Apretados y sin argumentos para llevarse los tres puntos. Eso marcó el juego de Cobresal y Universidad de Chile en un partido que resultaba clave para empezar a escapar del descenso. En la antesala del compromiso las expectativas eran altas, pero los nervios y el miedo a no cometer errores condenatorios fueron más fuertes que la osadía y la propia necesidad de los equipos, por lo que el empate en blanco fue lo más justo en la altura de El Salvador.

Un remate en el segundo palo de Felipe Reynero (8’), que Fernando de Paul manoteó en la línea, y un cabezazo de Joaquín Larrivey (10’), que Leandro Requena perfectamente pudo contener, pero prefirió enviar al córner, fueron las ocasiones más claras en el primer tiempo, las que fueron acompañadas por otros dos disparos del anfitrión, que manoteó el arquero laico.

Lo peor es que, más allá de la ausencia de ocasiones, el buen fútbol nunca apareció, pues la presión le ganó a la intención. Salvo un par de jugadas de Marcelo Cañete, toques insulsos o pelotazos sin destino fueron la tónica que hacía perder la paciencia hasta del hincha más fanático.

“Déjense de pelotazos por favor”; “Solo, solo, tranquilo” y un recurrente e inquisidor “¿A quién?” del técnico Gustavo Huerta daban cuenta de lo que mostraba su once y también replicaba en la cancha una contenida visita, esa que sigue sin ganar hace 12 fechas y que a estas alturas pareciera aferrarse a la salvación —de la promoción o del descenso— por los resultados de otros equipos, más que por algún mérito propio.

“Me aferro a la visión que yo tengo, a eso me aferro para sacar esto adelante, porque los números no mienten y la visión del medio es muy pesimista. De todo eso trato de abstraer a los jugadores. Cuando está este ambiente tan pesimista se hace difícil que el equipo se suelte y desarrollar el juego que pretendemos cuesta mucho más. Los partidos no han sido como uno quisiera, pero mantuvimos el arco en cero y hoy nos alejamos un poco más (del fondo)”, repetía tras el partido Cristián Romero, técnico de la U, que en la segunda parte sufrió con un gol (72’) de Matías Donoso, anulado por un casi imperceptible empujón de Juan Carlos Gaete a Osvaldo González, y se entusiasmó con un pase de cabeza de Junior Fernandes que Larrivey pinchó sin mayor fortuna.

“Ni el mejor dirigente del mundo habría podido sacar al equipo de esta dinámica”, había dicho en estas páginas Daniel Schapira, segundo mayor accionista del club, frases que parecieron tomar más fuerza tras lo visto en la cancha, pues además de no ganar hace 12 fechas, la U completa 394 minutos sin anotar.

La zona de descenso, que se mira de muy cerca, puede convertirse en una realidad este domingo. Si Curicó empata ante Palestino, La Serena hace lo propio frente a La Calera y Huachipato derrota a la UC, los universitarios encararían la última fecha del campeonato en la zona de descenso directo. Una pesadilla.

El empate dejó un sabor amargo en ambos equipos, aunque el DT Romero fue el más optimista. “Yo valoro el punto, porque nos mantiene vivos. Prefiero mirar el vaso medio lleno, sabiendo que esto se mide por resultados. Eso lo sé, pero en el momento en que estamos, está claro que al equipo le ha costado recuperar la memoria. No es fácil jugar así, con toda esta carga y este pesimismo que rodea al equipo, pero seguimos vivos, y la vamos a pelear hasta el último… Ya mejoramos en defensa y siempre destruir es más fácil que construir, esa es ahora nuestra misión para generar más ocasiones”, dijo.

Luego, añadió que “yo mantengo y tengo mis convicciones. El partido fue difícil, trabado, más en la altura que es un factor a considerar. Hubo pocas ocasiones, tuvimos la pelota 20 minutos en la primera parte y en los 15 finales, pero no pudimos aprovechar las bandas. Nos está costando llegar al gol, pero felicito a los jugadores por el esfuerzo. Este era el partido más importante en el último tiempo para la U, por su trascendencia. En la última fecha se definirá todo. Seguimos aferrados a nuestra idea y en algún momento eso tiene que fluir. Debemos abstraernos de lo que se habla, de lo contrario eso no nos permitirá zafar de esta situación que solo ha sumado peste y ponzoña, pero confío en que lo haremos“.

Joaquín Larrivey, en tanto, fue certero: “Lamentablemente no conseguimos lo que vinimos a buscar, hicimos un gran esfuerzo, en un partido que fue malo y muy luchado. No era fácil jugar en la altura para los que no estamos acostumbrados. Se siente la presión de estos partidos y la altura no es excusa. En estas instancias entras más contenido por todo lo que está en juego. Aún tenemos la esperanza de ganar el último partido y escapar de todo”.

En los locales, Matías Donoso acotó que “era un partido difícil, queríamos ganar de local, pero no se pudo, aunque el punto igual sirve. ¿El gol anulado? No entiendo qué cobra, porque Gaete y González no llegaban al balón. Me dice el arbitro que cobró un empujón de Gaete, pero creo que no correspondía”.