La última vez que Bolivia ganó como visitante en eliminatorias fue en 1993, cuando el combinado que entonces dirigía Xabier Azkargorta goleó por 7-1 a Venezuela en Puerto Ordaz, en la ruta a su histórica clasificación a Estados Unidos 1994.

Veintinueve años más tarde, la Verde tiene el récord mundial de partidos sin ganar fuera de casa: ya van 62, una bochornosa estadística que este viernes pretende romper precisamente ante Venezuela en la calurosa Barinas.

Con un rendimiento positivo en casa, Bolivia sigue vivo en la ruta a Qatar y un triunfo sobre la Vinotinto no solo rompería una marca ignominiosa, sino que mantendría el tranco firme para el duelo del próximo martes, ante Chile en La Paz.

“Vamos con todo a Venezuela, ellos tienen un nuevo entrenador (José Pekerman) que seguro quiere hacer las cosas bien, será un partido durísimo, pero nos hemos preparado muy bien esta semana y nos la vamos a jugar”, prometió el goleador de las eliminatorias, Marcelo Martins.

La buena campaña de la selección tiene ilusionados a los hinchas, que precisamente no son protagonistas de un Mundial desde 1994 y ahora, más allá de que están octavos en la tabla, ven un poco más de cerca el viaje a Qatar.

“Sin duda que Bolivia ha mejorado mucho en relación con lo que mostró en los primeros partidos y por eso, con el nivel que está exhibiendo, creo que tiene las condiciones para salir a ganar los puntos que necesita como visitante”, opina Ramiro Blacut, campeón de la Copa América con la Verde en 1963 y entrenador durante tres períodos de la selección.

“De todas maneras, más allá de lo que ocurra ante Venezuela, Bolivia tiene que hacerse fuerte en casa ante Chile. No será fácil, porque la Roja también ha mejorado mucho, suele sacar buenos resultados en La Paz y, por lo que entiendo, hay jugadores nuevos con muchas condiciones”, añade el estratega.

Por lo mismo, dada la paridad en la tabla, la ilusión cunde en el combinado altiplánico, que también está con la calculadora en la mano analizando las opciones. Para ellos, nueve puntos (los tres contra los llaneros y los seis de local) los dejarían en una posición inmejorable.

“Sudamérica, en general, ha bajado su rendimiento, quizás por culpa del coronavirus que sigue vigente. Uruguay, que tiene una gran historia, no ha rendido bien y por eso hay tantos equipos peleando por los puestos de clasificación. Bolivia ha mostrado que puede estar peleando el repechaje, pero necesita sumar los puntos afuera y en casa”, advierte Blacut.

Sin embargo, otra preocupación ronda en la mente del entrenador César Farías, que ya perdió por suspensión a Carmelo Algarañaz (suspendido para los dos partidos de la jornada doble), pues llega con ocho jugadores al borde del castigo por tarjetas amarillas, incluyendo a la estrella del equipo, Marcelo Martins.

Cualquiera de ellos que sea amonestado en el duelo ante Venezuela se perderá el lance ante Chile en el Hernando Siles. Además de Martins, están apercibidos Jairo Quinteros, Franz González, Juan Carlos Arce, Leonel Justiniano, Moisés Villarroel, Leonardo Zabala y Diego Bejarano, varios de los cuales son titulares en el esquema de Farías.

“De eso se trata el trabajo del seleccionador, de elegir a los mejores jugadores considerando todas las limitaciones y problemas que pueda aparecer. Hoy ya no se trabaja como antes, cuando tenías un mes a los futbolistas, ahora estás obligado a elegir y, en ese sentido, creo que el entrenador actual lo ha hecho bastante bien”, destaca Blacut.

En la vereda opuesta, Venezuela ofrecerá el debut del argentino José Pekerman, tercer entrenador del proceso después del portugués José Peseiro y el local Leonardo González.