A Palmeiras le gusta sufrir en las finales. Ya lo hizo en la edición 2020, cuando ganó la Copa Libertadores en enero de este año en el último minuto del tiempo añadido. Ahora no fue tan al extremo, pero sí debió llegar hasta el alargue para defender con éxito su título.

Sin Benjamín Kuscevic, que no salió de la banca, el elenco paulista derrotó en el estadio Centenario de Montevideo al Flamengo de Mauricio Isla, titular y reemplazado a los 78’, por 2-1 y se convirtió en bicampeón del torneo continental, siendo el primero en hacerlo desde 2001.

Palmeiras golpeó rápidamente en el partido. Gustavo Gómez mandó un pelotazo largo que pilló mal parado al fondo del “Mengão” y encontró al lateral Mayke, quien sacó un pase atrás para la aparición de Raphael Veiga que puso un zurdazo rasante para batir a Diego Alves. Recién iban seis minutos y el equipo dirigido por Abel Ferreira sacaba ventaja.

Flamengo, sorprendido, trató de tomar el control del juego, pero Palmeiras se cerró bien en el fondo y apeló a salir veloz, especialmente por el lado derecho de su ataque, donde el tándem defensivo de David Luiz y Filipe Luís se veía lento y flojo en sus funciones.

Aunque cargaron la cancha a su favor, los pupilos de Renato Gaúcho no tuvieron ocasiones de peligro para inquietar a Palmeiras. Recién a los 43’ tuvo una de peligro el equipo de Río, cuando el uruguayo Giorgian de Arrascaeta metió una volea incómoda en el área que hizo trabajar al golero Weverton.

En el complemento, la presión de Flamengo siguió y fue mayor. Palmeiras cedió protagonismo y eso lo aprovecharon los jugadores cariocas. Tuvieron un par de ocasiones para marcar, pero fallaron en el último toque.

A los 72’, la presión de Flamengo rindió sus frutos. Una jugada entre Gabriel Barbosa y De Arrascaeta terminó con “Gabigol” sacando un tiro al primer palo que sorprendió a Weverton y se coló para poner un empate que daba justicia al trámite de juego.

De ahí en adelante, el cotejo se hizo tenso, pero no cambió el dominador: Flamengo siguió presionando ante un Palmeiras sin ideas claras y que prefirió aguantar para esperar el tiempo extra.

La apuesta paulista le resultó de forma espectacular, aunque recibió una gran ayuda de Andreas Pereira, quien se durmió en la salida a los 95’. La pelota la robó Deyverson, ingresado al inicio del alargue y, con tranquilidad definió ante el achique de Diego Alves para volver a poner a Palmeiras en ventaja.

A diferencia del tiempo regular, Palmeiras sí pudo aguantar las arremetidas de Flamengo. Hubo un tiro de Pedro y un cabezazo de un adelantado David Luiz, pero se fueron afuera. Ni siquiera la subida del golero Alves alcanzó para mandar la definición a los penales y el Verdão se consagró nuevamente campeón de la Libertadores.

“Es una sensación única e inexplicable. Estuve al otro lado, en la galería, y ahora aquí, ayudando al equipo en el campo. Pueden pasar años y años y nadie volverá a hacer esto de ganar dos finales en el mismo año. No puedo explicar esta sensación que tengo, esta alegría. Estoy muy contento”, aseguró Raphael Veiga, autor del primer gol verde.

Mientras, el impensado héroe Deyverson dijo: “Este gol es de todos, hay que felicitarnos por cómo hemos jugado contra un rival muy fuerte, que era el campeón elegido por todo el mundo y la prensa... pero aquí hay un grupo, una familia. La gente que dice muchas cosas, que da resultados antes del partido, tiene que respetarnos un poco”.

Es el tercer campeonato para Palmeiras, luego de las obtenidas en 1999 ante el Deportivo Cali colombiano y 2020 ante Santos (final jugada en enero de este año), y el primero en defender con éxito el título continental, desde que, en 2001, Boca Juniors lo hizo cuando derrotó en 2000 al propio “Verdao” y en 2001 al Cruz Azul mexicano. Además, se convierte en el representante sudamericano en el Mundial de Clubes que se jugará en enero en Emiratos Árabes Unidos.