Santiago de Chile.   Mar 23-04-2024
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Daniel y Eduardo Schapira: “Renunciamos, porque no vamos a seguir avalando decisiones que no compartimos y en las que no participamos nunca”

El segundo máximo accionista de la U. de Chile y su hijo Eduardo no aguantaron más la forma en que sienten está trabajando el club de sus amores. “Con la llegada de Sartor y Michael (Clark) el directorio se desfutbolizó. No sé si son pantalla, pero les acomoda esta estructura. No fuimos consultados ni por el nombre del gerente deportivo (Roggiero) ni por el nombre de ninguno de los refuerzos”, dice el empresario. “Para mí la U es un club de fútbol, no es una petrolera. Entonces ese tipo de decisiones tienen que ser democratizadas en el directorio”, añade su hijo.
Foto: Photosport
Ramiro Fuenzalida26 de enero, 2022
“Cuando hay una democracia, con once directores, puede ocurrir que en alguna oportunidad se decida algo que tú no compartes y uno lo asume, pero en este caso, en el actual directorio, no participamos en la toma de decisiones y eso es inaceptable para nosotros, porque estamos en la U para ayudar, entregar experiencia, pero si no lo podemos hacer y no se permite, por la forma en que se está administrando el club, entonces estamos pintados y para eso no servimos”, lanza Daniel Schapira, en compañía de su hijo Eduardo, en su diólogo con "El Mercurio", pocas horas de dejar la mesa de Azul Azul, sociedad en que tienen el 21% de propiedad.

—¿Qué los motiva a renunciar?

Eduardo Schapira: “Yo fui bien claro en mi carta renuncia. Para mí la U es un club de fútbol, no es una petrolera y por tanto los elementos estratégicos que están detrás del club son las decisiones deportivas, principalmente. Entonces ese tipo de decisiones tienen que ser democratizadas en el directorio, sea en una comisión fútbol o en el mismo directorio. Acá se eliminó la comisión fútbol y las decisiones deportivas las tomaba el gerente deportivo y simplemente se comunicaban sin participación del resto de la mesa. Esto no es antojadizo, lo hemos dicho en el directorio. Esto es un club, no es una minera. Uno espera agregar conocimiento, que nos escuchen, aunque se decida otra cosa. A (la directora) Carolina Coppo también siempre alegó lo mismo”.

Daniel Schapira: “Renunciamos porque no vamos a seguir avalando decisiones y situaciones que no compartimos y en las que no participamos nunca. Esa es la razón”.

—¿Luis Roggiero o Michael Clark les consultaron por los refuerzos que han llegado?
DS: “No fuimos consultados ni por el nombre del gerente deportivo (Roggiero) ni por ninguno de los refuerzos. Es más, hasta hoy, algunos son refuerzos bastante desconocidos. A Carrasco o Galíndez no se les conoce mucho, eso es real, pero no tuvimos participación… Imagínate que por Marcelo Cañete, un activo del club, se toma la decisión de que no está en los planes para 2022 y me enteré a través de él que no está considerado, cuando lo llamé por otro motivo. Enterarse de esa manera, duele”.

ES: “A mí tampoco nunca me consultaron, es como dice mi padre”.

—¿Incide en esta decisión la posibilidad de que vuelva Matías Rodríguez o que suene ‘Pepe’ Rojas?

ES: “La verdad es que no, porque ni siquiera podríamos decir si están firmados o no, no tenemos idea, no sabemos si están contratados o son opción”.

DS: “Es increíble que todo el mundo esté hablando de Matías Rodríguez y nosotros siendo parte del directorio estemos igual que el resto. No estábamos participando en las decisiones”.

—¿Hay alguna diferencia entre la administración de Clark y otras en las que participó?

DS: “En administraciones anteriores siempre hubo una comisión de fútbol y distintas otras. Sesionaban y trabajaban y se discutían los temas. Es distinto enterarte por la prensa si un jugador viene, se va o está contratado. Lo de Roggiero lo supimos cuando ya estaba contratado”.

ES: “Se nos informó en un directorio a fines de septiembre que Roggiero estaba contratado: ese mismo día se presentó e hizo una presentación, pero ya estaba trabajando desde el 1 de septiembre”.

—¿Su impresión de Roggiero? ¿Hablaron con él alguna vez?

ES: “El contacto que tuvimos con él fue solo en sus presentaciones en los directorios mensuales. Al principio sus presentaciones eran bastante básicas, porque estaba recién llegando. Creo que se le debe evaluar a partir de diciembre, donde empezó con las contrataciones para 2022. Es muy ordenado, matemático en sus exposiciones, pero no hay un minuto donde uno pueda dar su opinión o sugerencia sobre algún tema expuesto”.

DS: “Es una persona muy seria, muy técnica, estructurada a la hora de decidir contrataciones. Es una persona poco participativa. Se le dieron poderes para que decida, lo aplica, pero no es de comunicar, no comparte mucho. Es parco y en ese sentido no es fácil la relación con él. El año pasado teníamos todo listo para traer a Cristián Leiva para que tomara el equipo y Roggiero estaba en esa reunión, y al final se pasó la aplanadora y no me queda tan clara su autonomía a la hora de tomar las decisiones”.

Daniel Schapira formó parte del anterior directorio, comandado por Carlos Heller, donde sí tuvo mayor injerencia en las decisiones del club.


—¿Cuál es su visión de Michael Clark?

ES: “Tenemos una relación bastante lejana. Él ve esto como una empresa y no como un club de fútbol y no son lo mismo. La U tiene que tener cosas básicas y si se eliminan se convierte poco a poco en una petrolera y participar de una petrolera no nos interesa… Esto es un club, no una minera y tiene que haber participación para agregarle un conocimiento, un elemento más. Carolina Coppo siempre alegó y le pasa lo mismo. Nos parecía muy extraño que se empoderara de tal manera al gerente, nosotros solo queríamos aportar y no lo permitieron”.

DS: “Queríamos participar, no solo observar”.

—¿Se sintieron utilizados como pantalla de esta nueva administración?

DS: “Siento que así fue, lo expresé en mi carta renuncia. El directorio es la pantalla para manejar el club. Con la llegada de Sartor y Michael (Clark) el directorio se desfutbolizó mucho. No son futbolizados, no se si son pantalla, pero les acomoda esta estructura. No saben de fútbol, pero el fútbol es circunstancial para ellos”.

ES: “La forma de administración que ellos buscan es que ojalá no hubiese no existiese directorio. Eso les acomodaría. Hay un directorio por ser una sociedad anónima, pero éste no decide. Es una estructura de empresa bancaria, pero acá el directorio no puede ni dice nada, porque no se permite”.

—¿Qué les parecen los refuerzos que han llegado?

DS: “Fernández y Palacios me parecen buenas contrataciones. Palacios estuvo cerca de llegar el año pasado. Ambos son un aporte. Jeisson Vargas pudo venir hace tres años, pero por otros motivos de índole personal del jugador finalmente se decidió no trarerlo. Ahora, más maduro, puede ser un aporte. Sin embargo, hacia atrás es complejo el tema. Necesitábamos un segundo arquero, porque se había complicado la renovación de Campos, entonces había que traer un portero y bajo esas circunstancias está bien su fichaje. Lo demás, no lo comparto en lo absoluto; ni lo de Carrasco, de quien no había escuchado nunca, y lo de Seymour es contrario a todo lo que se ha conversado, partiendo por tener un plantel rejuvenecido, entonces no me encaja en los planes que se conversaron. Lamentablemente no se ha podido traer lo que se ha querido. La gente que está tomando las decisiones peca un poco de ingenua, porque traer a Ojeda o Lértora es bien complicado, más si el presupuesto nuestro no lo permite”.

—¿Esta U que se está armando pelea arriba o abajo en la tabla?

DS: “Este equipo no puede pelear ni debe pelear abajo, no está armado para descender. Quizás no da para salir campeón y es menos que los planteles de Colo Colo y Católica”.

ES: “Lo único que queremos es que a la U le vaya bien, fue una pesadilla lo vivido en 2021, duele el corazón”.

—¿Qué harán con el casi 22% de la propiedad?

ES: “Vamos a volver a ser hinchas, apenas podamos volveremos al estadio. En abril hay una junta accionaria y ahí decidiremos lo que haremos”.

—¿Tuvieron opinión en los casos de Arias y Larrivey?

ES: “Se nos informó que las tratativas no llegaron a buen puerto. Fue eso. Creo que ambos tenías los méritos suficientes para ser renovados, siempre y cuando el presupuesto lo hubiese permitido”.

DS: “No participamos en ninguna de las conversaciones con los jugadores y representantes. Se nos dijo que hubo bastantes intentos, especialmente con Larrivey, pero se nos informó que las ofertas, contraofertas y cartas fueron desahuciadas y los jugadores no seguían en la U”

Ramiro Fuenzalida

es periodista de Deportes El Mercurio, con experiencia de más de 20 años en la materia. Especialista en fútbol, ha cubierto mundiales de la disciplina, adultos y juveniles, clasificatorias y copas América.

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