiempo vengo estudiando a Chile, es un equipo que me encanta, siempre juega 4-3-3, con mucha posesión, controla los partidos, pero tiene estatura un poco baja. Le respetamos, pero le pondremos dificultades. Además tienen a la mejor del mundo en la meta, la arquera chilena hace la diferencia en los partidos. Todo buen equipo comienza en el arco (…) Será un torneo muy duro. Brasil, ya sabemos, es candidato siempre y Venezuela maduró y ascendió mucho en su nivel, con velocidad y fuerza física. Colombia es protagonista, Ecuador tiene un trabajo de tres años, todo se equipara, quizás Bolivia tiene más dificultades, pero no hay que confiarse”, reseña Frigerio, ex coach de Guinea Ecuatorial.

“¿El sello nuestro? En Paraguay existe una identidad que queremos respetar, el buen juego aéreo y lucha, pero queremos sumar organización, lograr un equipo claro en sus tareas cuando tiene el balón y cuando no lo tiene, buscamos mejorar la posesión. El 85% de nuestra nómina está integrado por jugadores de clubes del exterior, incluida Rebeca Fernández (U. de Chile), que es espectacular y fundamental en nuestro esquema”, añade el milanés.

Chile confirmó la delegación de 23 futbolistas, donde se mantienen las pilares que sostienen el ciclo que incluye el vicecampeonato de la Copa América 2018, que permitió clasificar al Mundial 2019 y JJ.OO. de Tokio 2020. En los últimos ensayos se sumó a las atacantes Mary Valencia (18 años) y Valentina Navarrete (18), ambas de Santiago Morning, y confirma un recambio tenue con Rosario Balmaceda (23) y las colocolinas Yastin Jiménez (21) y Javiera Grez (21), que venían de antes en el proceso.

Con derrotas en los últimos tres amistosos, ante Venezuela (dos) y Argentina, la falta de goles en el equipo se hace evidente. “Los recambios deben ser de manera natural y no forzados”, señaló el técnico José Letelier, sin ocultar la carencia de pólvora ofensiva: “Sumamos jugadoras que nos dan variantes en ofensiva, una zona donde habíamos tenido problemas; lógicamente que nos gustaría tener proximidad al arco rival, ser más profundos, tener más ocasiones de gol, pero la competitividad a nivel de selección ha ido cambiando, está más parejo y cuesta más hacer la diferencia, hay que buscar las alternativas”.

En el mundillo del fútbol femenino generó murmullo la ausencia de dos de las máximas anotadores del torneo local, Sonya Keefe (19 años, U. de Chile) y Thiare Parraguez (21, O’Higgins). “Estas chicas eran opción, porque son fuertes, pueden pivotear, más considerando que al equipo le cuesta hacer goles; la que más anota es la ‘Pancha’ Lara que es volante. La ‘Cote’ Urrutia, que le toca jugar muchas veces de ‘9’, es especialista en contragolpear, necesita metros para correr, pero como Chile ataca con volumen queda con poco espacio de maniobra. El técnico siempre juega con un 4-3-3, pero los rivales ya te conocen, te estudian, quizás sería bueno tener un plan B, quizá probar con dos centroatacantes. Otra faceta a mejorar es la transición defensiva, el equipo suele usar tres volantes mixtas y cuando pierde la pelota a veces queda desprotegido”, dice un entrenador de la plaza.

Letelier se refirió a Parraguez tras el partido con la “Vinotinto” en Rancagua. “Es una jugadora que la hemos visualizado, nos acompañó en la fecha FIFA que jugamos ante Argentina, tiene mucha proyección, es muy joven y será una jugadora importante para el fútbol femenino de Chile”.

Marta Tejedor, exseleccionadora de la Roja, consultada si la finalización y el último pase es la fase del juego donde es más difícil dar un salto de calidad, responde: “No especialmente. Evidentemente en el fútbol lo que más impacto tiene en el resultado final es lo que pasa dentro y cerca de las dos áreas, pero yo estaría mucho más preocupada si el equipo careciera de orden defensivo o si no fuese capaz de generar juego desde atrás para tener llegada”.