Santiago de Chile.   Mar 23-04-2024
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El Mundial que nunca debió hacerse

En poco menos de cinco meses se iniciará en Qatar una Copa del Mundo teñida de polémica desde el primer día. El sospechoso triunfo de la candidatura, la falta de tradición futbolística e infraestructura, las condiciones de trabajo de los inmigrantes que levantaron los estadios y las restricciones que impone una sociedad ultraconservadora se tomarán la agenda en la previa de la cita.
Foto: FRANCE PRESSE
Andrés Solervicens29 de junio, 2022
Faltan menos de 150 días para que comience el Mundial que más alergias y resquemores ha generado en la historia del fútbol, el de Qatar 2022. Solo una cosa sirve para explicar por qué el deporte más popular del planeta vaya a celebrar su máxima fiesta en un país de escasísima tradición balompédica, que tuvo que construir su infraestructura prácticamente de cero y que acometió la locura de levantar siete estadios monumentales en una superficie más pequeña que la Región de Ñuble: el dinero, por supuesto.

Imagínese un Mundial de 32 países, que moverá cientos de miles de personas y muchísimos millones de dólares, concentrado en Chillán y alrededores, con cuatro coliseos ubicados en el área metropolitana de la capital ñublensina y recintos para más de 40 mil personas en Coihueco, Ninhue y San Carlos.

Es que no hay nada normal en una Copa del Mundo que obligó a cambiar la fecha habitual, al final de la temporada europea, porque el calor hacía peligrar la vida de los futbolistas. Y será, por cierto, un certamen que desafía la intolerancia a la diversidad de un país musulmán.

Han circulado algunas fake news en los últimos días, como que el simple hecho de ondear la bandera LGTBQI+ —cuyos colores luce la FIFA misma en sus cuentas oficiales, pues es el “Mes del Orgullo”— implica la posibilidad de ser encarcelado por siete años en Qatar. Eso al menos fue descartado por las autoridades locales, que prometen concesiones temporales y acotadas, pero es un hecho que los fanáticos que tengan los recursos para viajar a la península arábiga se encontrarán con un país de costumbres muy distintas a las occidentales. Y que aquellos que no respondan a los arcaicos arquetipos de las creencias locales, deberán moderar su comportamiento para evitar problemas.

A medida que se acerque el certamen volverá a recordarse el alto costo de vidas que tuvo la faraónica empresa de organizar el torneo en la mitad del desierto. Fallecieron cientos de inmigrantes de toda Asia, que recién en los últimos años, por presión internacional, dejaron de laborar en condiciones cercanas a la esclavitud.

Se rememorarán, también, los múltiples indicios que dejó el Informe García sobre la dudosa adjudicación de la sede en 2010. Si bien en ese reporte no encontró pruebas explícitas de que la candidatura comprara la nominación, las pistas estaban por todos lados. Pero la FIFA decidió meterlo en un cajón durante tres años y enfrió las sospechas.

Esa cultura de la opacidad se terminó años después, cuando toda la alta jerarquía de la FIFA y Conmebol pasó por los interrogatorios del FBI. En estos días, en Ginebra, Joseph Blatter y Michel Platini enfrentan una acusación de pagos irregulares por dos millones de euros, sin ir más lejos.

En el Informe García, en todo caso, quedó claro que los mismos oficiales de la FIFA desaconsejaron elegir a Qatar, pero finalmente esta monarquía hereditaria en que el emir es, a la vez, el Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, tendrá su Mundial.

Por televisión, seguro, la fiesta se verá impecable desde Chile, que no podrá ir tras perder en la cancha y los escritorios.

Al cabo que ni quería”, diría el Chavo.
Andrés Solervicens

es coordinador de Deportes El Mercurio. Egresado de la Universidad de Chile, trabaja desde 2000 en "El Mercurio". Fue enviado especial del diario a los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y Río de Janeiro 2016, así como a Juegos Panamericanos, Grand Slams de tenis y fechas del Mundial de Rally, entre otros.

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